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Los contratos fijos discontinuos vuelven a estar bajo escrutinio. El Ministerio de Trabajo ha remitido decenas de miles de cartas a empresas de toda España para ponerles sobre aviso de que estarían haciendo uso de esta modalidad de contratación de manera inadecuada y de que la más idónea sería la indefinida ordinaria, dado que estarían teniendo con sus empleados una relación laboral de mayor duración de la que justificaría el uso del fijo discontinuo.
Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, confirma que hay empresarios en la provincia que han recibido la misiva del departamento que dirige Yolanda Díaz. Cuberos defiende que en Málaga la utilización de la figura de los fijos discontinuos es mayor y ha crecido mucho más que en otras provincias españolas, debido al pilar en el que descansa su economía, que es el turismo, una actividad estacional por definición. Y sectores como los servicios, la hostelería o el comercio tiran de este tipo de contratación en esta época del año porque requieren más trabajadores con vistas a la temporada vacacional, necesidad que decae a partir del otoño.
«¿Abuso? Yo lo que conozco es que en Málaga se necesita este trabajo; antes se utilizaba la contratación temporal, ahora el fijo discontinuo, porque así lo requiere la ley, que obliga a que el empleo no sea eventual», explica Cuberos. El presidente de la Cámara de Comercio malagueña se refiere a lo que consigna la reforma laboral que entró en vigor en enero de 2022 y que establece que el uso de los contratos temporales debe estar muy justificado con una causalidad muy específica.
Desde Comisiones Obreras, María José Prados, secretaria de Empleo y Formación en Málaga, explica que la actuación de la Inspección de Trabajo ha provocado que personas que estaban contratadas como fijas discontinuas en sus empresas hayan tenido que pasar a tener un contrato indefinido porque su vinculación laboral sobrepasaba el 87,5% de la jornada anual. Es un fenómeno que CC OO ha detectado sobre todo en el sector hotelero. En total, esta actuación de oficio de la inspección de trabajo en varios hoteles de la provincia ha hecho posible que más de 300 personas hayan pasado de fijos discontinuos a indefinidos, según ha tenido conocimiento el sindicato. Pero desde UGT, Antonio Solano, secretario general de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Málaga, señala que donde es más difícil de detectar el potencial fraude es en la hostelería.
Natalia Sánchez, vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga, explica que estas actuaciones están siendo muy residuales tanto en Málaga como en el conjunto de España. Además, explica que responde al trabajo robotizado de la Administración: en cuanto detecta que una persona con un contrato fijo discontinuo rebasa el 87,5% del año (básicamente, las horas laborales del año detraídas las que corresponden al descanso) automáticamente el Ministerio remite la carta y también de oficio, como ha ocurrido también en el pasado, se efectúan las transformaciones de contrato.
Tal y como avanzaba Cuberos, Málaga ha sido una de las provincias en las que más ha despuntado la contratación de trabajadores fijos discontinuos. En el periodo de la vigencia de la reforma laboral, entre diciembre de 2021 y mayo de 2023 -último dato disponible-, han pasado de los poco más de 14.000 a rebasar los 54.000, lo que supone un incremento del 283% o, dicho de otra manera, este tipo de contratación se ha multiplicado por cerca de cuatro veces.
Málaga sólo se ha visto superada por otras cuatro provincias: Baleares -que encabeza el ránking, al haberse disparado más de un 750%-, Huelva, Cádiz y Guadalajara -con ascensos de alrededor de un 300% en los tres casos-.
En número total de afiliados a la Seguridad Social con contrato fijo discontinuo, Málaga es en estos momentos la sexta provincia de España, tras Baleares, Madrid, Barcelona, Alicante y Valencia, es decir, después de las dos provincias más grandes y de otras muy destacadas por el importante peso de la actividad turística en su estructura.
10,2% de los contratos de la provincia son fijos discontinuos
Es una proporción superior a la media española, donde representan el 6,5% de los afiliados a la Seguridad Social dentro del régimen general.
En términos relativos, es decir, en comparación con el total de afiliados, Málaga es la séptima provincia en peso de los fijos discontinuos: representan un 10,2% del total de registrados en la Seguridad Social dentro del régimen general, por encima del 6,5% que suponen en el conjunto de España, pero por debajo de Baleares, donde pesan más de un 32%, mientras que en Almería suponen un 17%. En Girona, Huelva, Tarragona o Alicante oscilan entre el 10% y 12%.
Antes de la reforma laboral, el crecimiento del uso de la figura contractual de los fijos discontinuos ya venía siendo muy intenso en la provincia. De hecho, desde 2009, su número se ha multiplicado por diez desde los poco más de 5.000 que había en esas fechas. Pero con la nueva normativa del mercado de trabajo, el aumento tomó una nueva dimensión. De esta forma, si entre 2009 y 2021 se creaban cerca de 60 contratos fijos discontinuos mensuales, el ritmo a partir de 2022 ha sido de cerca de 2.350 al mes, por lo que el grueso de la contratación de fijos discontinuos en los tres últimos lustros hay que atribuírsela al impacto de la reforma laboral: de los casi 40.000 nuevos contratos desde diciembre de 2021, cerca 39.000.
El crecimiento de este tipo de contratación en toda España (ha pasado de los 380.000 a superar el millón en los últimos 17 meses) obedece a las limitaciones que marca la nueva regulación en el uso de contratación temporal y a la desaparición de los contratos por obra y servicio. Ahora prácticamente toda la contratación ha de ser indefinida, estable. Y, en el caso de las actividades de temporada, la modalidad que se emplea es el fijo discontinuo. El aumento de la presencia de estos contratos ha sido más intenso en aquellos sectores en los que más enquistada estaba la temporalidad, sobre todo en los servicios y los más ligados a la actividad turística. De ahí que, como explica Santos Ruesga, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, la mayor parte del aumento se atribuye al modelo turístico, que impera en Baleares, la provincia con más fijos discontinuos, o en Málaga, que también despunta en el ránking estatal.
El contrato fijo discontinuo ofrece más derechos a los trabajadores. Como explica Ruesga, permite acumular antigüedad y, por tanto, a su extinción va asociada una indemnización por despido, a diferencia de lo que sucede con los contratos por obra y servicio. «Hay gente que antes era eventual que ahora sabe con fecha cierta cuándo se reincorpora a su puesto», añade Antonio Solano, de UGT. Aunque no es una cura milagrosa contra la precariedad, afirma Ruesga, porque no han tenido porqué haber subidas salariales asociadas o mejora de las condiciones laborales.
Al hablar de esta modalidad de contratos, se ha acusado de que ocultan o maquillan los datos de paro, ya que los fijos discontinuos no se contabilizan a efectos de la medición de los desempleados. A juicio de Ruesga, en el momento de la gran conversión de contratos de temporales a discontinuos ello sí pudo ayudar a reducir algo la tasa de paro, pero ése es un efecto que se observa una sola vez y alega que si el paro continúa bajando es porque la economía continúa creando empleo, no porque los fijos discontinuos alimenten esa sensación. Desde la patronal malagueña, sin embargo, Natalia Sánchez, su vicepresidenta, se hace eco de una reivindicación: transparencia en las cifras que da el Gobierno, tanto el Ministerio de Inclusión como el de Trabajo, para saber cuándo las personas sujetas a este contrato están en activo o están esperando a ser reincorporadas en sus empresas o en otras.
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