

José María Ortega Hernández
Ingeniero aeronáutico en Airbus Defensa y Espacio
«Todo el mundo quiere venir a Málaga, pero la falta de vivienda para los jóvenes es alarmante»Secciones
Servicios
Destacamos
José María Ortega Hernández
Ingeniero aeronáutico en Airbus Defensa y Espacio
«Todo el mundo quiere venir a Málaga, pero la falta de vivienda para los jóvenes es alarmante»José María Ortega es malagueño de la Trinidad y tiene 29 años, al menos hasta que el próximo 15 de marzo cambie de (joven) década. ... Estudió Ingeniería Aeronáutica entre Cádiz, Madrid y Wrexhan, Gales (Reino Unido). Trabajó durante cuatro años en investigación y desarrollo en Bentley Motors, como especialista en arquitectura eléctrica de los coches. Recientemente, ha fichado como ingeniero aeronáutico de Airbus Defensa y Espacio, lo que le ha supuesto tener que mudarse de un pueblo a medio camino entre Manchester y Liverpool, hasta el norte de Londres.
-¿Cuándo sintió que quería trabajar en el espacio?
-Pues fue de chiquito. Me acuerdo del lanzamiento de Pedro Duque, en 2003, a bordo de la Misión Cervantes, en la que viajó en una Soyuz a la Estación Espacial Internacional. Ese año me dio por leer mucho sobre el espacio. En septiembre u octubre hará 20 años.
-¿Tenía diez años?
-Recién cumplidos. El tema espacial siempre lo he tenido en la cabeza, aunque hay que estar con los pies en la tierra, tienes la mente en las misiones y en los lanzamientos, viendo vídeos de los cohetes Arianne en la Guayana francesa, con la cuenta atrás en francés. Y luego los Space X de Elon Musk, los he ido siguiendo desde bachillerato y durante la carrera. Era como un hobby.
-Usted es de la generación de Youtube, lo ha tenido más fácil que en mi época, que se veía lo que salía en la tele.
-Sí (risas) totalmente, lo iba viendo todo por Youtube, aunque ahora pega más Tik Tok e Instragram, y la verdad es que inspiraba bastante. Yo preguntaba en el colegio: '¿Esto como se puede conseguir?' Y me decían: 'Tienes que estudiar ingeniería aeronáutica, y eso es mucho trabajo, esfuerzo y tiempo'.
-¿Eso es lo que le decían los profesores?
-Sí, me acuerdo mucho de profesores del colegio Los Olivos como Elena Llamas, de Matemáticas; Carlos Alés, de Tecnología y Jorge Márquez, de Física, entre otros, que me inspiraron bastante.
-¿Y como astronauta, no se ve?
-Astronauta... Ser astronauta implica mucho sacrificio, y estamos en una situación muy curiosa, y es que cada vez tenemos más turismo espacial, por una parte, pero también el espacio desde la perspectiva comercial. De hecho, todo el mundo ahora mismo está intentando construir sus estaciones espaciales, que sustituyan a las institucionales, públicas. Y en cierto modo, ya hoy por hoy podemos soñar con subir a unos 100 kilómetros de altura en un cohete de Amazon o de Virgin y ver la curvatura de la Tierra aunque sea durante unos minutos. Eso está cada vez más a la orden del día y se irá abaratando, no está tan lejos.
-Es además un pionero en plantear un reto, que el Hombre pueda vivir en la Luna y cultivar sus propios alimentos. Ese proyecto se llamó 'Green Moon' y sigue adelante.
-Así es, siempre he participado en proyectos, me ha gustado mucho ver cómo una idea puede acabar en algo tangible que puede ayudar y aportar valor a la sociedad. 'Green Moon' es el máximo exponente de mi vida y mi carrera. Empezamos en septiembre de 2016 con un proyecto universitario, con el apoyo de la Universidad de Málaga y empresas del PTA. Luego fuimos creciendo, nos plantamos en India y luego en China, conseguimos un acuerdo con los chinos, que fueron los primeros que lograron plantar la primera semilla de algodón en la cara oculta de la Luna... La agricultura espacial va a ser esencial, las plantas van a ser los mejores aliados del ser humano en su camino hacia el espacio, es algo que está pasando y va a seguir en los próximos años con las misiones Artemisa de la Agencia Espacial Europea, la Nasa, Rusia y China. Y cada vez se ve más el interés del sector privado, que va en esa dirección. La agricultura es la base porque mandar algo al espacio cuesta muchísimo dinero y si somos capaces de llevarnos las semillas y cultivarlas en la Luna, va a ser muy importante porque permite ahorrar mucho dinero. Vamos a la Luna, pero vamos para quedarnos, se va a establecer una base permanente y una estación espacial orbitando, y todo el mundo enfila a la Luna como paso previo a Marte y más allá.
-¿Cómo va actualmente 'Green Moon'?
