Las lluvias se retiran tras dejar el agua equivalente a cinco meses de consumo en la capital

La calma atmosférica llega después de que la Semana Santa regara a la provincia con una lluvia constante, muy persistente, que alimentó la tierra y los sedientos embalses con más de 20 hectómetros cúbicos (Hm3), el equivalente al consumo de la capital malagueña durante cinco meses. El embalse de la Concepción, el que más vio crecer su nivel –explica cerca de la mitad de lo que se incrementaron las reservas de agua en la provincia en los últimos siete días– está al 50% de su capacidad. La Viñuela fue el segundo embalse que más creció con las precipitaciones de la semana, aunque en su caso lo almacenado apenas alcanza poco más del 14% de su capacidad. Casasola y Conde de Guadalhorce rondan, por su parte, el 28%. Guadalteba se acerca al 22% y el Limonero, al 20%.

En todo caso, los alrededor de 135 Hm3 de agua con que ayer por la tarde contaban los embalses malagueños –frente a los 113,5 de una semana antes– aún palidecen al lado de los más de 225 Hm3 que almacenaban hace un año. Por lo que se requeriría que en abril cayeran más chubascos y que éstos fueran tan productivos y tan aprovechados como lo fueron los del último tramo de marzo.

Las lluvias –incluso anecdóticamente la nieve en puntos montañosos– apuraron hasta el final de las fiestas, hasta avanzado el Domingo de Resurrección. De tal manera que en algunas zonas de la provincia, en las últimas 24 horas de las vacaciones, llegaron a caer más de 50 litros por metro cuadrado, como Majada de las Lomas, o cerca de esa cifra, como en Río Genal, en Río Benamargosa, Río Guadiaro o Alcaucin. Las lluvias ayer también regaron con alrededor de 40 litros por metro cuadrado al Embalse de la Viñuela, la Depuradora del Trapiche, Ronda o Cuevas del Becerro.

Pero el episodio de lluvias que provocó el paso de la borrasca Nelson pareció despedirse ayer de la provincia de Málaga. Desde este domingo a última hora se esperaba ya que comenzara a despejarse el cielo paulatinamente. Y ésa parece que va a ser la tónica dominante en los próximos días: cielo azul salpicado de alguna nube que no se prevé que descargue agua –para este lunes apenas hay un 5% de probabilidad de que haya algún chubasco por la tarde en la capital, y algo superior en el interior de la provincia, y para el sábado la probabilidad sube, pero apenas hasta el 15%, aunque en el interior, en Ronda, por ejemplo, los pronósticos dan una probabilidad del 55% a que regresen de nuevo las lluvias ese día–.

Y, en lo que a las temperaturas se refiere, primero, se prevé que se recuperen las máximas, para alcanzar los 20 grados centígrados para este lunes y este martes, que llegarán a ser 24 grados el viernes y el sábado, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A partir del miércoles serán las mínimas las que emprenderán su senda alcista: desde los nueve o diez grados llegarán a ser trece o catorce en el ecuador de la semana y 17 el sábado, aunque entonces puede haber nuevos recortes térmicos en el interior montañoso.