La Junta de Andalucía va a reforzar la seguridad ante el riesgo de inundaciones de las presas de Casasola y El Limonero, cuya labor principal no es la de almacenar agua para su consumo (aunque también se utilizan para tal fin de forma complementaria), ... sino la de regular el caudal de los ríos Campanillas y Guadalmedina, respectivamente, para hacer frente a posibles crecidas en sus cursos altos. De hecho, la existencia del embalse de Casasola, en el término municipal de Almogía, evitó que los graves daños provocados en la barriada de Campanillas por el desbordamiento del río el pasado mes de enero hubieran sido peores al lograr retener casi 9 hectómetros cúbicos.
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Debido a esta misión de prevención, ambas infraestructuras están clasificadas en la categoría A en función del riesgo potencial de su rotura o avería grave, que es la más alta en el baremo del Ministerio para la Transición Ecológica y que corresponde a presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o servicios esenciales o producir daños materiales o medioambientales muy importantes. De ahí la necesidad de que cuenten con los sistemas necesarios para la detección precoz de cualquier amenaza para así anticiparse en la toma de decisiones y avisar a la población que pudiera verse afectada aguas abajo. Unas medidas de prevención y gestión de catástrofes que a día de hoy «se encuentran parcialmente desarrolladas», ya que aunque cuentan con diferentes elementos de auscultación, «precisan ser revisados y automatizados». Del mismo modo, también tienen sendos planes de emergencia «a la espera de su implantación».
Así lo señala la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible para argumentar la inversión de 3,4 millones de euros que va a destinar para mejorar las herramientas con las que ambas presas cuentan para prevenir cualquier incidencia. El presupuesto en la de Casasola es de 2,2 millones y en la del Limonero, de 1,27.
Los proyectos, que están pendiente de adjudicación en dos contratos independientes y que serán cofinanciados al 80% con fondos europeos, contemplan como actuación principal la instalación de nuevos sistemas de auscultación y la automatización de los ya existentes para que puedan enviar información en tiempo real tanto al centro de control de las propias presas como al de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Del mismo modo, también está prevista la implantación del sistema de gestión de catástrofes de ambas presas, lo que incluye las infraestructuras, instalaciones y equipos necesarios para la aplicación del plan de emergencia de la presa, así como para su integración en el sistema general de la Demarcación.
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Aprovechando estas actuaciones, que tienen un plazo de ejecución de seis meses, se van a realizar obras complementarias. En el caso de Casasola, figuran el refuerzo de la pantalla de impermeabilización de zonas que presentan filtraciones y del interior de la torre de toma, la rehabilitación del camino de acceso por la margen izquierda, la adecuación de las instalaciones eléctricas de baja tensión y el revestimiento de una de las galerías inferiores. En El Limonero, la instalación de un nuevo grupo electrógeno, la adecuación de las instalaciones eléctricas y la reparación del revestimiento del túnel de los desagües de fondo. Actualmente, El Limonero se encuentra al 57,3% de su capacidad con un volumen de 12,8 Hm3, mientras el de Casasola almacena 14,3 Hm3 (66%).
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