La Junta trata de acelerar la obra que garantizará el abastecimiento de agua en la zona norte de la provincia de Málaga

La solución definitiva pasa por la ansiada transferencia desde el vecino embalse de Iznájar (está a unos de 10 kilómetros en línea recta de Villanueva de Tapia y Cuevas Bajas), una actuación de la que empezó a hablarse hace 25 años y en cuya necesidad coinciden tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía, tal y como queda recogido en los planes hidrológicos de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (Estado) y de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (Comunidad Autónoma). En 2016, con la enésima amenaza de sequía, volvió a activarse este proyecto. Una vez despejado qué administración lo sufragará, ahora falta la burocracia.

La Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible está dispuesta a pisar el acelerador. La Dirección General de Infraestructuras del Agua ya tiene redactados el estudio de viabilidad del proyecto y la memoria justificativa de la necesidad de este trasvase, dos documentos que acaba de remitir al Ministerio para la Transición Ecológica junto a una carta en la que le urge a autorizar la transferencia de agua por parte del Consejo de Ministros «como solución al gran problema de abastecimiento humano en la zona norte de la provincia de Málaga».

En el escrito, remitido el pasado día 5 y al que ha tenido acceso este periódico, el Ejecutivo regional insiste en que «la única solución eficiente en coste/beneficio» es construir una red de tuberías desde el cercano embalse de Iznájar hasta cada uno de los pueblos afectados, que suman una población de 80.000 habitantes. Según sus cálculos, bastaría con una aportación anual en 4,89 hectómetros cúbicos que se destinarían íntegramente al consumo doméstico, no al riego. Una cifra que no es casual, ya que por debajo de los 5 Hm3 lo puede aprobar directamente el Consejo de Ministros, mientras que por encima de ese volumen debe tramitarse mediante una ley, lo que alargaría los plazos.

El pantano de Iznájar, que se nutre del río Genil, es el más grande de Andalucía, con una capacidad de 981,12 Hm3 aunque actualmente se encuentra al 44% con un caudal almacenado de 432,7 Hm3. Tomando este volumen como referencia, el trasvase le restaría únicamente un 1% al año. Para hacerse una idea, todos los embalses de Málaga suman actualmente 424 (su capacidad es de 616).

La Junta de Andalucía se ha comprometido a asumir íntegramente la construcción de esta infraestructura, pero antes de ponerse en marcha exige al Gobierno garantías de su aprobación. «Es necesario que se autorice a la mayor brevedad posible tal transferencia para poder justificar adecuadamente la gran inversión, que la Administración andaluza va a realizar, para ejecutar las infraestructuras hidráulicas que garanticen un abastecimiento suficiente y de calidad a todos los municipios de la provincia de Málaga beneficiados por la transferencia de recursos desde el embalse de Iznájar», advierte la Junta.