Pasar de curso en la ESO con suspensos provoca el rechazo de la comunidad educativa

La LOMLOE supone un cambio profundo en la organización curricular, recupera las calificaciones cualitativas (de insuficiente a sobresaliente), introduce nuevas materias relacionadas con la tecnología y la digitalización, otra forma de enseñar y, sobre todo, de evaluar. Esta es una de las cuestiones que más polémica ha levantado y que ya, con la publicación de norma, entrará en vigor. Los estudiantes podrán pasar de curso sin límite de suspensos.

CSIF critica el nuevo currículo porque considera que no mejorará el modelo educativo, arranca sin ninguna negociación y está al margen del criterio de los docentes. El sindicato siempre se ha mostrado en contra de la promoción automática, de no reconocer el esfuerzo como un valor pedagógico y minusvalorar la importancia de los contenidos, que son necesarios para que el alumnado pueda adquirir competencias. «Esto menoscaba el valor de la titulación de los centros públicos, vulnerando la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior y ampliando los nichos de negocio de la educación privada», indican.

En este mismo sentido, el sindicato de profesores ANPE mantiene su «absoluto desacuerdo» con que se obtenga un título como es el de Secundaria con alguna asignatura suspensa: «Esta medida envía un mensaje contrario a la cultura del esfuerzo, del rigor y del mérito en el que la ausencia de incentivos para lograr la excelencia académica resulta desmotivadora para el profesorado y el alumnado».

También el sindicato de la enseñanza concertada FSIE se ha posicionado en contra de poder obtener la titulación con suspensos y con la promoción con asignaturas pendientes «que no va acompañada de un incremento de profesorado para poder atender de forma individualizada a esos alumnos que tienen dificultades de aprendizaje».

Entre las asociaciones de padres, el presidente nacional de CONCAPA, Pedro Caballero, aseguró que pasar de curso con suspensos «destierra de una vez por todas la cultura del esfuerzo y del trabajo, desmotivando al resto del alumnado y creando en el profesorado una responsabilidad que excede de sus competencias». También se mostró contrariado por lo que consideró «devaluación absoluta» de la Religión y la degradación de la Filosofía, «ambas necesarias para una formación integral de la persona».

En cambio, la Federación de AMPA de Málaga considera que se trata de un documento «de mínimos» y qué será ahora la Junta de Andalucía la que concrete los decretos por los que se va a regir la educación en Andalucía a partir del 1 de septiembre respecto al currículo y su concreción en asignaturas. También considera positivo que sean los equipos docentes los que decidan sobre la promoción de los alumnos y, respecto a las calificaciones no numéricas, Pilar Triguero, su portavoz, indicó que es un método más pedagógico para explicar a las familias las notas de sus hijos.

Ignacio Rivas, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la UMA, encuentra en la nueva normativa algunos aspectos positivos, aunque lamenta que no haya cambios sustantivos en la forma de concebir la enseñanza. Sobre la repetición, señaló que España es «una excepción entre los sistemas educativos occidentales» y que repetir es un indicador del fracaso del sistema. Pero para que sea una medida efectiva sería necesario más profesorado, que los centros no van a tener. También considera positivo que sean los equipos docentes los que decidan sobre la promoción del alumno, una medida que no obstante «comporta riesgos» pues se necesitan equipos bien asesorados. Asimismo, le parece positivo el cambio a una calificación cualitativa y no numérica, porque en la enseñanza obligatoria la nota no debe suponer segregación entre el alumnado. No obstante, Rivas lamenta que no haya cambios significativos en la concepción de las materias o que no se introduzcan asignaturas instrumentales que ayuden al alumnado en tareas diarias o domésticas.