Con serenidad, digiriendo con moderación el resultado, sabedor de que es un voto prestado para que se haga una buena gestión y abrumado. Así se siente Elías Bendodo Benasayag (Málaga) tras el histórico resultado cosechado por el PP de Andalucía en las elecciones autonómicas del ... pasado domingo y que le dieron la mayoría absoluta a Juanma Moreno. Un triunfo donde el presidente del PP de Málaga y número tres de la dirección nacional ha jugado un papel clave como coordinador de la campaña. De la resaca electoral, del futuro gobierno, donde no repetirá como consejero de Presidencia y portavoz, y de su papel en la política nacional habla en esta entrevista con SUR.
–¿Se esperaban este resultado?
–Creo que se ha hecho muy buena campaña, y no es porque yo la haya dirigido. El candidato ha hecho una buena campaña y todos los territorios, también; en Málaga ha sido espectacular. Una campaña limpia, propositiva, constructiva, de contar lo que hemos hecho, lo que queremos hacer y de levantar el sentimiento de orgullo de los andaluces. Ha sido una campaña muy buena y ha estado muy bien definida. ¿Por qué? Normalmente las campañas al partido del Gobierno le desgasta y este partido ha conseguido la mayoría absoluta en la campaña.
–El día antes del 19-J, ¿tenían ya datos de que podrían lograr la mayoría absoluta?
–Incluso antes. En plena campaña, ya empezábamos a recibir informaciones donde, en algunos casos, se podía hablar de una mayoría absoluta. No nos lo quisimos creer y seguimos trabajando hasta el final.
–En que los andaluces han sabido entender el mensaje de cambio y el mensaje del Gobierno del cambio. Andalucía ha estado muchísimos años bajo el yugo socialista, por debajo de nuestras posibilidades, y si algo ha conseguido el Gobierno del cambio de Juanma Moreno es hacerle ver a los andaluces que podíamos liderar a España. Y esos son los datos últimos que hemos arrojado. Ese sentimiento de que era posible, unido al sentimiento de orgullo de ser andaluces por conseguirlo ha hecho que los andaluces apoyen masivamente a Juanma Moreno.
–En ese resultado general, Málaga ha vuelto a demostrar que es un bastión del PP.
–Sin duda. La familia del PP de Málaga está muy contenta. Han sido los mejores resultados de nuestra historia en unas elecciones autonómicas con el 47,1% de los votos y 10 escaños. Nunca ningún partido en unas andaluzas había llegado a este número de escaños. Málaga ha sido clave en la mayoría absoluta. ¿Qué ha pasado aquí? Málaga ha sido la tierra más castigada por los anteriores gobiernos socialistas y Málaga ha entendido que era su momento con el Gobierno del cambio, no porque el presidente de la Junta y yo mismo seamos malagueños, sino porque hemos desbloqueado los proyectos históricos de esta provincia. Por fin, Málaga ha tenido en Andalucía el lugar que se merece y le correspondía. Málaga ha sido la locomotora que ha tirado del cambio y de la mayoría absoluta.
–¿Aliviados por no tener que depender de Vox?
–No nos apetecía, la verdad. Mejor un gobierno en solitario que nos permita hacer nuestras políticas antes que tener que ir acompañado. Pero ojo el presidente ya lo ha dicho: vamos a gobernar como si no tuviéramos mayoría absoluta, desde la humildad, hablando con todos y pactando con todos. Las mayorías absolutas se pierden cuando uno se cree que tiene mayoría absoluta. Los andaluces han premiado el diálogo, la moderación y la humildad.
«Málaga ha sido la locomotora que ha tirado del cambio y de la mayoría absoluta»
–En la campaña, Juanma Moreno pidió voto prestado incluso a los socialistas para lograr una mayoría suficiente. ¿Cómo se gestiona ahora esta situación para satisfacer las expectativas de votantes de muy distinta ideología y transversales?
