La Junta cifra los millones que costará traer agua en barco a Málaga por la sequía

El encuentro entre ambos dirigentes y sus equipos es el tercero ya y se ha desarrollado en el Palacio de San Telmo y el calendario de encuentros se intensificará en próximas fechas.

Sobre el plan para traer agua en barco a Andalucía, con Málaga como puerto central acompañado de los de Algeciras y Carboneras (Almería), Gobierno y Junta se han repartido los costes. El Ejecutivo central financiará el coste del agua y la Junta, el transporte y las infraestructuras portuarias. En este sentido, cabe recordar que hay que hacer una pequeña obra para tender una tubería desde el antiguo Muelle de Pescadería en Málaga hacia el 9. Los técnicos de Emasa ya han auscultado la tubería construida para la gran sequía de 1995 y que nunca se llegó a utilizar.

El presupuesto que la Junta activará para traer agua en barco ascenderá a 20 millones de euros (5 millones al mes) y el plan se va a desarrollar durante, cuatro meses, entre junio y septiembre. Será un barco diario, que se irá distribuyendo entre los tres puertos en función de las necesidades. Hay que tener en cuenta que la Costa del Sol, por ejemplo, triplica su población en temporada alta. «Ojalá nunca ocurra este escenario de traer agua en barco, pero hay que ir organizando la logística necesaria», ha manifestado el presidente Moreno, quien ha querido recalcar que es el «recurso límite».

El presidente ha abierto la puerta a que los barcos no sólo sean cisternas con capacidad para 40.000 metros cúbicos de agua ya tratada, sino también grandes buques tipo petrolero, con agua prepotable, en bruto, y capacidad de 100.000 metros cúbicos. Fuentes consultadas por SUR agregaron que esto acarrearía un problema de exceso de tiempos en puerto y obligaría a hacer fuertes tratamientos contra los olores en caso de ser petroleros.

Las fuentes agregaron que caben dos tipos de concursos, uno directo a través de la empresa pública Tragsa, como ocurre en muchas actuaciones de sequía, o bien licitación libre, extremo que podría ralentizar los plazos.

Cabe recordar que la Junta de Andalucía tiene ultimado un acuerdo con el Gobierno de la Región de Murcia para que el agua proceda de la desaladora de Escombreras, en Cartagena, que es capaz de producir 63.000 metros cúbicos diarios de agua, de los que sólo se usa el 10%. En el muelle murciano habrá que tender una tubería de 300 metros para poder llevar a cabo el llenado de las cisternas en la dársena.

«La pregunta es cuánta más agua se puede aportar y, sobre todo, dónde, sabiendo que dónde es muy importante porque hay zonas especialmente necesitadas», ha indicado Ribera, quien se ha referido a la posibilidad de poner a más rendimiento todavía la desalobradora de El Atabal, que ya ha sido ampliado recientemente con una inversión autonómica en un 10%. La ministra no ha concretado la actuación, pero la ha dibujado en un plazo de seis o siete meses. Cabe destacar que el Atabal también tratará los caudales de los pozos salobres del Bajo Guadalhorce.

«Traer agua en barco es un esfuerzo técnico y presupuestario», ha proseguido la ministra, que no se ha referido concretamente a Escombreras pero sí de manera velada. «No hemos identificado una desaladora de titularidad estatal como la de Sagunto pero sí una con excedentes, de manera que ese agua no entra en conflicto con nadie», ha abundado. Ribera ha expresado la dificultad de conciliar la operación logística y portuaria con la de las empresas operadoras de agua. «Tenemos el proceso en un estado de madurez razonable por si resultara necesario», ha apostillado.

No ha habido mayor concreción en el caso de la desaladora veleña, más allá del plazo dado por la ministra. La desaladora de Vélez se emplazará en una parcela aneja a la depuradora, muy cerca del centro comercial El Ingenio. Hay dinero porque el Gobierno central ha comprometido 100 millones de euros. Y hay suelo porque los técnicos de la Junta y del Ayuntamiento de Vélez lo han reservado para su expropiación. Pero el Ministerio y la Consejería chocan en quién debe encargarse de redactar el proyecto de obra (algo que no recogieron en el convenio firmado pero que, sobre el papel, al ser una obra de interés general del Estado, le concierne a 'Madrid').