El malabarista de los números: Maxim Dudik, bronce en las olimpiadas de matemáticas

En dos días (el pasado 16 y 17 de julio), los participantes tienen cuatro horas y media para resolver problemas. No se trata del teorema de Pitágoras ni de fórmulas sobre binomios. La complejidad es extrema y solo está al alcance de auténticos talentos de los números. Por lo general, las reglas son simples. Participan más de cien países y cada uno cuenta con un equipo formado por seis jóvenes. Tienen que tener menos de 20 años y no pueden haber iniciado ya una carrera universitaria. España cuenta con una buena cantera, pero no es de los países punteros. Al menos, hasta ahora. Las medallas se las solían repartir Estados Unidos, China o Alemania, por ejemplo. El bronce de Maxim ha supuesto una irrupción en el olimpo de las medallas. «Estoy muy contento con el resultado», expresa en una conversación telefónica con SUR, que se produce mientras espera al avión que le trae de vuelta a Málaga.

Maxim se ha preparado de manera intensa. Como un atleta que aspira a convertirse en plusmarquista, este joven lleva unos meses de estudio intenso. «Entre cuatro y cinco horas diarias. La última semana antes de las olimpiadas nos fuimos todos a Cataluña para entrenar», relata una experiencia que recuerda a la de cualquier concentración de un equipo de fútbol antes de una gran final. Maxim pasará el curso que viene a lo que sería el equivalente de segundo de bachillerato. Aunque en los últimos compases de la preparación las cabezas echaban humo, el joven asegura que las matemáticas son su gran pasión. «Tienen que gustarte para entrenarte con la intensidad que lo hemos hecho», añade.

Pero quien piensa que en la cabeza de Maxim solo existen números, fórmulas o geometría se equivoca. «Me encanta el fútbol», confiesa. De hecho, la final de la Eurocopa la vio en 'territorio hostil' y no se cortó a la hora de celebrar el triunfo de España sobre Inglaterra. Para el resto del verano tiene planes como cualquier otro joven de su edad:«Pasar mucho tiempo en playa, que la tengo a diez minutos andando de casa».

Tratar a estos jóvenes de 'frikis' o 'nerds' sería un error. Más bien, lo justo sería hablar de genios de las matemáticas. Tampoco es algo que a Maxim le pase en su día a día. En su colegio sienten orgullo por su alumno y, en general, las matemáticas gozan de cada vez más aceptación y atractivo. Uno de los factores que han sido diferenciales par Maxim es su participación en el Taller de Ingenio Matemático que dirige la profesora Cristina Draper, del departamento de Álgebra, Geometría y Topología de la Universidad de Málaga (UMA). El padre de Maxim es abogado y su madre es programadora. Para su futuro, apunta también a la informática, aunque aún no sabe si estudiará en la UMAo se irá fuera de España. Con el bachillerato (Abitur) que obtendrá en el Colegio Alemán, puede aplicar en cualquier universidad el país germano.

La experiencia de Maxim en este tipo de competiciones es dilatada. Representó a Andalucía en la fase nacional de la Olimpiada Juvenil el año pasado.

En las Olimpiadas de Matemáticas de España obtuvo la medalla de oro. Fue en Calatayud y le sirvió para ratificar que el malabarista de los números con toque 'malaguita' es este joven que reside en Marbella y siente pasión por las matemáticas.