Málaga, a la cola de Andalucía entre las personas que pasan por el cribado del cáncer de colon

Actualmente, en España, el cáncer colorrectal es el segundo en incidencia tanto en hombres como en mujeres y el primero si se consideran los casos de ambos sexos. Según las estimaciones del Observatorio del Cáncer, en nuestro país durante 2023, 40.203 personas fueron diagnosticadas de cáncer colorrectal. Concretamente en Andalucía fueron 6.653, la primera Comunidad Autónoma en incidencia, y en Málaga se diagnosticaron el pasado año 1360 nuevos casos, la segunda provincia andaluza por detrás de Sevilla (1.459 casos)

En el marco de este día mundial, la Asociación Española contra el Cáncer ha lanzado la campaña 'Juega tu papel en la detección del cáncer de colon', que tiene como objetivo aumentar la participación en los programas de cribado de cáncer colorrectal, destinado a la población con edades comprendidas entre 50 y 69 años.

Dicha campaña toma especial importancia en Málaga ya que es la provincia andaluza con peor tasa de aceptación y peor tasa de participación, a mucha distancia de las siguientes. Según datos del Servicio Andaluz de Salud, en Málaga ofrecidos por la AECC, 469.144 personas han recibido la invitación para participar en la prueba de cribado. De ellas, 182.326 personas, el 38,8%, manifestaron su aceptación de hacérsela. Y solo 133.750 personas, el 28,5%, concluyeron la participación. Como comparativa, en Huelva, la provincia andaluza que tiene mejores resultados, la tasa de aceptación es del 61% y la de participación del 47%.

Según un estudio elaborado por la organización, las principales barreras entre las personas que no se han realizado la prueba son la falta de síntomas (39,6%), no haber recibido la invitación oficial para participar (39,9%), olvido o dejadez (28,6%), o barreras relativas al deseo de mantenerse alejado de los centros médicos en el contexto de pandemia (24,9%) o a la saturación percibida en la sanidad (22,1%).

Este cribado consiste en realizarse un Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH), una prueba indolora, no invasiva, que se puede realizar en casa y determina la presencia de sangre no visible en las heces. El objetivo es detectar lesiones sangrantes, que pueden corresponder a pólipos o lesiones premalignas e, incluso, malignas que no serían detectadas hasta que la enfermedad se encontrase más avanzada, cuando las posibilidades de tratamiento y curación serían menores.

Con la incorporación del cribado del cáncer colorrectal a la cartera del Sistema Nacional de Salud, las Comunidades Autónomas contaban con un periodo de 5 años para iniciar su implantación y 10 años para alcanzar una cobertura cercana al 100%. Durante todos esto años, desde la AECC recuerdan que han estado trabajando con las comunidades para acelerar el proceso de implantación «y concienciar a la sociedad de la necesidad de participar en un programa de cribado que salva vidas», recalcan.

En 2024 se cumple el plazo de diez años acordado para alcanzar una cobertura cercana al 100% por parte de las comunidades autónomas. «Sin embargo, la falta de datos públicos actualizados, contrastados y unificados no permite contar con una fotografía precisa del estado del programa del cribado de colon en España que garantice, entre otras cosas, la equidad en el acceso de la población a estos cribados», critican.

Responsabilidad

Para el jefe de Cirugía de Quirónsalud Málaga -y una de las voces más expertas sobre el cáncer de colon- César Ramírez, la falta de síntomas es el factor que más favorece estos datos, ya que falta concienciación médica generalizada en la población, que recuerda que sí se ha conseguido en otras neoplasias como el cáncer de mama en mujeres o el de próstata en hombres. «El olvido, dejadez o simple desidia, precisamente por falta de conocimiento e interés en la salud de cada uno, también ocupan un gran protagonismo a la hora de evitar estas pruebas, que se basan en mediante un simple test, detectar si hay restos de sangre en nuestras heces que no tiene por qué relacionarse sí o sí con cáncer colorrectal, pero sí nos ponen e alerta de que algo no está bien en nuestro tracto digestivo y nos empuja a realizar otros tipos de prueba como la colonoscopia que sí puede diagnosticar una neoplasia en el colon o recto», explica.

A su juicio, la responsabilidad debe recaer en los profesionales médicos, que desde consulta deben advertir y avisar de los riesgos y las diversas vías de detección de este tipo de cáncer. «Paralelamente, instituciones sanitarias y médicas a nivel provincial, regional y nacional deben invertir en educación médica y concienciación para que aumenten las cifras de cribado y, por ende, mejoren las tasas de supervivencia», matiza.