–Nosotros calculamos que ha habido una transferencia de votantes del PSOE al PP de en torno al 20%, casi 200.000 andaluces que votaron al PSOE en las últimas andaluzas han votado ahora al PP. Por tanto, se ha demostrado que el voto no es patrimonio de nadie, que te lo prestan los ciudadanos por cuatro años y si haces una buena gestión te lo renuevan y si no, te lo quitan. Y el PP ha hecho una política de gobierno transversal, con un líder moderado, con políticas centristas, que ha hecho que muchas personas se sientan cómodas con Juanma Moreno.
–¿Pueden convivir en el PP el 'modelo Moreno' con el 'modelo Ayuso'?
–Perfectamente. La suerte y el reto que tiene el PP es tener liderazgos que se identifiquen plenamente con el territorio. Tener la capacidad de que el PP sea un partido del territorio en todas las comunidades y tener un líder que se identifique con la forma de entender la vida en ese territorio. Juanma lo es en Andalucía, Ayuso lo es en Madrid y en Castilla y León lo hace Alfonso Fernández Mañueco.
–¿Cuál de los dos modelos le gusta más a usted?
–El modelo es el mismo. El PP es un proyecto nacional, liberal, centrista, donde lo que pretendemos es bajar los impuestos, crear empleo y apostar por las familias. Ese es el modelo en toda España y cada líder tiene su matiz.
El centro y críticas al PSOE
–El discurso de Juanma ante la Junta Directiva Nacional donde definió al PP como el «el partido de las clases medias y trabajadoras, el partido del pueblo», buscando la centralidad, ¿es una enmienda a la doctrina de Pablo Casado que buscaba más ese espacio a la derecha?
–La historia nos ha demostrado que el PP sólo ha ganado unido y desde el centro. El centro político no es una ideología es una forma de entender la vida desde la moderación y el entendimiento con todos. ¿Qué significa eso? Que el PP tiene que tener siempre un pie puesto en el centro y con el otro pie puede pivotar a derecha y a izquierda para llegar a acuerdos con todos. Ese es el modelo de éxito que se ha aplicado en Andalucía y Feijoó aplica en España. El PP cuando se disfraza, pierde.
–A Juanma Moreno se le ha visto abanderar el discurso andalucista, de reivindicación de esta tierra, ¿quiere el PP ser en los próximo 30 años lo que fue el PSOE en los últimos 40 en el sentido de un partido identificado con un territorio?
–Todo lo contrario. El PSOE no fue un partido identificado con el territorio. El PSOE manoseó y utilizó a su beneficio Andalucía. El PP quiere ser el partido que defiende a Andalucía a toda costa por encima de cualquier otra cosa. ese va a ser el PP de presente y de futuro. ¿Eso es andalucismo? Sí, andalucismo constitucional. Andalucismo donde uno se siente orgulloso de ser andaluz y de ser español. El ADN del PP es defender a Andalucía.
–Ahora llega el momento de formar un gobierno dónde usted no estará, ¿qué sensaciones tiene al abandonar el ejecutivo?
–En la política y en la vida es importante saber llegar y saber irse. Es mejor irse cuando se está en el mejor momento que cuando se está en el peor momento. Y yo creo que me voy en un buen momento. A partir de ahí, yo soy andaluz, de Málaga, voy a seguir vinculado a Málaga y Andalucía, aunque esté ahora en Madrid.
–¿Le hubiera gustado seguir de consejero?
–Yo disfruto más del camino que de la meta. El reto que durante cuatro años hemos tenido que trabajar para construir un líder, para llegar a gobernar en Andalucía fue apasionante, estar en el Gobierno ha sido apasionante y ahora volvemos al camino. Volver al camino significa trabajar con un gran líder como es Alberto Núñez Feijóo para ayudarle igual que ayudamos a Juanma a llegar a San Telmo, ahora se trata de volver a hacer el camino para ayudar a Feijóo a llegar a La Moncloa. Esto de hacer el camino permanentemente es muy judío.
Sobre su marcha del Gobierno autonómico: «En política hay que saber irse y yo me voy de Andalucía en un buen momento»
–Se habla estos días de que Antonio Sanz podría ser el consejero de Presidencia y Marifrán Carazo, la portavoz del gobierno andaluz. Ambos cargos los ostenta usted actualmente, ¿le gustaría que fueran sus sustitutos?
