Un juzgado obliga a Limasa a aumentar la protección de los trabajadores que desinfectan las calles

Un juzgado de Málaga ha ordenado a Limasa a que de forma inmediata dote de equipos de protección individual (EPI) a todos los trabajadores que están realizando tareas de desinfección en zonas especialmente sensibles de la ciudad (entornos de hospitales, centros de salud, mercados, supermercados, farmacias, organismos públicos y contenedores) y que aparte de este servicio excepcional a aquellos operarios que estén dentro de los grupos vulnerables ante el Covid-19 como los mayores de 60 años o personas hipertensas o con enfermedades pulmonares crónicas.

Con esta directriz, el Juzgado de lo Social número 3 de Málaga acepta de forma parcial las medidas cautelares solicitadas por el Sindicato de Trabajadores de la Administración Local (STAL), que no tiene representación en el comité de empresa y que también pedía que se obligara a la empresa de limpieza a actualizar y adecuar el protocolo de prevención contra el coronavirus implantado desde mediados de marzo al considerar que «no se están implementando en la actividad de limpieza que desarrollan sus trabajadores como respetar la distancia de seguridad dentro de los vehículos, evitar aglomeraciones en los centros de trabajo». Desde la compañía, en cambio, aseguran que se cumplen todas las medidas en materia de prevención de riesgos laborales. "Todo el personal destinado a desinfección está debidamente protegido y se se ha consensuado con los delegados de prevención de los sindicatos que tienen representación, y así se lo trasladaremos al juzgado. Nos parece una barbaridad que un sindicato pretenda hacer política con un asunto tan serio por cuestiones políticas pensando en las próximas elecciones sindicales", ha afirmado la concejala responsable de Limasa, Teresa Porras.

Según el auto judicial, dictado ayer y notificado este martes a las partes (la petición del STAL de medidas cautelarísimas fue presentada el día 18), en vista de las alegaciones de la parte actora «se evidencia la necesidad de protección en el desempeño de su trabajo toda vez que la prestación de servicios tiene por objeto la limpieza y desinfección de calles, en zonas de riesgo de contagio tales como hospitalarias y de centros de salud, así como en los entornos de supermercados y mercados, donde la afluencia de público y los desechos que ocasionan pueden constituir un foco de contagio para los trabajadores, lo que conlleva a estimar la petición formulada al respecto».

Por tanto, Limasa deberá reforzar las medidas de protección del personal que desarrolla actuaciones de desinfección en la calle con mascarillas de protección FPP2 o FPP3, gafas, guantes y gel desinfectante. En los últimos días ya se ven a algunos operarios con mascarillas más efectivas que las que tenían en las primeras semanas. Contra esta resolución no cabe recurso alguno, aunque la empresa tiene 20 días para formular su oposición a la medida cautelar decretada.

Desde que fue decretado el estado de alarma, han sido 1.587 equipos compuestos por 2.069 operarios los que han realizado estas tareas repartidos en tres turnos. En su conjunto han empleado 2,1 millones de litros. En las últimas semanas, Limasa ha ido incrementando paulatinamente los trabajos de desinfección, por lo que se ha pasado de realizar a diario una media de 5.000 actuaciones a las 7.000 actuales en días laborables. Así, desde el día 30 de marzo el dispositivo de lunes a viernes está formado por 107 equipos compuestos por 133 trabajadores .

Los trabajos de desinfección también se están llevando a cabo en barandillas y en asientos de la vía pública. Los espacios hospitalarios se están desinfectados dos veces al día y el resto, entre dos y tres veces a la semana. Cada día se han ido incorporando nuevos medios humanos y técnicos a estar tareas. En este proceso, los empleados que se dedican al barrido manual se han formado en el manejo de los vehículos como los minihidro, de manera que paulatinamente este personal se ha ido incorporando también a los trabajos de desinfección.