Juanma Moreno ya descarta que este verano se tenga que traer agua en barcos a Málaga

Moreno, que lamentó los efectos del agua sobre el desarrollo de la Semana Santa, resaltó, eso sí, las consecuencias positivas que han tenido las lluvias para el campo malagueño y para el resto de actividades económicas. Según el presidente de la Junta, se ha aliviado «la situación de tragedia que estábamos viviendo». Señaló que los embalses de la provincia de Málaga habrían ganado 30 hectómetros cúbicos en los últimos días, aunque también aseveró que siguen lejos de su capacidad total. «La Viñuela ha ganado agua embalsada en un 60%, pero está al 15% de su capacidad», tiró de ejemplo.

En este sentido, Moreno siguió apelando a un consumo y a una gestión del agua «responsable» e insistió en que hay que avanzar en las infraestructuras hídricas proyectadas. «Vamos a mantener las inversiones para las infraestructuras previstas», aseguró.

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No obstante, a pesar de la llamada a la prudencia, la intervención de Moreno sirvió para confirmar que las lluvias de la Semana Santa alejan los peores fantasmas de la sequía. Transportar agua en barco desde Murcia a diferentes puntos de Andalucía, entre ellos Málaga, era una solución de absoluta urgencia. Para ello, fue necesario llegar antes a un acuerdo político entre la Junta de Andalucía y la Región de Murcia, ratificado el pasado mes de febrero.

Para ello, se planeó una operación logística que consistía en utilizar buques cisterna de tipo quimiquero, de alrededor de 140 metros de eslora, capaces de cargar hasta 40.000m3 de agua. Los barcos se cargan por medio de tuberías que recorren el centro del casco, que distribuyen la carga en una serie de tanques revestidos de resina epoxi. La carga de agua es continua, según la desaladora va produciendo.