-'Green Moon' cuenta con el apoyo de muchos investigadores, con un equipo de diez personas, y con empresas externas. En Andalucía somos líderes en agricultura en España y eso queremos llevarlo al espacio. Hay que tener muy claro que vamos para allá. Este proyecto me ha permitido crecer mucho en lo personal y en lo científico, gestionando equipos, con experiencia en muchos ámbitos... Y me ha ayudado a estar donde estoy, con mucho esfuerzo y sacrificio.
-Ya están investigando incluso los fertilizantes necesarios para que esas plantas crezcan en la Luna.
-Exactamente, de la mano de nuestra coordinadora biológica, la doctora Eva Sánchez Rodríguez, de Innoplant; y del grupo Herogra, que es de los más potentes de España y a nivel internacional en materia de agricultura, se están seleccionando una serie de bacterias y realizando ensayos en laboratorios en Granada para ver un tipo de fertilizante lunar que pueda mejorar las condiciones originales del regolito lunar, que es de composición basáltica volcánica. Esto es, de qué ingredientes más hay que proveer ese suelo para que tenga lugar la germinación de la semilla, el desarrollo de la planta y el cultivo, con esos nutrientes y vitaminas que acaben alimentando a los futuros astronautas.
-En su faceta netamente profesional ha pasado de Bentley a los cohetes espaciales. ¿Sirven los coches de lujo para algo más que para hacer ver que el dueño tiene dinero?
-(Risas) Vengo de Bentley Motors, que forma parte del Grupo Volkswagen, que lo conforman Audi, Seat, Skoda, Porsche y Lamborguini, entre otras. Lo importante al final es que gracias a que hay gente que paga por tener coches con las mejores calidades, en cuanto a acabados, motores, tecnología, materiales, etc, hay dinero para innovar, que se pone encima de la mesa y se buscan maneras de hacer mejor las cosas, con más calidad. Esto es muy importante porque al final esa tecnología que va un paso por delante y esos cambios que pagan algunos y que no están al alcance de todos, con el tiempo se acaban viendo implementados en el resto de coches de gama media. Eso es lo que la experiencia me ha permitido ver. Al final, se hacen desarrollos y patentes que acaban en vehículos que todos podemos acabar conduciendo.
-Desde fuera, como emigrante en Reino Unido, ¿cómo ve el desarrollo y la evolución de la ciudad?
-A Málaga se la echa muchísimo de menos cuando no se está allí: la calidad de vida, el tiempo, la manera de ser... Irte a Pedregalejo, a los Baños del Carmen, una tarde de playa y a tomarte un arroz a la venta del Túnel... Se echan de menos muchas cosas.
-¿Cómo es la vida de un malagueño en Reino Unido?
-Después de seis años aquí, tengo que decir que desde que llegué me he visto muy acogido, la mayoría de los ingleses que he conocido tienen alguna interacción con la Costa del Sol. Por ejemplo, cuando fui a sacarme el número de la Seguridad Social, la mujer que me lo hizo en la oficina de Inmigración, sus padres tenían un piso en Fuengirola. Está a la orden del día: Málaga y la Costa del Sol están muy hermanadas con el Reino Unido, y te sientes parte de esa unión: todo el mundo te habla de Málaga, veranea en Nerja, en Mijas, en Fuengirola o en Marbella. Es verdad que cuesta acostumbrarse al clima, pero estar fuera te hace ser más tolerante y empático, tengo amigos alemanes, franceses, ingleses y españoles, de diferentes culturas y tradiciones, y eso es muy importante para crecer no solo en lo profesional sino en lo personal.
-¿Es indispensable salir de Málaga para triunfar?
-Esa es una buena pregunta... Creo que no sería indispensable salir para triunfar, lo que sí es que, cuando sales, aprendes más, estás expuesto a cosas que si te quedas no lo estarías, y tienes que crecer más rápido, desarrollarte, conocer, tener más visión. Tal vez la clave sería un punto medio. Pero sí que a mí me ha ayudado bastante en lo profesional. Depende de lo que te vayas a dedicar, en temas de espacio en Málaga todavía no hay muchas opciones, mientras que en Reino Unido sí. Pero claro que se puede tener éxito sin salir de Málaga. También depende de lo que uno entienda por éxito: éxito profesional, o éxito en cuanto a tener a la familia y a los amigos cerca...
-Quiero decir que usted no podría haber seguido su carrera en Málaga.
-Me hubiera encantado, si hubiera habido Aeronáutica o Aeroespacial en Málaga, creo que al menos en mi etapa universitaria nunca hubiera salido, pero como no había me tuve que ir fuera, eso fue lo que me impulsó, y luego ya son las decisiones que va tomando la vida. Una vez que sales ves que, aunque tenemos algunas empresas en Málaga, como Aertec o DHV y cada vez más, la industria aeroespacial está fuera. A futuro, en los próximos años, irá creciendo.
-Ha tenido la oportunidad de comparar la educación en España y fuera desde muy joven. Comparativamente, ¿cómo estamos?
