La cita es a las diez de la mañana en una calle Alcazabilla tintada de marrón por la lluvia de barro que dejó una calima calificada de «histórica». Javier Carnero (Málaga, 1969) aparece diez minutos antes de la hora acordada. Foto, café, botella de agua ... y entrevista. En ese orden. «Aunque pueda parecer que llevo mucho tiempo en política no es tanto como la gente se cree», fija coordenadas.
Conoce los sinsabores y sabe como pega la política. Las dos mociones de censura que sufrió como alcalde de Benalmádena no fueron los únicos obstáculos que se le pusieron por delante a una trayectoria que comienza en 2007. Carnero, que ahora representa al PSOE en el Parlamento, se afana en no lanzar reproches. Pero el picor de algunas cicatrices no las borra el tiempo. No esquiva ninguna pregunta y se le ve con energía y entusiasmo.
-Póngale un titulo al momento en el que se encuentra Javier Carnero.
-Tranquilidad.
-¿Eso significa que en la oposición se vive mejor?
-No. Quien está en la política está con ánimos de gobernar. Hay formaciones que nacen para estar en la oposición. Pero no es el caso del partido en el que milito. Estoy tranquilo porque el bagaje de haber pasado por distintas responsabilidades de gobierno me hace ver las cosas con madurez.
-No me diga que como consejero de Empleo no llevaba usted una mochila que pesaba más que la que lleva ahora.
-Esa mochila pesaba, es evidente. Pero si uno es responsable con su trabajo la mochila sigue pesando aunque esté en la oposición.
-¿Podríamos afirmar que su carrera política no ha sido un camino de rosas?
-No ha sido un camino de rosas para nada. Ha sido un camino de espinas total y absoluto. Luego he conseguido metas que no están alcance de todo el mundo. En 2007 fui alcalde de Benalmádena cuando ni tan siquiera había sido concejal. Pero me hacen dos mociones de censura. El 2015 fue un año muy duro. En fin... la historia la conoce todo el mundo.
-¿Qué se siente el día antes de ser desbancado por una moción de censura?
-Yo diferenciaría entre la primera y la segunda. En la primera sientes impotencia y te cuestiones mucho si has hecho algo mal. Luego llega un momento, yo eso lo asimilé con la segunda moción de censura que me hacen, que el juego de la política es así. Tengo buena relación con las dos personas que me hicieron la moción de censura aunque yo nunca hubiera hecho lo que hicieron.
-¿La palabra de un político es su tesoro?
-Yo creo que el tesoro de un político es su trabajo. Recuerdo que en mi primera comisión, estando ya en la oposición, el consejero de Economía dijo que bueno, que las cosas que se prometen en campaña son eso, cosas que se prometen en campaña. Fui consciente de que el valor de la palabra no es el mismo para todo el mundo. Por eso digo que de nada sirve la palabra si no la acompañas de trabajo.
-¿Cuántas veces le han prometido algo en política y luego esa persona no ha cumplido?
-Eso existe, claro. Y a mí también me ha pasado. Pero no veamos a la política como algo distinto a lo que es la sociedad. ¿Cuántas veces te han prometido lo que sea y luego no ha pasado? Pues eso... La política no deja de formar parte de la vida.
-¿Y usted ha fallado alguna vez a su palabra?
-Que yo sea consciente, no.
-Dijo antes que el 2015 fue duro. Es el año en el que se le imputó cuando iba a ir en las listas para ser parlamentario. Dimitió de todos sus cargos y a las pocas semanas el juez archivó la causa. ¿Cómo lo vivió?
-No fue un año demasiado agradable. Es verdad que yo iba a ir en las listas al Parlamento y una de las personas que me puso la moción de censura me denuncia injustamente. No dejaba de pensar que esto no me puede estar pasando. Y a las dos semanas un juez lo archiva todo. El eco que se genera cuando se archivó la causa no fue ni de lejos el que hubo con la imputación. Cuando se archivó no fui portada en ningún periódico.
-¿Se sintió abandonado políticamente por los suyos?
-No. Yo era muy consciente de lo que hacía y sabía que no podía arrastrar al partido a una vorágine mediática que hubiera sido chunga. Tampoco me pude sentir abandonado porque mi mujer estuvo en todo el momento a mi lado. Y compañeros que me habían acompañado durante gran parte de mi trayectoria.
-¿Cree que en este país la imputación se ha convertido en un arma arrojadiza?
-Por supuesto. Todo el mundo dice que no es justo pero todo el mundo la utiliza cuando tiene al de enfrente en esta posición.
-A qué le teme más en política, ¿al fuego amigo o al fuego enemigo?
-Aprendes a temer al fuego. Lo que tienes que distinguir pronto es si el fuego viene del amigo o viene del enemigo. Pero el fuego... fuego es.
-¿Pecó Susana Díaz de ambición?
