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En pleno auge de los medicamentos enfocados a acabar con la obesidad, un grupo de investigadores malagueños del Ibima y el Hospital Clínico han descubierto nuevos indicadores para prevenir enfermedades vinculadas a ella.
Este trabajo es fruto de la colaboración de un equipo multidisciplinar, perteneciente a varias áreas temáticas del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER): Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (OBN), Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (DEM) y Enfermedades Cardiovasculares (CV). Esta colaboración ha «enriquecido significativamente» la investigación centrada en el análisis proteómico para desentrañar los mecanismos moleculares subyacentes en la obesidad, explican en un comunicado conjunto del centro de investigaciones y el hospital.
El estudio, publicado en la revista científica 'Current Obesity Reports', realiza una revisión sistemática de 16 estudios de proteómica que analizan muestras de personas con obesidad en comparación con individuos con normopeso. Los resultados identifican 41 proteínas alteradas en la obesidad, muchas de las cuales están implicadas en rutas metabólicas, estrés oxidativo, procesos inflamatorios y la estructura celular. «Este hallazgo no solo arroja luz sobre los mecanismos de la obesidad, sino que también sugiere posibles biomarcadores para su progresión y las enfermedades asociadas», recalcan.
La obesidad es un problema de salud significativo porque aumenta el riesgo de desarrollar varias enfermedades graves. Las personas con obesidad tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares como hipertensión y ataques cardíacos, y varios tipos de cáncer. Además, la obesidad está relacionada con la inflamación crónica y cambios hormonales que pueden agravar estas y otras condiciones médicas.
En este contexto, la proteómica es una disciplina de la biología molecular que se enfoca en el estudio exhaustivo de las proteínas presentes en un organismo, célula o tejido en un momento dado. Utiliza una variedad de técnicas analíticas y bioinformáticas para identificar, cuantificar y caracterizar las proteínas, así como para comprender sus funciones, interacciones y modificaciones postraduccionales. Al proporcionar una visión integral de las proteínas, la proteómica desempeña un papel fundamental en la comprensión de los procesos biológicos, la enfermedad y el desarrollo de terapias personalizadas.
Dianas terapéuticas
La co-coordinadora del área científica 'Enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes. Determinantes ambientales y estilo de vida' de Ibima, investigadora Miguel Servet, la doctora. Mora Murri, explica que la proteómica representa una «herramienta interesante» para la comprensión de la obesidad a nivel molecular, ya que, gracias a ella, se han identificado proteínas claves que podrían ser utilizados como biomarcadores para enfermedades metabólicas como la obesidad y sus enfermedades relacionadas, «así como representar posibles dianas terapéuticas para estas enfermedades». Murri sostiene que ello supone un avance significativo hacia la medicina personalizada y de precisión, «permitiendo mejorar la gestión clínica de la obesidad y su comorbilidad hacia tratamientos más efectivos y específicos para cada paciente».
Por su parte, la doctora María Insenser, perteneciente al CIBERDEM, que junto con la doctora Murri ha coordinado este estudio, describe: «Nuestro análisis integra múltiples estudios proteómicos realizados en varios tipos de muestras biológicas humanas. Esto nos ha permitido tener una perspectiva global que nos ayuda a entender mejor cómo las proteínas interaccionan entre sí en la obesidad». Además, la primera autora del trabajo, Alba Rodríguez, explica que la revisión sistemática de 16 estudios de proteómica ha identificado 41 proteínas alteradas en personas con obesidad, las cuales están relacionadas, entre otros, con procesos de inflamación, estrés oxidativo y metabolismo.
Los hallazgos de esta revisión sistemática no solo aportan una «comprensión más profunda» de los mecanismos fisiopatológicos de la obesidad, sino que también abren la puerta al desarrollo de biomarcadores potenciales para el seguimiento y tratamiento personalizado de la obesidad y sus comorbilidades. El estudio resalta la necesidad de integrar enfoques multiómicos para lograr una visión más completa de los procesos moleculares en la obesidad.
Además de los investigadores de Ibima y del Clínico, en este estudio han colaborado la Unidad de Bioinformática del propio Instituto, junto a la Universidad de Málaga, y miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERdem) – ambos adscritos el ISCIII - , el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), junto al Hospital Universitario Ramón y Cajal, la Universidad de Alcalá y la Universidad de Teherán (Irán).
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