
Secciones
Servicios
Destacamos
Las últimas lluvias han alejado el fantasma de la sequía en Málaga, aunque se trata de un balón de oxígeno extra que no oculta el déficit hídrico que viene arrastrando la provincia y que ya amenaza su crecimiento. Ante este escenario de escasez, la Junta de Andalucía ha activado en los últimos meses una batería de obras de emergencia para optimizar los recursos existentes, posibilitar la transferencia a zonas que peor lo están pasando, como la Axarquía, y sacarle más partido a las aguas regeneradas en las depuradoras y a la desalación. Soluciones de urgencia que deben venir acompañadas de las grandes infraestructuras pendientes para asegurar el abastecimiento a largo plazo como la renovación de la gran tubería de la Costa, el trasvase del pantano cordobés de Iznájar hasta la comarca de Antequera o la construcción de una desaladora en la Axarquía.
Ver fotos
«Una tierra sin agua es una tierra sin posibilidades de crecimiento. Málaga es una tierra magnífica, pero con muchos déficit desde hace mucho tiempo, y nos hace falta el dinamismo de provincias como Málaga para tirar del carro y convertir a Andalucía en una de las comunidades que más crece». Así lo ha asegurado la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, durante el coloquio organizado por SUR en colaboración con Sando en el que la dirigente autonómica ha apelado a «no renunciar a ninguna fuente hídrica» para garantizar no sólo el abastecimiento sino también el desarrollo y el crecimiento de la provincia.
carmen crespo. consejera de agricultura y desarrollo sostenible
«El agua puede ser la diferencia entre ser competitivos o quedarnos en el vagón de cola. Por eso, no podemos desdeñar ninguna fuente: transferencias y trasvases, aguas regeneradas, mejores conexiones para llevar agua de zonas en mejor situación a otras más deficitarias y, por supuesto, la desalación», ha remarcado Crespo durante su intervención, celebrada en el Parador de Golf y en la que ha sido presentada por el presidente de la Diputación, Francisco Salado.
En este sentido, ha vuelto a hacer un llamamiento al Gobierno central para que autorice el trasvase de Iznájar, que la Junta está dispuesta a financiar; y que acometa la construcción de una desaladora en la Axarquía que lleva años recogida en los sucesivos planes hidrológicos. En la misma línea de no descartar ninguna fórmula que permita garantizar los recursos, la consejera tampoco ha dado por enterrado el recrecimiento del embalse de La Concepción, aunque sí que ha reconocido el potencial de la presa de Gibralmedina que la Junta está impulsando en el Campo de Gibraltar para realizar aportes a la Costa del Sol. «No rechazamos ningún proyecto, pero necesitamos que nos acompañe el Gobierno central», ha abundado durante el coloquio mantenido con el director de SUR, Manuel Castillo.
Un discurso en el que la consejera ha destacado el esfuerzo inversor de la Administración regional para paliar la escasez en la provincia al amparo del decreto de sequía. En su conjunto, estas actuaciones suponen un desembolso de 61 millones y van a aportar unos 64 hectómetros cúbicos para asegurar el abastecimiento y el riego de cultivos. Para hacerse una idea, este volumen es superior al que admitiría la presa de La Concepción (61,5) o el equivalente al consumo doméstico anual de todo el litoral malagueño comprendido entre Nerja y Manilva.
En este lote de actuaciones destacan el 'bypass' de Churriana que ya permite llevar agua desde la Costa occidental hasta la Axarquía, la puesta en marcha de tres pozos en el río Chíllar (Nerja), la ampliación de la capacidad de tratamiento de las desaladoras de El Atabal (Málaga) y Marbella, o la incorporación del sistema terciario en todas las depuradoras del litoral oriental para producir agua reciclada con la suficiente calidad para dar de beber a los cultivos de la comarca.
A este respecto, la consejera ha anunciado la próxima convocatoria de dos líneas de ayudas dirigidas a los agricultores: una para mejorar la eficiencia energética de los regadíos (15,5 millones) y otra dotada de 25 millones para financiar hasta el 60% de la construcción de las conducciones necesarias para llevar a destino el caudal tratado en las depuradoras o en las desaladoras andaluzas.
Sin abandonar el tratamiento de las aguas residuales, Crespo ha resaltado los proyectos de nuevas depuradoras que se están impulsando, poniendo especial énfasis en la estación metropolitana que acabará con los vertidos al río Guadalhorce procedente de Alhaurín el Grande y Cártama. Con la redacción del proyecto y la ejecución de las obras adjudicadas a la unión temporal de empresas formada por Aquambiente, Dinotec y la malagueña Sando por un importe de 104,9 millones de euros, la previsión es que después del verano se acometan las expropiaciones con la idea de que los trabajos sobre el terreno puedan arrancar en 2023 y la depuradora esté operativa en 2025.
En su conjunto, el Gobierno autonómico tiene movilizados durante la presente legislatura un total de 304 millones de euros en política de aguas (1.500 millones en toda la región) que permiten generar 4.500 empleos directos. «El agua es fundamental para el presente y para el futuro porque, sin ella, Andalucía no puede crecer ni consolidar el empleo», ha subrayado.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.