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La calle Larios está a punto de perder uno de los negocios más antiguos que quedan en la zona. La pastelería Lepanto, uno de los ... emblemas de la actual calle con sus llamativos toldos morados, bajará la persiana este jueves jueves 24 de octubre para dar paso a un nuevo establecimiento de hostelería. Abierto desde el año 1983, el grupo malagueño ha decidido cerrar su última cafetería por el incremento de las rentas y el descenso de la rentabilidad.
Según ha podido saber SUR, Lepanto será sustituida en la calle por otra empresa malagueña con gran implementación en la ciudad: La Canasta, que actualmente cuenta con otro establecimiento a apenas unos metros, en la plaza de la Constitución. De momento se desconoce la fecha exacta en la que volverá a abrir el local, ya que se someterá a una remodelación.
Fuentes de la empresa apuntan que el grupo priorizará a partir de ahora la división de catering, que ya cuenta con una gran implantación en toda la provincia. Sobre el cierre, reconocen que la pastelería tradicional elaborada con ingredientes de alta calidad como los que ellos utilizan no es lo más demandado en la actualidad y que prefieren dar ese giro antes que pasarse a los ultracongelados. «La esencia y la calidad de Lepanto seguirá siendo seña de identidad como hasta el momento», avanzan.
La tienda que ahora echará el cierre lleva 41 años atendiendo a malagueños y turistas y en ella trabajan 20 personas. El cierre, de hecho, ha provocado que se rescinda el contrato a 22 personas (las 20 de la cafetería más otras dos del obrador que tienen en Arroyo de la Miel).
Lepanto abrió su primer establecimiento en el año 1965 en Marbella. Su creador fue el empresario Pedro Pablo Hoz Herguedas, natural de Santander, que decidió emprender en la Costa del Sol el mismo oficio que había aprendido de su padre y de su abuelo. Su familia tenía pastelerías en Castro Urdíales, Santander y Laredo, pero él dejó el negocio a sus diez hermanos y se trasladó a Marbella para iniciar su propio camino. En la actualidad, el grupo está formado por 45 personas.
Como se ha comentado anteriormente, la empresa se volcará a partir de ahora en el servicio de catering, sector impulsado por la enorme cantidad de bodas, eventos sociales, culturales y empresariales que se celebran en la ciudad. Actualmente trabajan con especial implantación en Marbella, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Estepona, Torremolinos y la propia capital, tanto en fincas propias como alquiladas.
Aunque desaparezcan las tiendas -previamente cerraron las de Marbella y Torremolinos-, la empresa avanza que el servicio de pastelería lo mantendrán para todos los eventos privados y catering. Además están trabajando para habilitar un punto de venta en el obrador que tienen en Arroyo de la Miel.
Lepanto, por tanto, dará paso a La Canasta, grupo empresarial también malagueño que se encuentra inmerso en un importante proceso de expansión. De hecho, este pasado fin de semana ha estrenado una nueva cafetería en el centro comercial Plaza Mayor y ya cuenta con una treintena de establecimientos.
Con más de 40 años de experiencia en el sector de la panadería y la restauración, su fundador, Antonio Cárdenas, ha recibido este mismo año el premio Andalucía de Hostelería por su dilatada trayectoria profesional. También perteneciente a una saga de panaderos (su padre era el propietario de la panadería Cárdenas de El Perchel), su objetivo es seguir implantando la empresa por toda la provincia.
De momento se desconoce qué ocurrirá con la actual panadería que tienen en la plaza de la Constitución, ya que se encuentra muy próxima a la futura nueva ubicación. La Canasta cuenta actualmente con tres panaderías en el Centro Histórico: en la calle Atarazanas, en la calle Granada y en la referida plaza.
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