–Ahí no voy a entrar porque el presidente es muy celoso con sus competencias. El presidente de cualquier comunidad autónoma tiene muy pocas competencias propias y exclusivas: disolver el Parlamento para convocar elecciones y nombrar el Gobierno. Eso lo va a ejercer él al cien por cien. Él va a trabajar consigo mismo para construir el mejor gobierno posible para Andalucía y los afectados se van a enterar la misma mañana. Por tanto, todo lo que se va a oír estos días son especulaciones, que nada más pueden hacer perjudicar a esas personas.
–Ha sido elegido parlamentario andaluz, ¿estará toda la legislatura?
–En principio tomaré posesión el día 14 de julio y estaré en el Parlamento, luego ya veremos.
–¿Baraja la opción de ser nombrado senador por designación autonómica?
–Esa puede ser una opción. Tengo que concretarlo todavía con mi presidente nacional.
–¿Va a encabezar la lista del PP por Málaga al Congreso en las próximas generales?
–Para eso queda mucho todavía.
–¿Es una posibilidad?
–No lo sé. Vamos por parte. Lo primero es el 14 de julio que es la toma de posesión en el Parlamento, que me hace ilusión porque nunca he sido parlamentario.
«Ciudadanos iene gente muy valiosa que deben seguir en la vida pública al tener mucho que aportar»
–¿Le gustaría que en el nuevo gobierno haya consejeros que estaban en la órbita de Ciudadanos?
–Ciudadanos ha sido un socio leal en el Gobierno, con buenos consejeros, buenos cargos intermedios también y un gran vicepresidente. Ojo, Juan Marín es el segundo político mejor valorado en Andalucía, pero no ahora, sino en toda la legislatura. Por tanto, Andalucía tiene buen concepto de Juan Marín, el problema es que la marca no le ha ayudado a Juan Marín, esa es la realidad. Estoy convencido de que Ciudadanos tiene gente muy valiosa que debe seguir en la vida pública porque tienen mucho que aportar, pero, al final, la decisión última es del presidente.
–¿Cómo son sus relaciones con Juanma Moreno?
–¡Qué le voy a contar! Primero es mi amigo y después ha sido mi presidente. A partir de ahí ya lo he dicho todo.
–Se lo preguntaba porque cuando se celebró el congreso extraordinario que eligió a Feijóo, donde usted fue designado coordinador general del PP se comentó que su relación con Moreno se había enfriado por su ascenso en la dirección nacional. ¿Hubo recelos?
–No, no. Juanma y yo somos amigos desde hace muchos años y entendemos la política de la misma forma, desde el servicio público a los ciudadanos, la moderación y el diálogo. Por tanto, ahí no hay ningún inconveniente ni problema. Es más somos piña, uña y carne. ¿Qué ha pasado? Que yo dejo de trabajar con él porque ahora me reclama el presidente nacional, eso es lo que él yo debatimos.
–¿Le ofrecieron ser secretario general?
–No.
–¿Cómo está siendo la experiencia como cargo nacional del partido?
–Todavía a medio gas porque he estado centrado en la campaña andaluza. El reto es apasionante y enorme porque es construir un proyecto ganador para dentro de unos meses y estar preparado para gobernar.
–Desde sus inicios en la política siempre ha estado en labores de gobierno, ahora a nivel nacional va a estar en la oposición, ¿ha asimilado ya ese nuevo rol?
–No, la verdad que es que no. Ahora va a ser mi primera experiencia en la oposición, pero es apasionante porque se trata de construir un proyecto fuerte, perfectamente engrasado para conseguir que Alberto Núñez Feijóo sea presidente del Gobierno.
–¿Se ve como ministro?
–No, no. ni mucho menos.
–¿No le gustaría?
–No me veo en ese papel ahora mismo bajo ningún concepto. Ahora mismo hay que hacer el camino, más que la meta.
Entrevista a Elías Bendodo
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