Juan Espadas cierra filas con Dani Pérez

Espadas ha calificado de «encomiable» la labor que Dani Pérez y su ejecutiva están desarrollando en la provincia y ha subrayado que el secretario general provincial tiene un liderazgo «claro». «No hay crisis en el PSOE de Málaga y desde luego en el liderazgo de Dani Pérez, menos», ha remarcado en una entrevista con este periódico, en lo que supone un espaldarazo a las decisiones adoptadas por el líder del partido en la provincia.

Para Juan Espadas las voces discrepantes existentes en las provincias son «legítimas» y las ha enmarcado en el hecho de la pérdida de las elecciones municipales del pasado año. «Hay personas que en un momento determinado han perdido el poder municipal que tenían y en un momento determinado se encuentran descolocados. Generalmente las voces discrepantes están en personas que no se encuentran ahora mismo en una posición de poder o de decisión y entienden que no se está contando con ellos. Pero es que cada dirección política en un momento determinado conforma un equipo y no todo el mundo puede estar en el equipo y luego los ciudadanos eligen a quien ponen en las instituciones», ha dicho.

En este sentido ha dicho respetar la decisión de la exparlamentaria andaluza Beatriz Rubiño de dimitir de la ejecutiva provincial, de donde se marchó acusando a la dirección encabezada por Pérez de «una flagrante desconexión con la militancia y la sociedad». La suya es la cuarta dimisión en los últimos meses, ante lo hicieron la exdiputada provincial Gemma Ruiz, que en las últimas elecciones municipales perdió el escaño por su comarca; la exdiputada Fuensanta Lima, que según fuentes consultadas adujo motivos de salud, y el secretario general de Villanueva del Trabuco, Cristóbal Moreno, que era vocal.

A ello se suma que a día de hoy hay seis agrupaciones con gestoras. De ellas, cuatro lo son por la división interna: Fuengirola, que lleva intervenida desde octubre y con un enfrentamiento entre las diferentes alas del partido en un municipio donde no gobiernan desde 1995; Torremolinos, donde una moción de censura tumbó al secretario general afín a Pérez en un proceso que es el último episodio de la convulsión que supuso perder el poder en esta ciudad en 2021; Vélez-Málaga, una de las más numerosas de Andalucía en afiliados, donde el partido fue cuarta fuerza en las últimas municipales tras haber gobernado desde 2015 y hace unas semanas la mitad de la ejecutiva dimitió por desavenencias con el ya exsecretario general Antonio Moreno Ferrer; y Sierra de Yeguas, donde se ha convocado ya una asamblea este viernes para elegir a la nueva dirección local. También habrá nueva dirección en los próximos días en Periana, donde en el último proceso orgánico no se presentó ningún candidato a liderar el partido, lo mismo que ocurrió en Ardales.

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Respecto a la situación en Vélez, Juan Espadas ha sostenido que es una agrupación donde se perdieron las elecciones locales y es «lógico» que se renueve la dirección y ha justificado la gestora en que se están aplicando los estatutos del partido tras dimitir más de la mitad de la ejecutiva. Asimismo, ha dicho que no cree que esta situación afecte a la campaña de las europeas ya que la situación en esta localidad «lo mismo se podría haber producido hace unos meses que ahora».

El tercer frente abierto en el seno del socialismo malagueño tiene que ver con los movimientos críticos latentes desde hace varios meses que cuestionan el liderazgo de Pérez. Por el momento, esta corriente no está ni organizada ni con cabezas visibles que den la cara conscientes de que en política escoger bien los momentos es vital y actualmente el partido no tiene procesos orgánicos abiertos y está centrado en cuestiones como las europeas o la gobernabilidad del país. Por ello, ninguno de los que podrían liderar este movimiento crítico se atreve a precipitarse ante el riesgo de 'quemarse' políticamente y acabar con sus opciones.