Paradas Romero ajusta cuentas con Ciudadanos

Acompañado de sus abogados, Rafael Mesa López y Rubén López, Paradas Romero dio su versión sobre los acontecimientos leyendo un comunicado de siete páginas donde sostuvo que el viernes recogió la sentencia condenatoria a las 9.10 de la mañana y que veinte minutos después ya la había puesto en conocimiento de la dirección provincial. Tras ello fue citado en la cafetería del hotel Barceló a una reunión a la que asistieron el líder del partido en Málaga e integrante de la cúpula nacional, Guillermo Díaz, y el secretario de Política Institucional, Alejandro Carballo, y donde él asistió acompañado de varios amigos, entre ellos el parlamentario andaluz Javier Pareja de Vega, uno de sus principales apoyos en el partido.

En ese encuentro, según su versión, se le trasladó el apoyo de la cúpula nacional de los liberales «en nombre de María Bravo, secretaria general de Ciudadanos, tal y como lo detalló Díaz para ratificarme en mi puesto, además que desde el punto de vista personal me mandaba un abrazo, me hacía llegar que el partido estaba conmigo y que confiaban en mi inocencia, y que hablaba también en nombre de Inés Arrimadas y de Edmundo Bal, que estaban al tanto de todo. El argumento que me traslada es que ellos mismo estaban percibiendo incongruencias en el desarrollo de los hechos de la última semana y que lo lógico era esperar a que hubiese una sentencia firme».

José Luis Paradas Romero sostuvo que en hasta «cuatro ocasiones» le insistieron en esa reunión que no dimitiera «sea cual sea la presión» ya que dejaría al partido «muy mal» una vez tomada la decisión de respaldarme y hacer un comunicado oficia en ese sentido. «Me dicen que debemos demostrar cohesión e ir todos en la misma línea. Yo le traslado que mi intención nunca ha sido la de dimitir porque yo no había realizado nada ilícito», apostilló.

Paradas Romero añadió que al día siguiente, sábado, recibió la llamada de la concejala Noelia Losada para quedar por la tarde a tomar un café. Una hora después, le volvió a telefonear para notificarle que había «un cambio de opinión» y que solicitan su dimisión. Ante su petición de explicaciones, no recibe, en un primer momento, respuesta. «A continuación, Noelia me traslada que ella había pensado en que me apartara un tiempo a lo que le vuelvo a preguntar el por qué del cambio y en esta ocasión me comenta que han existido muchas presiones sobre Madrid, en concreto de Andalucía, y que la directiva nacional había cambiado de decisión y que si yo no estaba dispuesto a ello que en una hora lanzarían un comunicado anunciando mi destitución», manifestó, aunque, a preguntas de la prensa, no quiso concretar si esas presiones desde la dirección andaluza vinieron de Juan Marín.

Asimismo, criticó que en el comunicado de su destitución se diera la impresión de que él no había estado localizable y que le habían dado un margen de tiempo para que decidiera cuando, según su versión, no fue así. «Hablamos de una manipulación de los hechos que sólo busca hacer más escarnio y humillación hacia mi persona. Mentir para no reconocer que el partido ha cambiado tres veces de opinión en 24 horas. Mentir para reconocer que es un partido veleta. Mentir para no reconocer que las direcciones del partido actúan como pollos sin cabeza. Mentir para intentar seguir engañando a la población haciéndoles creer que este partido se mueve por interés público», afirmó.

«Me siento traicionado, desamparado», aseguró el exárbitro, quien justificó su baja como militante en que los principios por los que se rige en la actualidad Ciudadanos «son muy diferentes a los del Ciudadanos de los inicios» y dijo haber recibido el apoyo de una gran parte de los militantes del partido en Málaga, así como de los clubes deportivos de la ciudad en sus diferentes disciplinas deportivas. En su intervención se mostró duro contra su partido en general y en especial con Guillermo Díaz, y fue menos beligerante con Noelia Losada, a quien agradeció «su confianza» a la hora de nombrarle para el cargo.

El exárbitro reiteró su inocencia sobre los hechos por los que ha sido condenado y presentará un recurso ante la Audiencia Provincial. «No he hecho esas llamadas», aseveró, al tiempo que reiteró que su cuenta de Facebook fue hackeada y que tienen un sospechoso aunque no quiso dar su nombre públicamente.

Asimismo, recordó que los estatutos del partido no le obligaban a dimitir porque en los mismos se habla de casos de corrupción o cuando se abre un juicio oral, lo que no ha ocurrido en su caso y dijo no creer en las casualidades al referirse a que el día antes de su juicio el alcalde de Málaga, Francisco de la Torres, firmó un acuerdo de estabilidad con el concejal no adscrito, Juan Cassá, aunque evitó profundizar sobre esta insinuación.

José Luis Paradas Romero concluyó diciendo que se va con la cabeza «muy alta», que vuelve «feliz» a su empresa y aseguró: «No necesito el sueldo de la política para vivir».