Juanma Moreno arenga a los populares andaluces y a los «socialistas valientes» para frenar el cupo catalán

Ese mandil que han vestido para cocinar los líderes populares -o para hacerse la foto- también puede ser una metáfora de la filosofía del discurso de Juanma Moreno, que ha arengado a los suyos para que se arremanguen, vistan ropa de faena y se pongan manos a la obra en este curso que, ha dicho, «no es cualquier curso; va a ser duro; os vamos a pedir que echéis el resto, vamos a pedir al conjunto de la sociedad que tome conciencia de lo que está sucediendo en nuestro país». Y Moreno ha tirado de otra metáfora: «Si hay un problema de convivencia en la casa de todos, hay que intentar resolverlo, si los recursos se reparten de forma desigual, esto ya le afecta a usted y a las futuras generaciones. Se están tomando decisiones que hipotecan el futuro de los españoles y el futuro de todos los andaluces. Frente a eso hay que tomar conciencia colectiva».

Se refería Moreno al cupo catalán: «Significa una Cataluña independiente fiscalmente, que recauda los impuestos, que le da al Estado una parte por las competencias que asume y el resto se lo quedan ellos. Rompen la igualdad y el principio de solidaridad. Es como si aquí -en el restaurante en que estaban reunidos los populares malagueños-, que pagamos un menú a 25 euros, comiendo todos lo mismo, Cataluña se va a otra mesa y pide un menú aparte, porque dice que los huevos tienen muchas calorías y se pide un pescado a la sal con cava que cuesta ochenta euros que luego pagamos los demás. Básicamente eso es lo que está pasando en España. Así que no cabe eso de que conmigo no va. Si queremos tener más médicos, más colegios, si queremos tener más futuro, Andalucía tiene que estar en las mismas condiciones y eso se ha quebrado. No vamos a admitir eso».

Acto seguido, ha aludido a las palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha afirmado esta semana que el acuerdo entre el PSC y ERC que ha dado la presidencia a Illa no es un concierto: «Borrell le ha respondido, le ha dicho que es un cupo. En sus propias filas dicen que está mintiendo». Además, he la lanzado: «Como ministra, Montero dice lo contrario que cuando ha sido consejera». «El presidente de la Junta de Andalucía no puede estar callado cuando se hace un nuevo cupo a Cataluña», ha afirmado.

Y, además, ha realizado un llamamiento a los socialistas: «No me creo que no haya ni una sola persona en el PSOE, ni un hombre, ni una mujer, con la valentía para defender por encima del sanchismo los intereses de Andalucía». «El PSOE traiciona a Andalucía», ha insistido, y ha afeado a los socialistas «callados, subordinados y sumisos a lo que dice Sánchez». Ha llamado a los socialistas a rebelarse contra su líder. Y es que durante gran parte de su intervención Moreno ha paseado ese mantra del sanchismo en contraposición del socialismo, muy habitual desde hace años en la retórica de los populares. Por eso no sólo apareció en el discurso de Juanma Moreno.

Aunque, para los populares, el cupo para la Generalitat es un «a más a más» -como diría un catalán- después de que se hayan hecho realidad cosas nunca antes vistas, en palabras de los conservadores. Porque la historia de su indignación con «cosas que parecían que eran imposibles», según relató Moreno, comenzó con que Sánchez, alguien «que ni siquiera era diputado» ganara una moción de censura con apoyos independentistas. «Ya son seis años de sanchismo y han pasado cosas que parecían de película», ha afirmado, en referencia a la amnistía, cuando, ha dicho, «se quebró el principio de igualdad», la desaparición del delito de malversación o el hecho de que Bildu gobierne en Pamplona, además de que, ha deslizado, detenidos terroristas ahora en el País Vasco disfruten de privilegios del sistema penitenciario. También se ha referido al «espectáculo de Puigdemont, de ridículo internacional»: «500 policías no son capaces de detenerlo ante la mirada de Sánchez».

Pero en lo que ha insistido el presidente de la Junta es en que si algunas de estas cuestiones podían interpretarse desde Andalucía que «eran cosas de Madrid» y que no afectaban al día a día de los ciudadanos, el concierto catalán, el acuerdo económico entre los socialistas catalanes y ERC sí afecta al bolsillo de los andaluces y a sus servicios públicos.

El discurso de Elías Bendodo ha recorrido el mismo camino que el del líder andaluz: «Sánchez iba a todo y más. Hace un año anunciamos que iba a vender España para sentarse en el sillón de la Moncloa y hoy comprobamos que nos quedamos cortos entonces. No hizo una cesión. Ha hecho dos. Ha arrastrado el nombre de España y el sillón de la Moncloa rompiendo la igualdad de todos los españoles en dos ocasiones», ha afirmado, en alusión tanto a la consecución del Gobierno de España construyendo su mayoría de la investidura contando con los nacionalismos periféricos como de la Generalitat de Cataluña por parte de Salvador Illa tras el acuerdo del PSC con ERC.

Bendodo ha aventurado que habrá una tercera «venta de España» si Sánchez «quiere estar un año más o dos años» en el Gobierno: «Lo siguiente es el referéndum». «Sánchez se ha puesto de canto. No ha dicho que no ni que sí. Pero se ha negado a decir que no se puede hacer». «El sanchismo, que no es el socialismo, dijo que no iban a pactar con Bildu, dijo que la amnistía era imposible, que no había corrupción en el Ministerio de Ábalos y Puente ha cesado a dos cargos... Ésta es la lista de despropósitos. Han pasado cosas muy graves. Miles de españoles se han quedado tirados en el tren mientras el ministro de Fomento bajaba el hándicap. Ha sido un verano en el que el mayor prófugo de la historia de nuestro país se ha reído en lacara de todos los españoles. El Gobierno sabía que iba a venir, que iba a dar el mitin y que se iba a escapar. Ese es el pacto para pasar más tiempo en el Gobierno. La 'Operación Jaula' es la que le tiene montado Puigdemont a Pedro Sánchez«, ha relatado Bendodo. Por todo ello, ha valorado: »Estamos en los meses peores en nuestra democracia en nuestro país y para nuestra convivencia«. Y, respecto al verano, ha sintetizado: »Nos hemos ido con una España constitucional y hemos vuelto con una España multinivel. Esto ha pasado en el mes de agosto«.

Los líderes populares también se han referido a la otra cuestión candente del verano: la inmigración. Y fue Patricia Navarro la que aludió a la cuestión: «Tanto la crisis migratoria como la huida de Puigdemont tienen mucho que ver con la España asimétrica que están construyendo de tapadillo. La igualdad, para algunas cosas, para otras, no. Para repartir inmigrantes todos somos iguales. Y Andalucía ha vuelto a dar ejemplo, esta tierra es acogedora, ha sido de emigración y ahora acoge inmigrantes. Pero para repartir fondos europeos y lo que se recauda en impuestos, parece que no», ha lanzado la líder popular. «Los que se han tirado de vacaciones desde el 15 de julio son los responsables de los principales desasosiegos que hemos tenido este verano» ha incidido Navarro, que ha contrapuesto: «Nosotros hemos sido el partido que antes hemos iniciado el curso político. Vamos a dar la batalla para que no vengan más agravios, para que Andalucía tenga lo que le corresponde. Para eso estamos empezando el curso político antes que nadie».