José María Páez. Magistrado. Miembro del Consejo General del Poder Judicial

«Juego al fútbol y soy sufridor con carné del Málaga»

–¿Dónde estudió Derecho?

–En Málaga, fui de las primeras promociones, ya no había que ir a Granada, y Málaga empezó a tener su propia Facultad de Derecho en El Palo, y allí estudié la carrera.

–¿Cuánto tiempo tardó en sacar la oposición?

–Pues tardé dos años y medio.

– Poco, ¿no?

–Sí, la verdad que sí.

–¿Y cuáles han sido sus destinos?

–Pues hice las prácticas en Madrid, en los juzgados 14 y 15 en Madrid. Mi primer destino fue en Valencia, en Sueca, que es el primer pueblo que hay en el sur de Valencia. Después, el siguiente destino fue en Huércal Overa, en Almería. De allí pasé a Utrera y ascendí a magistrado al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lérida. Y de allí me vine a Torremolinos. Lo que quería era llegar a Málaga. Estaba deseando venir, yo quería venir a Málaga capital, pero lo primero que salió, que pude pillar, fue Torremolinos. Y ya me vine a un juzgado de instrucción en Málaga, al número 8, donde estuve ocho años.

–Uf, ha dado muchas vueltas.

–Claro, claro, es que antes era más difícil... Después ya gané las elecciones a juez decano.

–¿Está usted casado?

–Sí. Estoy casado con una magistrada también. Está en el juzgado de lo Contencioso.

–¿Son muy endogámicos los jueces, en ese sentido, con los matrimonios?

–Yo creo que no, hay mucho estudio, porque se quiere modificar el acceso a la carrera judicial. Pero hay estudios muy serios que demuestran todo lo contrario.

–¿Su padre, por ejemplo, estaba relacionado...?

–Mi padre tenía una tienda de abanicos y paraguas en la plaza de la Constitución. O sea, que nada. Realmente no tenía nada que ver con el mundo del derecho. Entonces, ya le digo que, en fin, es una cuestión que se ha estudiado mucho en el Consejo para dejar efectivamente sin argumento ese tipo de cuestionamiento.

–Entonces eso de que es una casta es un mantra…

–Es un mantra, es un bulo. Tenemos un sistema de oposición libre que cualquiera que tenga interés puede ser juez.

–¿Hay que tener mucho dinero para opositar?

–En absoluto. Lo que hay que tener es muchas ganas de estudiar y aguantar los años necesarios, porque, claro…

–Hombre, para eso necesita también un respaldo familiar, ¿no?

–Evidentemente. Pero bueno, que son muchos los casos de gente que han querido ser juez y lo consiguen, y yo le puedo asegurar que tengo compañeros magníficos que provienen de todos los estatus sociales, gente que se ha hecho a sí misma.

–¿Tiene hermanos?

–Tengo una hermana que también es magistrada. Es algo mayor que yo y vi que estaba estudiando y me dije que yo también podría hacerlo. Ella está en la sala de lo Contencioso de Málaga.

–¿Tiene usted hijos?

–Tengo tres y ninguno ha querido ser juez.

–¿Qué hacen?

–Tengo uno que es abogado, otro que es asesor fiscal y una hija que es maestra de chicos que tienen algunos problemas. Uno puede desear que hagan una cosa, pero después hacen lo que les da la gana, hablando en plata.

–¿Cuánto gana ahora?

–Tenemos sueldo de alto cargo y es superior a los 100.000 euros.

–¿Dónde vive?

–Ahora en Madrid.

–¿Y en Málaga?

–Soy paleño. Mis padres vivían en el Centro, junto a la Aduana.

–¿Qué coche tiene?

–Un Citroën C4, aunque también tengo una moto, ya que me suelo mover en moto por la ciudad. También tengo un Audi Q2. En la casa hay varios vehículos, somos cinco para compartir…

–¿Dónde ha pasado las últimas vacaciones?

–En Fuengirola, porque tengo allí un apartamento que compré cuando aprobé las oposiciones.

–¿A qué aspira?

–A mejorar la vida de mis compañeros.

–¿Es futbolero?

–Sí, juego, y además soy sufridor con carné del Málaga desde hace muchos años.

–A ver si este año sufrimos menos… Muchas gracias.