-Lo que veo del modelo alemán y británico comparado con España es que aquí estamos más enfocados a la excelencia teórica, desde el punto de vista universitario, cuando el día a día se hace construyendo, fabricando, desarrollando cosas que pueden generar impacto, con valor añadido, que se pueden comprar y vender. Se está siguiendo una línea muy buena en la Formación Profesional Dual, que te permite adquirir los conocimientos teóricos a la par que te desarrollas en una empresa, para aprender haciendo. Por eso el modelo alemán y el británico son un éxito, porque permite a jóvenes desde los 16 o 18 años estar cobrando un sueldo a la vez que se están formando en la universidad, y encima consiguen experiencia práctica. Esto es más importante que tener a la gente estudiando teoría durante muchos años y luego llegas a la empresa con veintipocos y no tienes conocimientos prácticos. Se trata de estudiar, pero también de ganar dinero, de ser independiente y desarrollar tu vida, ser libre y tomar decisiones. Y en los colegios e institutos hay que enseñar más informática y programación, así como materias de finanzas, salud, alimentación y gestión de emociones.
-¿Y qué le gusta hacer a José María Ortega, aparte de mirar a las estrellas?
-(Risas) Pues me apasiona todo lo relacionado con el mar y la playa, aunque ahora tengo poco de eso. Intento escaparme a la naturaleza. Me gusta mucho la arqueología y el estudio del cerebro, pero también estoy muy informado sobre lo que ocurre en Málaga y la geopolítica internacional.
-¿Se siente extranjero cuando vuelve a Málaga?
-¿Extranjero en Málaga? Tengo a toda mi familia y mis amigos allí. Hombre, ya son muchos años fuera, me fui con 18 y tengo 29, pero intento mantener siempre la relación y la conexión. No me siento extranjero porque me apasiona el crecimiento y la proyección que tiene, que es increíble. Personas de todo el mundo me preguntan qué está pasando en Málaga, está muy de moda. Me declaro abiertamente muy fan del alcalde, Paco de la Torre, porque me parece un ejemplo de trabajo increíble. Todo se ha conseguido con una estrategia y Málaga lo ha enfocado bastante bien, con mucho trabajo de mucha gente, y todo el mundo queriendo sumar. En Málaga me siento en casa, en todos sus barrios y también en la provincia... Málaga es calidad de vida y salud.
-Un rincón que recomienda en Málaga.
-Uno de los sitios que más me gusta es la calle Alcazabilla, porque tiene Gibralfaro y la Alcazaba arriba, luego el Teatro Romano y la ciudad actual, una combinación de tres milenios unidos me parece precioso.
-¿Y algo que mejorar?
-Hay que apostar por más carriles bici para tener una ciudad más sostenible y menos ruidosa. Y ojalá que veamos pronto una solución para el río Guadalmedina, que podamos ver algo como en Valencia, una ciudad que esté unida, no con una brecha fea.
-Supongo que sus amigos jóvenes le dirán que también tienen problemas. ¿Qué le transmiten?
-Sí, de hecho en España vamos muy atrasados en cuanto a la creación de familias, comparándolo con Reino Unido y Alemania. Si no permitimos que la gente tenga sueldos para poder comprarse una casa o acceder a la vivienda a un precio razonable, nos vamos a cargar el país. Hace unos días se hacía viral un tuit de mi amigo Alberto porque le estaban pidiendo por una habitación en un bajo en una zona poco céntrica de Málaga 600 euros al mes... Es muy alarmante la situación de la vivienda, hay que buscarle una solución con más VPO y precios más realistas. La ciudad está genial, mucha gente me dice que se está planteando irse a vivir a Málaga... Pero también tenemos que proteger a los malagueños. Hay que poner herramientas encima de la mesa para ayudar a que los jóvenes entre 25 y 35 años puedan enfilar su vida y crear familias porque nos estamos retrasando mucho. Esa es la mayor alarma, porque los amigos que trabajan fuera sí están pudiendo acceder a esto, con sueldos que no son los españoles, mientras que los que están en Málaga siguen compartiendo piso a los 30 años.
-¿Qué supondría ganar la candidatura a la Expo de 2027?
-Es una estrategia muy acertada, hay que felicitar a todo el equipo de la candidatura. Es un ejemplo de futuro, de sostenibilidad y de estar abiertos al mundo, la Málaga hospitalaria del lema del escudo. Al final, es compartir esa proyección como 'hub' tecnológico y digital, donde viene Vodafone, Google y otras empresas. Cada vez hay más industria digital de todos los sectores, y es una realidad inspiradora. La candidatura viene a sumar, tener una expo de ese nivel servirá para compartir lo que es Málaga y cómo entendemos la vida.
-¿Se plantea volver a vivir a Málaga?
- Ahora mismo lo tengo muy fácil, está muy bien conectada con Reino Unido con muchísimos vuelos diarios desde Londres, en cuestión de dos horas estoy allí, y si estuviera viviendo en otra ciudad española no tendría esa accesibilidad. Estoy contento con esta nueva etapa, que me está permitiendo desarrollar ese sueño aeroespacial que tenía de siempre en Airbus, que es la empresa de referencia en Europa. Pero Málaga siempre está ahí, la llevo en la cabeza y en el corazón.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.