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Narváez, Castillo Casermeiro, Blanco, Cervantes y De la Torre, tras la entrega de las distinciones. ñito salas
Asociación de la Prensa Málaga

Ejemplos de amor al oficio periodístico

Medallas de Honor ·

La Asociación de la Prensa de Málaga entrega su Medalla de Honor del Periodista a Azucena Cervantes y a la UMA y la distinción de Socio de Honor a Manuel Castillo Casermeiro

Martes, 24 de enero 2023, 20:30

'Todo pertenece al amor'. Bajo ese título, el papa Francisco ha publicado recientemente una carta apostólica con motivo del cuarto centenario del fallecimiento de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, cuya festividad se ha celebrado este martes. Una efeméride que ha sido, un año más, el marco para que la Asociación de la Prensa de Málaga reconozca a los periodistas Azucena Cervantes y Manuel Castillo Casermeiro, dos ejemplos de amor al oficio periodístico -que se resume en aquello que dijo el italiano Eugenio Scalfari: «Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente»- así como a la Universidad de Málaga (UMA), al cumplir cincuenta años.

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En el transcurso de una gala desarrollada en la sede de la Fábrica de Cervezas Victoria en la capital y retransmitida por Canal Málaga, Azucena Cervantes (Almería, 1957) recibió la Medalla de Honor de Periodista 2023 en reconocimiento a una trayectoria profesional que comenzó en 1981 cuando siendo todavía estudiante de Periodismo, en la Universidad Complutense, empezó a hacer prácticas en SUR. Un periódico donde dos años después, una vez finalizados sus estudios, entró en la plantilla, siendo de las primeras mujeres licenciadas en Periodismo en trabajar en el diario. Una redacción donde permaneció hasta 1991 en que se incorporó al gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Málaga de la mano del entonces jefe de prensa de la Casona del Parque, Luciano González Osorio. Hasta su jubilación, en 2022, permaneció en este gabinete.

«Esta medalla significa para mí cariño, que nos hemos relacionado bien y que, de alguna manera, he sido útil en algún momento», afirmó Cervantes al recoger la medalla de manos de la presidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga, Elena Blanco. La galardonada destacó que Málaga le ha dado «muy buena vida personal y profesional». «He visto cómo el patito feo que era Málaga cuando llegué en 1981 se ha convertido en una ciudad guapa y pujante», sostuvo la periodista, quien recordó sus inicios en SUR, donde tuvo un recuerdo emocionado para los exdirectores Joaquín Marín y José Antonio Frías, y su trabajo en el Ayuntamiento. Su intervención la concluyó defendiendo que en los actuales tiempos se necesitan periodistas «con credibilidad».

Azucena Cervantes es un ejemplo de los periodistas que se tuvieron que formar en Madrid porque en Málaga no había Facultad de Periodismo. Un hito que se consiguió a partir de 1992 cuando estos estudios empezaron a impartirse en la UMA, una institución académica que acaba de cumplir su primer medio siglo de vida. Un cumpleaños que la Asociación de la Prensa aprovechó para conceder su Medalla de Honor del Periodista a la Universidad de Málaga para reconocer «el trabajo continuo y riguroso de tres generaciones de docentes, muchos de ellos periodistas, y de profesionales de la Comunicación que eligieron nuestra universidad para formarse».

Manuel Castillo Casermeiro durante su intervención, acompañado de su hijo Manuel Castillo, director de SUR. ñito salas

La distinción fue recogida por el rector de la UMA, José Ángel Narváez, quien consideró «un honor y un privilegio» recibir la distinción de una organización profesional con la que la universidad tiene unas «magníficas relaciones» y porque representa a los profesionales que «explican la realidad» y porque la comunicación es uno de los ejes de acción de la universidad. Acompañado en el acto por la exrectora Adelaida de la Calle, Narváez remarcó que la UMA es una universidad «comprometida» con la sociedad actual y ratificó su compromiso de seguir trabajando «por una sociedad mejor».

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«El primer reto es recuperar la credibilidad y confianza de la ciudadanía», subraya Elena Blanco, presidenta de la APM

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En la hemeroteca de este periódico se pueden encontrar centenares y centenares de crónicas con la firma de Manuel Castillo Casermeiro (Málaga, 1932), a quien la Asociación de la Prensa le entregó la distinción de Socio de Honor al cumplir cincuenta años como integrante de esta organización profesional. Castillo Casermeiro, que ya en 2008 recibió la Medalla de Honor del Periodista, es uno de los referentes de la información deportiva en el periodismo malagueño. Autor de varios libros, estudió Magisterio y luego Periodismo. Sus comienzos en el mundo de la comunicación fueron en la revista 'Triunfo', de la que pasó a 'Sábado Gráfico', desde donde colaboró en el nacimiento de varios semanarios. En 1961 entró en la redacción de 'Marca', trabajo que simultáneo con 'Sábado Gráfico'. En 1971 se incorporó al diario vespertino de Málaga 'La Tarde' y cuatro año después se incorporó a SUR, donde fue responsable de la sección de Deportes hasta su jubilación en 1997.

Palabras «con el corazón»

Con cincuenta años de ejercicio profesional a sus espaldas, Castillo Casermeiro se subió al estrado para hablar «con el corazón» para agradecer no sólo la distinción sino también que el acto sirvió para reencontrarse «con tantos compañeros y amigos y me ha hecho recordar tiempos y comprobar el cariño de los compañeros». El periodista, que aún sigue escribiendo un artículo semanal en SUR, recordó anécdotas de su etapa en SUR y se refirió al cambio que ha experimentado la Asociación de la Prensa de Málaga en el último medio siglo que le ha permitido pasar de ser una asociación «pequeña a una que es de las mejores, que cuida y protege a los asociados y desarrolla una serie de actos que la han convertido en un punto de encuentro para la cultura».

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En el acto, Elena Blanco Castilla destacó en la importancia de premiar la buena práctica periodística: «Es una forma de valorar la contribución que los periodistas hacen al conocimiento y formación de la sociedad, además de motivarles a realizar siempre un trabajo fundamentado en el rigor y la calidad».

Blanco Castilla incidió en los múltiples problemas que afectan a la profesión y animó a dar los pasos para solucionarlos: «El primer reto es recuperar la credibilidad y confianza de la ciudadanía. Necesitamos de una sociedad informada, que huya de populismos y polarizaciones y que exija a los medios el cumplimiento de su función de servicio público». Añadió que es el momento de propagar que sin un buen periodismo no se pondrá freno a la desinformación ni se recuperará la confianza de la audiencia.

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