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Frenazo en la evolución de los ingresos tributarios en la provincia. La Agencia Tributaria (AEAT) recaudó 1.384 millones de euros en Málaga entre enero y junio de este año, lo que supone una caída del 9,7% en comparación con la cifra del primer ... semestre de 2022 (1.532 millones de euros). Este descenso pone fin a la secuencia de récords de recaudación que se encadenaron en los dos últimos años: en el ejercicio pasado los ingresos fiscales alcanzaron los 4.439 millones de euros, cifra un 17,3% superior a la de 2021, cuando ya con los 3.784 millones de euros abonados por los contribuyentes malagueños a la administración tributaria había sido hasta el momento el mejor año de la serie histórica que parte del año 2007, tras haber registrado también su mayor incremento (22,3%).
En los dos últimos años, en Málaga los ingresos fiscales subieron más que en el conjunto de España. Pero en 2023, por el momento, esto parece haber cambiado.
La caída en la recaudación impositiva contabilizada en la provincia de Málaga en el primer semestre de este 2023 contrasta con el crecimiento que siguen teniendo los ingresos fiscales tanto en Andalucía como en el país. En concreto, entre enero y junio el Estado recaudó 111.000 millones de euros en concepto de impuestos, un 3,8% más que en el mismo periodo de 2022. Mientras tanto, los contribuyentes andaluces aportaron a las arcas públicas un total de 6.766 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 5% más.
En todo caso, aunque sin llegar a la caída de los ingresos experimentada por Málaga, ningún territorio escapa a la ralentización en los ingresos tributarios en este 2023: el año pasado por estas fechas el pago de impuestos subía en España a ritmos por encima del 18%, mientras que en Andalucía el crecimiento de la recaudación era de un 16%. Bien es verdad que el enfriamiento en Málaga es mucho más abrupto: el año pasado por estas fechas el crecimiento de los ingresos superaba el 30%.
A juicio de Jorge Onrubia, catedrático de Hacienda Pública de Universidad Complutense de Madrid, el enfriamiento general de los ingresos públicos obedece a la reducción de la inflación que se está registrando este año frente a las cifras del pasado ejercicio; a los síntomas de desaceleración de la economía que se observan; y también a que las empresas están aprovechando para compensar las pérdidas que sufrieron durante la pandemia con los beneficios que están obteniendo en los últimos años, lo que merma la contribución que tienen que hacer al fisco.
Precisamente, el elemento diferencial entre Málaga y el resto del país parece residir en lo sucedido con el Impuesto sobre Sociedades en los últimos meses. Porque, de acuerdo con el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria, los ingresos netos por este tributo fueron negativos en la provincia. Ello, como consecuencia de que los ingresos brutos, por valor de 223,75 millones de euros, se vieron superados por las devoluciones que tuvo que afrontar la AEAT (casi 450 millones de euros). Eso significa que este tributo no sumó recursos netos, sino que los restó, porque el fisco se vio obligado a retornar más dinero a las empresas del que éstas tenían que pagar de sus beneficios.
A nivel nacional también fue un tributo que registró un deterioro notable en el último año. En particular, los ingresos netos obtenidos por el Estado por el impuestos que grava los beneficios empresariales en el primer semestre retrocedieron un 48,5% interanual –se redujeron prácticamente a la mitad–, hasta los 2.788 millones de euros. Ello, según explican los técnicos de la Agencia Tributaria, se debió al fuerte incremento de las devoluciones, que a nivel nacional se duplicaron –en Málaga se multiplicaron casi por seis al pasar de un año para otro de los 76 a los 450 millones–. Muchas de estas devoluciones son consecuencia de recursos ganados por los contribuyentes. De hecho, otro de los ingredientes que incorpora César García Novoa, catedrático de Derecho Tributario de la Universidad de Santiago de Compostela, al análisis es el problema de litigiosidad existente en España alrededor de la Agencia Tributaria. A juicio de este experto cada vez son más las resoluciones que terminan condenando a la Administración Tributaria a devolver a los contribuyentes no ya sólo lo que les ha cobrado de más, sino la totalidad de lo abonado por éstos –luego los ciudadanos tienen que pagar lo que les corresponde, pero previo retorno del Estado–.