-Las mujeres cuando aspiran a algo enseguida se catalogan de ambiciosas. No creo que ella pecara ni de más ni de menos ambición de la que he podido pecar yo cuando he querido llegar a un cargo.
-¿Usted sentía que estaba apostando por un barco que se iba a hundir?
-Para nada. Había dos opciones y yo en ese momento tomé partida por la que, en ese momento, me parecía más adecuada para el PSOE. Luego es verdad que uno tiene que ser consciente de que milita en un partido y cuando se acaba la discusión también se debe acabar el problema. Yo no soy de los 'ismos'. No creo que exista un 'sanchismo', un 'casadismo' o un 'morenismo'. Y somos muy de hacer 'ismos'. En mi partido, los primeros.
-¿Manuel Jiménez Barrios mandaba tanto como se decía?
-Es que era el vicepresidente del Gobierno. Su función era la de coordinar la acción de gobierno. Distinto es el caso que tenemos ahora, donde el consejero de la Presidencia manda más que el vicepresidente. ¿Por qué manda más Bendodo que Marín? Eso sí que es una buena pregunta.
-¿Califique a Pedro Sánchez con una palabra?
-Una persona fuerte.
-¿Usted también se manda Whatsapp con él?
-No, yo no tengo el teléfono del presidente.
-Dani Pérez sí que se manda.
-Me parece normal y lógico. Dani es el secretario general de la provincia.
-¿Juan Espadas tiene el carisma suficiente para ser presidente de la Junta?
-¿Juanma Moreno tiene más carisma que Juan Espadas? Yo creo que tiene mucho menos. Juan es una persona perfectamente cualificada para ser el presidente de la Junta. Otra cosa es su nivel de conocimiento. Todos tenemos que ayudar a que sea más conocido.
-Esto dijo usted sobre Elías Bendodo en 2012: «Lo único que le mueve son oscuros intereses partidistas». No parece que le haya ido tan mal desde entonces.
-No le ha ido mal, no. En política también hay que tener un puntito de suerte. Y Elías ha tenido bastantes puntitos de suerte. Hay que recordar que el actual Gobierno del PP es también el del peor resultado electoral del PP en Andalucía. Nace gracias a la ultraderecha, no a la coalición con Ciudadanos.
-No quieren ustedes que el PP pacte con Vox pero sí reciben con buen agrado el apoyo de ERC en el Congreso.
-Es que Vox todavía tiene que demostrar que es un partido dentro del sistema democrático. Y yo lo dudo por las afirmaciones que hacen. ERC podrá tener unos planteamientos cara a su posición en Cataluña. Unos planteamientos que nosotros no compartimos. Pero no mezclemos a Vox con ERC. Vox va a ser un problema gordo y serio en este país si no se le pone coto. Es que hasta antes de ayer estaban alabando a Putin porque es un autócrata, igual que lo son ellos.
-¿Algún día veremos una coalición entre el PP y el PSOE?
-No descarto nada en política pero lo veo muy difícil.
-¿Núñez Feijóo es más presidenciable que Pablo Casado?
-Es verdad que tiene un bagaje más presidenciable. Pero lo mismo pasa con Juan Espadas. Es mucho más presidenciable que Juanma Moreno porque tiene más bagaje y más experiencia.
-En su tiempo en el Gobierno de la Junta, ¿era el único consejero con tatuajes?
-No estoy seguro pero conociendo un poco aquel consejo de gobierno me atrevería a decir que sí.
-¿Cuántos lleva ya?
-Tres. Me gustaban y me hice el primero. No sé si me haré más. Mis hijos me dirán que ya no tengo edad para más tatuajes. Pero no lo descarto.
-Su pareja también es compañera de partido. ¿En su casa se habla de otra cosa que no sea política?
-El 85% de las cosas de las que se habla en casa no son política.
-¿Cuál es su espacio preferido cuando siente que necesita desconectar?
-El paseo marítimo de Benalmádena. Salgo a andar y ahí tengo mis 45 minutos de KitKat.
-Haga una apuesta, por favor. ¿En qué mes irán los andaluces a votar?
-Es una cosa que depende del Gobierno de la Junta. Yo creo que van a tratar de que sea en junio.
-Si falla, ¿invita a una cena en el restaurante de su hermano?
-Y si acierto me invitáis a mí.
-¿Cuál le gustaría que fuera el siguiente paso en su trayectoria política? No me diga que se pone a disposición de lo que diga el partido.
-Pero es que es así... Yo siempre he estado a disposición de mi partido. Nunca tuve la intención de presentarme a alcalde de Benalmádena y lo hice porque me convencieron. Nunca me planteé ser delegado de Medioambiente y fue Miguel Ángel Heredia quien me llamó para serlo. También es verdad que me encantaría estar en un Parlamento en el que nosotros volviéramos a gobernar.
-Eso significa que le gustaría ir otra vez en las listas en las próximas elecciones.
-Sí, hombre.
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