Javier Noriega: «Tenemos que volver la mirada al mar, más allá de las playas en verano»

–¿Qué puede aportar Málaga para el desarrollo de la nueva economía azul?

–Málaga tiene un mar de posibilidades para impulsar la economía azul. Lo tiene todo: un turismo de excelencia, el Parque Tecnológico... Si nuestro vector de crecimiento ha sido hasta ahora el Aeropuerto y el PTA, ahora tenemos además la Universidad y la ventana al mar. Hablamos de turismo, pero también de comunicaciones internacionales y de conocimiento. Y después tenemos las empresas y el Puerto con todo su potencial de presente y de futuro. Málaga ha sido testigo de una de las mejores integraciones Puerto-Ciudad de España. El Clúster Marítimo tiene el objetivo de aunar todos esos vectores con el mundo de la empresa. Málaga ha vivido sus mejores momentos en la historia cuando ha mirado al mar.

–¿Qué proyectos hay para potenciar este segmento económico en la provincia?

–Málaga tiene que albergar el parque tecnológico marítimo de Andalucía. En el Clúster, el sector demanda lo que necesita, y así aparece esta propuesta, vinculado al PTA. También tenemos una petición de 25 empresas de base tecnológica para crear un polo azul en el Puerto, vinculado también al Instituto de Oceanografía, para el trasvase de investigadores y hacer I+D+i. Además, estamos impulsando dos piscinas profundas, por sugerencia de los clubes de buceo, que podría ir en el muelle de San Andrés, al lado de la nueva sede del IEO, donde hay una pastilla de 9.000 metros cuadrados. Y, al igual que tiene Canarias con la Plataforma Oceánica (Plocan) y el País Vasco, necesitamos tener una instalación para probar materiales en el mar.

–¿Dónde se podría ubicar esta instalación?

–Podemos hacer economía circular y usar unas instalaciones que llevan años en desuso, como son los viejos pantalanes de la fábrica de amoniaco de Amonesa, en la desembocadura del Guadalhorce; una obra marítima comida por el óxido que se puede convertir en referencia de la innovación en el sur de Europa. Esas estructuras se pueden reutilizar para crear un polo azul para las empresas de base tecnológica, cerca del Puerto y del IEO. Es una demanda del sector, y también atraería a empresas de fuera. El polo azul iría en el puerto y el parque tecnológico marítimo en los pantalanes, que servirá para desarrollar y probar productos. Necesitamos generar un ecosistema de innovación digital y tecnológica también en el mar.

–¿Cree que son factibles todos estos proyectos?

–Sí... ¿Por qué no? Tenemos una oportunidad porque hay buenos investigadores y empresas, lo que necesitamos es concretarlo con las instituciones y poner en uso estructuras y espacios que están en desuso. Una empresa malagueña puntera como Enerocean (especialista en aerogeneradores marinos) se tuvo que ir a Canarias a probar sus equipos porque en Málaga no podía. En el muelle de San Andrés también proponemos que haya una incubadora de empresas de economía azul, hay espacio suficiente y sería compatible con el auditorio. Cuando me pregunta si es factible pienso en Barcelona, que se ha llevado la Copa América y que llevan años trabajando con inversiones millonarias.

–Precisamente, sobre la Copa América, ¿Qué reflexión le merece la pérdida de esta regata?

–Habrá nuevas copas América y otras oportunidades porque Málaga es muy atractiva. Podemos conseguirlas, pero para ello tenemos que navegar, crear las infraestructuras adecuadas y tener un ecosistema preparado para organizar un evento así. Barcelona mira al mar, y en Málaga necesitamos volver la mirada al mar, más allá de las playas en verano. En el Clúster tenemos profesionales que son referencia en su sector y que son puntos de unión con estos grandes eventos.

–¿Qué empresas de economía azul tenemos en Málaga?

–En toda la provincia tenemos 200 empresas del sector marítimo, muchas de ellas líderes en materias como robótica submarina, oceanografía, energías renovables, geología y arqueología submarinas, biología... Por eso, volviendo a su pregunta de antes, no es que sea factible, es que es necesario: si queremos aspirar a que Málaga siga siendo una locomotora no se puede olvidar la economía azul.

–¿Qué puede suponer esto para el empleo en la provincia?

–Tenemos una oportunidad de generar empleo en el polo azul, con formación profesional náutica, para darle salidas a los jóvenes... Las salidas profesionales de los jóvenes malagueños estarán en el mar, lo tenemos clarísimo. También habrá que dar servicios profesionales y de oficios para los megayates que van a venir a invernar. En el Clúster tenemos especialistas en esta materia que puede ayudar a las instituciones.

–¿Por último, qué le parece la Senda azul de la Diputación?

–Tenemos que impulsarla de forma decidida. Hosteleros, hoteleros, puertos deportivos, pesca artesanal, gastronomía, patrimonio arqueológico, todos están encantados con la propuesta, aquí nos va la excelencia del turismo, con rutas para avistar cetáceos y submarinas, es turismo sostenible y ahí estamos todos a una. En este punto, es la hora de recordar que Andalucía no tiene un museo marítimo, que sería un equipamiento cultural de primer nivel.