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Javier Ramos, CEO de Kaiju Group (EVAD, Freakcon y Gamepolis) se define como un «enamorado» de Málaga y «amante» de los videojuegos. Tras un año intenso donde los eventos más destacados de la firma han recuperado la presencialidad, ya trabaja junto a su equipo en ... nuevos proyectos.
–¿Es aficionado a los videojuegos?
–Soy amante de los videojuegos, los tres hermanos lo somos. Con 40 años sigo siendo jugador, jugador ocasional, lo que me permite la empresa, la vida y tener un hijo. Intento tener mis huecos.
–-¿Qué tipo de consola usa?
–Tengo casi todos los dispositivos, soy bastante 'friki' con todo esto, cada vez que sale un dispositivo nuevo que no tenemos en la empresa intento comprarlo para conocerlo mejor. Juego, pero también analizo productos. Me gusta estar a la última en tendencias, ver lo que se está jugando.
–¿Qué juego le recuerda a su infancia?
–Realmente, mis orígenes son las máquinas arcade, desde el comienzo de los años 80 y los 90. Mi padre tenía una empresa de máquinas recreativas, y desde ahí hemos revolucionado el concepto de negocio familiar, que se ha transformado en todo lo que hacemos ahora. Para nosotros, tener una consola desde pequeño es algo muy natural, algo que he compartido con mis hermanos y que hemos disfrutado. Recuerdo jugar a 'Ghosts 'n Goblins' o a 'Street Fighter', todos estos productos que son casi artículos retro. Con eso nos hemos criado, jugado, divertido y compartido.
–¿Qué videojuego recomendaría a alguien que acaba de empezar en el mundillo?
–Hay una cosa importante, y es que cada consola y cada juego tiene su edad, los 'PEGI' (Pan European Game Information) son las recomendaciones de uso que hacen las marcas. Para chicos y chicas que estén empezando, los productos de Nintendo son muy amigables, para usar en familia, fomentan levantarse, divertirse, jugar y compartir.
–¿Y para adultos que no han jugado nunca?
–Los videojuegos para móvil y tablet, hay de todo tipo. No tienen mucha complejidad, es una forma de uso muy sencilla, con un dedo. Tengo amigos que no son 'gamers' y les he recomendado juegos de móviles que sé que les iban a encajar, y se han inducido al mundo de los videojuegos. Es una buena ventana para conocer toda esta cultura, porque realmente es lo que son, los videojuegos son productos culturales enriquecedores, más allá de la parte de entretenimiento digital.
–Usa 'longboard' en Gamepolis, imagino que para moverse más rápido por Fycma.
–Sé patinar, desde muy pequeño siempre patino. Cuando la gente me ve, un tío grande, el CEO de la empresa, en 'longboard', pues la verdad es que se sorprenden y les hace incluso gracia. Lo domino bastante bien, me siento muy seguro, y sobre todo es una herramienta para mí en el Palacio de Ferias, para moverme entre pabellón y pabellón, es que el pabellón 1 son 12.000 metros cuadrados, y el 2 son 8.000 metros cuadrados, imagínate desplazarse por todo eso. En ese momento de montaje, de coordinación y demás, el 'longboard' me salva la vida y los pies.
–Mucho más rápido, pero no todos lo dominan con soltura.
–Siempre he patinado, desde muy joven. Lo que pasa que si uso patines en línea en lugar de 'longboard', sería un punto de friki supremo.
–¿Es de mar o de montaña? ¿Y qué lugar recomendaría para veranear?
–Soy un gran amante de mi ciudad, soy malagueño, andaluz, he tenido la oportunidad de conocer muchos rincones del mundo, maravillosos, pero realmente nuestra Málaga es una ciudad para perderse. Me gusta ver el mar y estar en contacto con él, navegar, me encanta el agua. No podría vivir en una ciudad que no tuviera mar. La calidad de vida, lo que te ofrece Málaga, la cercanía, la conexión, es maravilloso. No lo cambio por ninguna otra ciudad. Cada día aprecio cosas nuevas de Málaga, hay que sacarle jugo porque es una ciudad maravillosa y de la que soy un enamorado y un firme defensor.
–¿Cómo es trabajar a diario con sus hermanos?
–Trabajar en familia muchas veces se ve como algo negativo, hay muchos casos de peleas por tener un negocio, pero para nosotros es todo lo contrario. No puedo tener mejores socios, mejores amigos ni mejores compañeros de viaje que mis hermanos. Vivir las cosas malas entre tres es un plus, muchos amigos empresarios están solos y no tienen un apoyo. Lo curioso es que estamos toda la semana juntos, todo el día juntos, y el fin de semana también, con nuestras familias y nuestros padres. Es algo que sale natural. Además, siempre llevamos a buen puerto todas las decisiones. Como somos tres, cuando dos están de acuerdo el tercero tiene que callarse, es una norma que tenemos y funciona, aunque tiramos pocas veces de ella.
–¿Cómo ha sido volver a celebrar Gamepolis después de dos años de pandemia? ¿Qué sensaciones tienen?
–Estamos encantados de volver a la presencialidad, es nuestra esencia. Ya estamos trabajando en Gamepolis 2023, con muchas ganas seguir incorporando cosas nuevas. Estamos preparando una 'LAN Party', 24 horas durante 3 días en el Palacio de Ferias de Málaga, será un Gamepolis muy potente, una fiesta alrededor de los videojuegos, que es la mejor definición de lo que es este festival.
–¿Qué otros proyectos tienen en marcha desde Kaiju?
–Tenemos varios proyectos bomba, sobre todo en la parte cultural de los videojuegos. El museo del videojuego de Málaga, que se llamará OXO, será un proyecto pionero en Europa, muy disruptivo. Un producto cultural, tecnologico y turístico para aumentar la propuesta museística de Málaga.
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