Los malagueños se ahorrarán 86,5 millones de euros en impuestos con la rebaja fiscal andaluza

Así, España ha detallado a través de un comunicado que «el dinero que se quedará en los bolsillos de los ciudadanos malagueños representa el 24,06% de los 359,4 millones en que se ha cifrado el impacto total de las medidas»; es decir, en la provincia malagueña quedará casi uno de cada cuatro euros previstos en la rebaja fiscal andaluza. Desde el Ejecutivo regional han afinado que Málaga reúne el 19,12% de los declarantes del IRPF y el 21,06% del impacto de la modificación de los tramos del IRPF. O lo que es lo mismo, en la provincia se concentrarán 26,4 millones de los 124,4 millones de impacto total previsto en este flanco.

En este punto, conviene recordar el mecanismo empleado por el Gobierno andaluz en esta medida, motivada por la incesante escalada de precios, conocida en términos económicos como inflación. El sistema aplicado por la Junta en este caso recibe el nombre de deflactación y consiste en aplicar a los tramos del IRPF el mismo porcentaje de subida previsto para el aumento de los salarios. Como el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha calculado una subida salarial media del 4,3%, la Junta ha decidido subir en ese mismo porcentaje las cantidades que sirven para separar los tres primeros tramos del IRPF en la cuota autonómica.

Dos ejemplos: el primer tramo de renta (al que se le aplica un 9,5%) pasaría de 12.450 euros a 12.985,35 euros anuales y el segundo (con un 12% de carga fiscal) subirá de 20.200 a 21.68,60 euros. ¿Por qué? Porque puede darse la situación que un trabajador al que se le aplique una subida del 4,3% en su nómina pase de un tramo al siguiente, teniendo que pagar más impuestos. Así, en la práctica, una ganancia salarial se traduciría en una mayor carga fiscal y el contribuyente saldría perdiendo. Con ese argumento, la Junta ha ampliado las tres primeras escalas del IRPF (las de las rentas más bajas) para evitar esa posible penalización.

En paralelo, la supresión práctica del Impuesto de Patrimonio tendrá en Málaga un impacto de 34,6 millones de euros, lo que supone el 36,4% de los 95 millones de euros en los que cifra esta medida la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeo. «En Málaga había hasta ahora 5.591 declarantes de este impuesto, que representa el 29,77% del total de declarantes», apostillan desde el Ejecutivo andaluz. Y en tercer lugar, la supresión del canon del agua dejará en 2023 un total de 25,7 millones en los bolsillos de los malagueños, según los cálculos de la Junta, que detallan que esa cantidad representa el 18,5% de los 140 millones de ahorro previstos en toda Andalucía.

Con estas cifras sobre la mesa, España reitera que el decreto de la reforma fiscal andaluza «nada tiene que ver con la solicitud al Gobierno de la nación de un fondo de nivelación transitoria que compense la infrafinanciación que sufre Andalucía desde el año 2009 y por el que se ha acumulado una deuda de más de 11.000 millones de euros por parte de la Administración central hacia los andaluces».

Las declaraciones de España llegan como respuesta a las manifestaciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quién ha calificado como «incoherente» al Gobierno andaluz por bajar impuestos mientras reclama más recursos al Gobierno central. «Lo que pedimos es simplemente igualdad con el resto de ciudadanos, ni más ni menos», ha replicado España.

Y en esa línea, la consejera ha remachado que la rebaja fiscal andaluza no supondrá ninguna merma económica para la Administración regional, sino que «atraerá riqueza e inversión», ya que, según España, esa llegada de nuevos recursos compensará la merma en la recaudación fiscal. «Es una fórmula que funciona -ha cerrado España-, como ya demostramos en la anterior legislatura en la que, con cinco bajadas de impuestos, se logró sumar a 280.000 contribuyentes más»