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La Junta de Andalucía da el primer paso para impulsar las dos grandes tuberías que necesita la provincia de Málaga para tener garantizado el abastecimiento de agua. No a corto plazo ahora que la amenaza de la sequía vuelve a planear, pero sí a futuro. ... Por un lado, la renovación de los cien kilómetros de canalizaciones que suministran a la Costa del Sol, que además de poner fin al medio centenar de averías que sufre cada año tras cinco décadas de servicio también potenciaría la conectividad y capacidad de transferencia tanto con Málaga capital y la Axarquía como con el Campo de Gibraltar. Y por otro, el trazado de otros 142 kilómetros de conducciones para propiciar el trasvase desde el embalse cordobés de Iznájar a la docena de pueblos de las comarcas de Antequera y Nororma con problemas de suministro.
En su conjunto, la inversión de ambas actuaciones rondaría los 200 millones de euros. Pero antes de abordar de dónde saldría ese dinero y qué administraciones podrían colaborar es necesario concretar el proyecto. De ahí que la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible haya sacado a concurso la redacción de los proyectos constructivos de ambas infraestructuras en una licitación en la que también figura otra actuación para mejorar el suministro en alta en Alhaurín de la Torre. En total, el presupuesto de licitación es de dos millones de euros.
La sustitución de toda la red principal que abastece de agua potable a toda la franja litoral comprendida entre Manilva y Torremolinos lleva tiempo en la recámara, pero su deterioro ha llegado a tal punto que su ejecución no puede demorarse más. Su construcción data de 1972 y buena parte de sus cien kilómetros de trazado están fuera de servicio debido a su mal estado, de forma que el abastecimiento en la Costa occidental depende casi exclusivamente de una conducción secundaria que se construyó a mediados de los 80 para ampliar la cobertura de abastecimiento en alta y que con el paso del tiempo ha quedado convertido en principal.
El problema es que las averías también son cada vez más frecuentes en la denominada Tubería Segunda, por lo que cualquier incidencia que se produce obliga a rebajar la presión o incluso a interrumpir el suministro en la comarca más poblada y más dependiente del turismo de la provincia. Ante este panorama, se plantea la renovación de la red principal, que parte desde la estación potabilizadora de Río Verde ubicada en Marbella en dos ramales: el oeste, de 39,6 kilómetros que 'riegan' Marbella, Estepona, Casares y Manilva; y el este, de 57 kilómetros que abastece la parte oriental de Marbella y los términos municipales de Mijas, Fuengirola, Benalmádena y Torremolinos. La redacción del proyecto se ha dividido en dos lotes, con un plazo de ejecución de un año y un coste total de 933.000 euros.
Esta renovación de la red principal acabaría con las averías, pero también supondría una nueva 'autopista' para transferir el agua a zonas con mayores carencias, como la Axarquía. Pero también para recibir mayores aportes desde el Campo de Gibraltar, que desde 2013 inyecta agua a la Costa como complemento a los recursos procedentes del embalse de La Concepción y la desaladora de Marbella. De ahí que esta actuación se complementaría con la construcción de una nueva conducción de mayor diámetro (1,1 metros frente a los 0,8 actuales) para incrementar la capacidad de transporte desde el depósito de San Enrique de Guadiaro (Cádiz) hasta la derivación del ramal oeste de la red de abastecimiento que existe a la altura de Estepona. Esta canalización de 23,5 kilómetros tendrá capacidad para transportar un caudal máximo de 1.300 litros por segundo.
En cuanto a la zona norte de la provincia, la Junta mueve ficha para presionar al Gobierno central a la hora de autorizar el trasvase de Iznájar. Si la Administración regional ya se puso al frente comprometiéndose a financiar los 50 millones de euros que costaría la obra para paliar el endémico déficit hídrico que arrastran una docena de municipios (Alameda, Antequera, Archidona, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina, Villanueva de Algaidas, Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco y Villanueva de Tapia), ahora saca a concurso la redacción del proyecto con un presupuesto de 852.178 euros y un plazo de ejecución de 18 meses.
La solución que defiende el Ejecutivo andaluz consiste en la creación de 142 kilómetros de conducciones que aportarían un caudal de 4,89 hectómetros cúbicos que se destinarían íntegramente al consumo doméstico, no al riego. Una cifra que no es casual, ya que por debajo de los 5 Hm3 lo puede aprobar directamente el Consejo de Ministros, mientras que por encima de ese volumen debe tramitarse mediante una ley, lo que alargaría los plazos.
La red en alta estaría compuesta por una arteria primaria desde la estación potabilizadora de Iznájar hasta Antequera con derivaciones a Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos y Villanueva de Algaidas; y por dos ramales secundarios. El derecho llegaría hasta Archidona y, desde allí, abastecería a Villanueva de Tapia, Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario; y el izquierdo, hasta Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina y Alameda.
El cuarto lote del concurso convocado por la Junta se centra en Alhaurín de la Torre, donde está prevista la construcción de una conducción de 11 kilómetros desde la tubería existente en Bores Romero hasta la zona de Pinos de Alhaurín. Con este entronque se potenciaría el uso de aguas superficiales captadas en la conducción Bores Romeo rebajando la dependencia de los acuíferos de la Sierra de Mijas, que actualmente son el principal grifo de la localidad. La redacción del proyecto tiene un presupuesto de licitación de 256.507 euros y un plazo de ejecución de nueve meses.
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