Ciudadanos Málaga, a la expectativa

Cabe recordar que antes del terremoto que sacude los últimos días a Ciudadanos, en Andalucía las cábalas sobre el partido naranja giraban en torno a las posibles alianzas electorales con los populares, la existencia de dos almas en la formación liberal a nivel andaluz (la encabezada por un Juan Marín, que ha reforzado su posición tras los últimos acontecimientos entrando en la cúpula nacional, y la de Rocío Ruiz) o que se pudiera producir una 'desbandá'. Ahora, en Málaga todo queda en una situación de 'stand-by' para evitar dar pasos en falso.

El diputado nacional Guillermo Díaz es el líder del partido en la provincia y uno de los integrantes del núcleo duro de Arrimadas, con la que ha reforzado su alianza en estos turbulentos momentos, según fuentes consultadas. Entre su equipo de más estrechos colaboradores se encuentran la portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Noelia Losada, el parlamentario andaluz Javier Pareja de Vega y el exconcejal de la capital Alejandro Carballo. Además, mantiene una buena sintonía con el vicepresidente primero de la Diputación, Juan Carlos Maldonado.

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Decepcionado políticamente con el camino emprendido hacia las filas populares por Fran Hervías, del que era un gran aliado político en Andalucía, Díaz ha venido manteniendo una relación de convivencia con Juan Marín, que se ha mantenido, al menos públicamente, incluso cuando a éste le ha salido una competencia en el partido a nivel andaluz: Rocío Ruiz. La consejera de Igualdad, según las fuentes, mantiene, a su vez, buena sintonía con Pareja de Vega, mientras que en la órbita más cercana a Marín se situarían dos de los parlamentarios naranjas por Málaga: Carlos Hernández White y Teresa Pardo; esta última incluso llegó a sonar como posible consejera hace unos meses cuando el vicepresidente de la Junta abogó por una remodelación del gobierno autonómico que ampliara las carteras.

Los dos consejeros malagueños de Ciudadanos no están, según las fuentes, inmersos en las cuestiones orgánicas. Javier Imbroda, que entró en política por Albert Rivera, está centrado en sus responsabilidades al frente de Educación, mientras que a Rocío Blanco, responsable de la cartera de Empleo, se le atribuye un perfil más técnico que político.