Málaga baraja traer agua en barco desde Valencia o Murcia y Emasa ya prepara la tubería

La Junta de Andalucía ha puesto sobre la mesa, como medida de último recurso contra la grave sequía, la posibilidad de traer agua en barco. No es fácil ni barato. Queda mucho camino por andar, pero ya se multiplican las reuniones con las operadoras de agua. Emasa ha tomado la iniciativa y ya está acondicionando la gran tubería que parte del puerto hacia toda la red de abastecimiento y que fue construida para la sequía del 95.

Es turno para las empresas suministradoras de agua y las navieras. Hay muchísimos contactos, que, por ahora, deben conectar dos mundos que no suelen relacionarse: el del suministro de agua y el de la operativa de los puertos. ¿Cuánto tiempo puede estar un barco atracado bombeando?, ¿cómo tender las tuberías entre el muelle 9 y la toma?, ¿qué capacidad de bombeo hay?, ¿cuánto tiempo hay que contratar los barcos?

Fuentes cercanas a la operativa confirman a SUR que Emasa ya está revisando la tubería (incluyendo el uso de cámaras) que recibiría este agua y la enviaría a los diferentes puntos de abastecimiento con tres zonas clave. En primer lugar, el bombeo de la Rosaleda para enviar hacia la Axarquía (sistema Viñuela) y al propio pantano del Limonero si hiciera falta. En segundo lugar, la propia desaladora del Atabal, donde se trata todo el agua de Málaga y cuya capacidad ha sido ampliada en un 10%. En tercer lugar, el bombeo de Rojas, en Churriana, que está siendo ampliado actualmente para subir a 500 litros por segundo de manera bidireccional el intercambio de caudales entre la Costa y Málaga.

Dentro del puerto, la tubería tiene la toma en el muelle 8, el de Pescadería, y habría que implementar un tubo por el cantil del muelle 9, donde se efectuaría la descarga. La toma sale del puerto por la zona del puente de hierro sobre el Guadalmedina. Que no se haya abordado todavía ese tubo de extensión para conectar con los barcos es otro problema añadido.

Para ponerlo en servicio, se tienen que hacer previamente dos tareas: la más importante es prolongar la tubería unos 100 metros hasta el cercano muelle 9 (el de contenedores), que es donde hay calado para que atraquen los buques cisterna, que irían cargados con hasta 100.000 metros cúbicos de agua bruta o 40.000 m3 de recursos ya listos para consumir. Emasa está centrándose más en el estudio del agua ya potable, directamente para inyectar a la red.

Los cálculos iniciales apuntan a una capacidad para bombear hasta 2.000 metros cúbicos por hora. En caso de cisternas de 40.000 m3 serían unas 20 horas de descarga de agua ya potable. En el caso de los de 100.000 m3 de líquido prepotable, en bruto, la operativa se complicaría dado que son barcos que pueden bombear 6.000 metros cúbicos por hora, pero la infraestructura receptora no es tan potente. Ahí los costes portuarios, que no son menores, se dispararían por el número de horas, que también afectarían al tráfico normal del recinto.

Las navieras están manejando singladuras de 15 ó 16 horas para terminar de ajustar unos costes que ahora mismo son difíciles de precisar y que subirán por las leyes de la oferta y la demanda. El antecedente catalán fijaba unos 4 euros por metro cúbico, que, según las fuentes, serán más altos.

Cobran fuerza procedencias como Cartagena (72.000 metros cúbicos diarios que produce su desaladora) o Sagunto (22.900). Carboneras (Almería), por su parte, ha llegado a ser estudiada por el sector pero la Junta la plantea junto a Algeciras y Málaga como puertos estratégicos de descarga. En todos estos puertos, las plantas de producción están cerca. También se ha llegado a analizar Huelva y Marsella. En este último caso, al ser agua de río, si se demora el viaje pueden existir problemas de proliferación biológica.

Todo está a la espera de que la Junta fije un mapa de reparto de los trabajos. Mientras, empresas como Acosol ya han realizado una provisión importante de fondos para esta situación de emergencia que se combinará con medidas como ampliar la desaladora de Marbella en 8 hectómetros e instalar desaladoras portátiles en pozos salobres (Trapiche, Guadalmansa y Fuengirola), así como la recuperación de acuíferos en el Bajo Guadalhorce.

El suministro a la Axarquía y Costa también debe ser analizado en profundidad, dado que no existen instalaciones portuarias adaptadas en aquellas comarcas y habrá que ver si se opta por la interconexión desde el Puerto de Málaga u otras fórmulas. Uno de los problemas que pueden darse es que, si bien los bombeos e interconexiones están a punto, el estado de la red no es el óptimo.

Algunos planteamientos piden empezar con el procedimiento ya, utilizando depósitos y embalses como reserva. Ello permitiría escalar costes tanto del agua en origen como la logística. Si el tiempo se echa encima, se multiplican los costes y baja la disponibilidad de buques. Eso, si no concurren nuevos factores como los precios de los combustibles, conflictos, crisis...

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