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La depresión posvacacional que suele llegar con el fin del verano ha sumado este año a la vuelta al cole y a la oficina otra piedra en la mochila: los precios. Y esa carga es mayor en Málaga que en el conjunto del país y se deja sentir, sobre todo, en algo tan delicado y preciso con los productos básicos en la cesta de la compra de cualquier familia. Porque los malagueños pagan ahora un 16,2% más por los mismos alimentos que compraban hace un año. Ese porcentaje está casi cuatro puntos por encima de la media nacional (del 14,4%). Y no sólo eso, Málaga es la tercera provincia del país donde más se han encarecido los alimentos en el último año, sólo por detrás de Badajoz (18,6%) y Cuenca (17,7%).
La escalada en el precio de los alimentos apenas encuentra parangón en otro quebradero de cabeza para las cuentas de familias y empresas: la factura energética, que crece un 22,4% en un año, eso sí, casi seis puntos y medio por debajo de la media nacional. Así las cosas, el Índice de Precios al Consumo (IPC) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y relativo al mes de septiembre deja la inflación en Málaga en un preocupante 9,4%. Eso significa medio punto por encima del promedio del país en la métrica del último año y seis décimas más que en el conjunto nacional si se atiende a la evolución de los precios en lo que va de 2022. Tampoco es favorecedora la comparación de los precios en Málaga con el resto de España si se analiza su evolución mensual, ya que la media nacional ha caído un 0,7% y en Málaga esa bajada queda en un modesto 0,4%.
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La actualización de los datos del IPC publicada este viernes por el INE recorta en una décima la previsión anunciada para el mes de septiembre y deja la subida de precios en un 8,9%. El porcentaje sigue siendo alarmante y coloca la inflación como una de las grandes preocupaciones económicas para las cuentas de las familias, las instituciones y las empresas. La situación no es ni mucho menos exclusiva de Málaga ni se España, sino que se expande por la economía mundial.
No en vano, la escalada inflacionista ha provocado drásticas decisiones en el Banco Central Europeo con una agresiva política de subida de tipos de interés que busca 'enfriar' la economía con un mecanismo severo: endurecer la capacidad de gasto y endeudamiento para ir aplacando la subida de precios. Una de las consecuencias de esa política ha sido la subida casi en vertical de las cuotas de las hipotecas para quienes tienen un préstamo a interés variable, es decir, tres de cada cuatro hipotecados españoles.
Pero no sólo la cuota de la hipoteca se deja sentir en la economía de las familias, ya que otros gastos derivados de la vivienda también se hacen notar en las estadísticas de los precios. Por ejemplo, los datos publicados hoy por el INE muestran una subida del 2,1% interanual en el precio de los alquileres en Málaga, frente al 1,6% nacional.
Los gastos derivados de la conservación y reparación de los hogares también despuntan en la escalada de precios. En Málaga se sitúan en el 11,7% internacional, cuatro puntos por encima de la media nacional. Y no sólo eso, en lo que va de año el incremento en la provincia asciende hasta el 12,9%, casi el doble del promedio estatal, situado en el 6,5%. Al menos, quien quiera llorar con un ojo puede consolarse con la evolución del precio del suministro del agua, que ha bajado en Málaga en lo que va de año un 0,8% mientras que la media nacional ofrece un aumento del 1,8%.
Sin salir de casa, también se han encarecido más en Málaga los bienes y servicios para el mantenimiento del hogar y las herramientas y equipos para dejar a punto la casa y el jardín (quien lo tenga). Y a la hora de salir de casa, la guerra en Ucrania sigue haciendo mella en el precio de los carburantes y, por extensión, en los gastos derivados del uso de los vehículos personales, que han subido en Málaga nada menos que un 12% en el último año.
También conviene detenerse en el eco de la temporada turística sobre la inflación malagueña. En concreto, el último mes del verano deja un encarecimiento del 9,9% en las facturas vinculadas a la restauración en la provincia, casi tres puntos por encima de la media nacional. Eso en la comparación respecto a septiembre del año pasado, porque en lo que va de 2022 los precios en la hostelería malagueña han subido un 8,9% frente al 5,8% del promedio estatal.
Del otro lado de la balanza turística, el INE calca el alza de los paquetes turísticos en Málaga a los precios recabados en el conjunto del país y deja incluso por debajo el promedio malagueño respecto al estatal en los servicios de alojamiento, con una subida provincial del 11,9% en lo que va de año frente al 18,7% de la media nacional.
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