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El consejero delegado de Unicaja, Isidro Rubiales, detalló en su intervención en la junta general de accionistas la «redefinición de las líneas de gestión» y la «repriorización del plan estratégico» del grupo bancario. «Como ha señalado el presidente -en referencia a Manuel Azuaga, que había ... intervenido de forma previa-, la entidad ha iniciado una nueva etapa que ha de estar articulada en la continuidad y en la protección de los valores y la cultura de Unicaja, garantizando la estabilidad y la adecuada atención a nuestro día a día, centrándonos en nuestra responsabilidad y en el interés de crecer con base en un mejor servicio al cliente», incidió. El 'leitmotiv' del banco es que estamos ante una 'nueva Unicaja'.
«Operamos en un mercado sujeto a una creciente competencia, en un entorno complejo, cambiante y altamente exigente, con unas perspectivas de moderación en el crecimiento económico, inflexión en la evolución de tipos y elevada presión financiera sobre los hogares y empresas. La confluencia de las tendencias señaladas no hace sino ampliar los retos a los que ya nos enfrentábamos para crecer en clientes e impulsar la generación de ingresos, palancas ambas fundamentales para desarrollar capacidades críticas y permitir que nuestros indicadores económico-financieros se sitúen en los niveles propuestos». Así dibujó el contexto económico el consejero delegado.
En este sentido, marcó como prioridades la mejora de la rentabilidad, afrontar los retos de transformación con impacto en clientes y el fortalecimiento de la relación con los principales grupos de interés con arreglo a los estándares más elevados de gobierno corporativo. Y enumeró las «diez prioridades urgentes» que se han visto reflejadas, dijo, en «una batería de medidas inmediatas, que en su mayoría se encuentran plenamente ejecutadas».
Seguirá con el plan estratégico que finaliza en el año 2024, pero «priorizando proyectos y fijando objetivos comerciales realistas y exigentes». Es un proceso de «repriorización» que, afirmó, ya se ha puesto en marcha desde el último trimestre del año 2023 y que «ha estado regido por una exhaustiva evaluación cualitativa de cada uno de los proyectos, atendiendo a su alineamiento estratégico en términos de potencial de crecimiento de negocio, contribución al desarrollo de capacidades necesarias para el futuro e incidencia en captación y retención de clientes, incorporándose en la ecuación sus impactos regulatorios y tecnológicos».
Además, señaló que también se han adoptado «medidas de choque con el foco puesto en el negocio» para impulsar el margen comercial e incrementar la capacidad de generación de ingresos. A lo que se suma la introducción de mejoras en la dinámica comercial, la fijación de precios y la experiencia del cliente o la aceleración de la transformación digital, así como el nombramiento de un nuevo director general de negocio minorista, o el cambio de la imagen corporativa.
Al tiempo, incidió en que el grupo también ha impulsado un plan de gestión de activos no productivos, centrado en la aceleración del proceso de gestión y reducción de éstos.
Isidro Rubiales también hizo referencia a las previsiones para el año 2024: «Esperamos que el conjunto de ingresos continúe mejorando», dijo, «gracias al incremento previsto del margen de intereses, apoyado en la gestión activa de los precios y en la ampliación de los diferenciales de nuestra cartera crediticia», detalló, para añadir: «Los gastos de explotación aumentarán por el impacto la actualización salarial de convenio y otras medidas de mejora adoptadas por la entidad, que serán compensadas parcialmente por planes de eficiencia en curso y previstos», y concluir: «Para el coste del riesgo se prevé que se mantenga estable, en un rango de 30-35 puntos básicos. En el caso de las dotaciones para activos adjudicados, esperamos que, tras los saneamientos realizados en el pasado, dejen de ser materiales en 2024».
De esta manera, señaló que en el ejercicio actual, la rentabilidad del banco se situará por encima del 9%, con una rentabilidad por dividendo cercana al 10% y un pay-out (porcentaje del beneficio repartido en forma de dividendos del 50%).
Asimismo, también Rubiales destacó las «contribuciones» de Manuel Azuaga al banco en una emotiva despedida al presidente saliente: la renovación del consejo, la salida a bolsa o el mantenimiento de la cultura de la entidad pero adaptada al nuevo entorno. «El conocimiento que atesora nuestro presidente, su enorme experiencia y buen y ponderado criterio han sido claves para la adecuada toma de decisiones, en una etapa en la que, sin lugar a duda, hemos afrontado grandes retos y desafíos, y proyectos estratégicos de enorme trascendencia», aseguró.
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