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El humedal más importante de la provincia de Málaga y uno de los espacios de biodiversidad más reconocidos de Europa ha desaparecido. La laguna de Fuente de Piedra está seca. La ausencia de lluvia y las altas temperaturas de las últimas semanas han convertido este espacio en un desierto de sal. Como se puede apreciar en las imágenes que acompañan esta información, un paseo por la laguna ahora se asemeja más a una excursión por una explanada nevada que a un hogar para miles de aves de paso, que llegan con el comienzo de la primavera para formar aquí sus colonias. Entre ellos, los flamencos, que han convertido a este municipio de 2.500 habitantes en una meca para ornitólogos.
«Sin agua no hay vida posible», explica Tania Gómez a SUR. Gómez es ingeniera de montes y trabaja en la reserva de la laguna. Un recorrido con ella por los carriles que llevan a la laguna principal revela las consecuencias que tiene la ausencia de agua para la fauna. Cuatro kilómetros la separan del centro de interpretación. Cuatro kilómetros que llevan a la memoria imágenes que forman un doloroso antes y después.
Donde tendría que haber en estos momentos entre 8.000 y 9.000 flamencos, apenas hay un centenar en un charco, que sigue persistiendo gracias a que le llega agua de una depuradora. «En años de abundante lluvia, aquí ha habido hasta 20.000 flamencos», añade la experta.
Pero el agua se ha esfumado. Y con esta ausencia, también la formación de colonias por parte de los flamencos. No hay. Por lo que este año tampoco nacerán nuevas crías en la laguna de Fuente de Piedra.
El alcalde del municipio, Siro Pachón, confirmó a SUR que ya está claro que este año no habrá el tradicional anillamiento, que suele ser en el mes de julio o agosto. Un espectáculo único que atrae a científicos de todos el mundo para obtener respuestas sobre la dinámica migratoria de estas aves.
«El año pasado nacieron aquí 3.700 pollos de flamencos», precisa Gómez. El 2023 pasará a la historia de los registros con cero. Las colonias se forman en abril y mayo. Con la laguna seca, estos animales ni tan siquiera llegan a aterrizar. Pero no son solo los flamencos. Gómez advierte de que la sequía pone en peligro a aves en peligro de extinción como la cerceta pardilla o la malvasía cabeciblanca, que tenían aquí su refugio.
La laguna de Fuente de Piedra tiene un perímetro de 18 kilómetros, una extensión de 1.400 hectáreas. Hasta 1950, en este humedal se trabajaba la extracción de sal. Un hecho que ahora se puede apreciar con la falta de agua. El terreno se ha convertido en un barrizal, con una salinidad muy alta, que no es habitable para los flamencos. Estas aves se alimentan de plancton, además de algas y pequeños cangrejos que encuentran en el agua.
Llegados a este punto, los expertos confirman a SUR que la situación ya es irreversible. El reloj biológico de las aves es puntual. Y aunque empezara a llover en los próximos días y en grandes cantidades, el terreno, ávido de agua, impediría la formación de la laguna.
Siro Pachón, el alcalde de Fuente de Piedra, habla de una situación que se percibía mala, pero que se ha ido deteriorando en las últimas tres semanas. La sequía está dejando algunas imágenes que alertan de consecuencias severas para la provincia de Málaga. Olivos en flor antes de tiempo, plantaciones de cereal drenadas o pantanos sin apenas agua.
La laguna de Fuente de Piedra, convertida en un desierto de sal, quizá, sea una de las más simbólicas.
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