José María Mollinedo, secretario general de Gestha, explica que, en concreto en Málaga se desconoce qué empresas han sido las que han generado la devolución de los 450 millones de euros. A su juicio, proceden de un retorno de impuestos ingresados en otros ejercicios. Mollinedo desliza la posibilidad de que se trate de un reintegro procedente de la resolución de un recurso en favor de alguna gran corporación empresarial.
El profesor García Novoa concede que, aparte de la litigiosidad, también pudo contribuir al peor comportamiento malagueño del Impuesto de Sociedades que se trata de una provincia más sensible a los vaivenes económicos dada su estructura productiva en la que sobre todo tienen presencia las pequeñas y medianas empresas, y ahora es en ellas en las que más se percibe la desaceleración económica, defiende.
Este comportamiento en Sociedades no pudo verse compensado en su totalidad por el aumento de los ingresos procedentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): los contribuyentes abonaron por este tributo cerca de 663 millones de euros en el primer semestre, lo que implica una factura un 14,2% superior a la de un año antes –en el conjunto de España el ascenso fue de un 11,1%–. Los técnicos de Hacienda explican que el aumento de la recaudación obedece al crecimiento del empleo, las subidas salariales y el incremento del tipo efectivo del impuesto, lo que parece haber cundido más en la provincia.
Mientras, por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes las arcas públicas obtuvieron ingresos netos cercanos a los 100 millones de euros en la provincia, un 11,7% superiores a los registrados en el primer semestre de 2022 –en el Estado el aumento fue de casi un 20%, hasta los 1.665 millones–.
Con todo ello, la recaudación registrada en la provincia por impuestos directos –los que se aplican sobre rentas del trabajo, del capital o los beneficios empresariales– baja un 28,3% en comparación con la hace un año, al pasar de los 755 a los 542 millones de euros.
En cuanto a los impuestos indirectos, Málaga aquí sí presenta una evolución más dinámica que el conjunto de España. De esta manera, la recaudación por IVA creció un 10,9% hasta junio, frente al aumento del 3,6% que registró en el conjunto de España. Con ello, este impuesto indirecto es, una vez más, el que más aporta a las arcas públicas por parte de la provincia de Málaga, con 788 millones de euros entre enero y junio.
Los técnicos de Hacienda explican que este reducido avance que registra el IVA en el país obedece a que la comparación se efectúa con un ejercicio 2022 caracterizado por los elevados crecimientos de recaudación por este impuesto debido a la inflación –en especial la de los productos energéticos–. A ello incorporan el hecho de que este año se está aplicando la rebaja en los tipos del impuesto a los alimentos, así como a la electricidad y al gas natural. Si en la provincia la recaudación del IVA aguanta mejor es también porque, como señala García Novoa, Málaga es un territorio muy turístico.
Pero la mayor contribución por IVA no está teniendo su réplica en los Impuestos Especiales, porque su recaudación en Málaga ha caído un 8,2% en el primer semestre, mientras que en el conjunto de España sus ingresos se han mantenido prácticamente planos –pese a la puesta en marcha del nuevo impuesto sobre plásticos no reutilizables–. Además de este último tributo, bajo la rúbrica de 'especiales' también se encuentran la figura fiscal sobre el alcohol, la que pesa sobre los hidrocarburos y la que se aplica sobre el tabaco.
Y, por último, Málaga presenta un peor comportamiento en el Impuesto sobre Tráfico Exterior: su recaudación en la provincia en lo que llevamos de año retrocede un 43%, frente al crecimiento del 3,8% del conjunto de España.
La recaudación de la Agencia Tributaria se completa con tasas como la radioeléctrica o el canon de aguas, que suponen ingresos de cerca de 30 millones de euros entre enero y junio, un 9,5% menos que en el mismo periodo de 2022.
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