Los ingresos por enfermedades graves como infartos o cáncer cayeron más de un 10% en el primer año de pandemia en Málaga

El año 2020 se saldó en los hospitales malagueños con un descenso de 1.600 ingresos por cáncer, 2.200 por enfermedades del sistema circulatorio como infarto, angina de pecho o ictus y 3.300 por patologías digestivas. Son sólo tres ejemplos, pero la caída de la actividad asistencial fue extensiva a casi todos los diagnósticos. En total, se registraron en la provincia 123.157 altas hospitalarias, un 13% menos que en 2019. En números absolutos, fueron 18.376 pacientes encamados menos. Es un fuerte descenso que rompe con brusquedad la senda ascendente de los años anteriores: en la provincia los ingresos hospitalarios venían creciendo de forma sostenida tanto por el aumento de población como por el proceso de envejecimiento demográfico.

¿Acaso la salud de los malagueños mejoró en 2020? Es obvio que la respuesta es no. La causa de la caída de morbilidad hospitalaria hay que buscarla en la Covid-19. La cancelación de operaciones, pruebas diagnósticas y consultas no urgentes en todos los hospitales durante buena parte de aquel primer año de pandemia ha tenido una clara incidencia en este descenso. Además, los facultativos ya advertían de que el miedo a ir al hospital estaba haciendo que pacientes con patologías graves, incluso con síntomas de infarto, se quedaran en casa hasta que era demasiado tarde. Si esto ocurría con enfermedades agudas, tanto más con otras cuyas señales son más discretas.

Las altas hospitalarias con el cáncer como diagnóstico principal se redujeron en 2020 en Málaga casi un 11% (hubo 13.057). El descenso de casos atendidos afectó a todos los tipos de cáncer pero es muy llamativo en el caso de los melanomas, del 43%, con sólo 176 frente a los 309 del año anterior. En el caso de las neoplasias malignas de mama también hubo una caída mayor que la media, del 18% (en total hubo 884 altas hospitalarias relacionadas, frente a casi 1.100 de 2019). Los tipos de cáncer que menos disminuyeron sus ingresos hospitalarios fueron los de colon, recto y ano, con 1.316, un 5% menos que el año anterior.

En el grupo de enfermedades del sistema circulatorio, que son las que más pacientes llevan a los hospitales, también se aprecia una reducción generalizada de estancias en 2020, que es del 12,5% de media (se registraron 15.397 altas en total). Los hospitales malagueños atendieron un 25% menos de pacientes con angina de pecho (370), un 16% menos con infarto agudo de miocardio (1.932) y un 10% menos de enfermedades cerebrovasculares (2.802). La caída es mucho más fuerte en las patologías menos graves de este grupo, como las varices, cuyas estancias relacionadas se redujeron casi un 39%. La única excepción está en las enfermedades de la circulación pulmonar, que aumentan casi un 39% hasta alcanzar los 724 casos atendidos.

El único grupo de patologías que incrementan su morbilidad en 2020 son las infecciosas, donde se engloba la Covid-19, responsable de 2.446 ingresos hospitalarios en la provincia. No obstante, hay que tener en cuenta que en los primeros meses de pandemia la mayoría de casos no se clasificaban como coronavirus, sino que aparecen en la estadística como neumonía. De hecho, en 2020 se registraron 3.804 ingresos por esta enfermedad, un 27% más que el año anterior. En cambio, la gripe y otras infecciones respiratorias disminuyeron drásticamente su incidencia en los hospitales, con un 37% de pacientes encamados. También hubo menos ingresos por asma (-37%), bronquitis y bronquiolitis agudas (-24%) y otras enfermedades respiratorias (la caída media fue del 14%).

La atención a la salud psíquica también se resintió por culpa de la pandemia. En 2020 hubo casi un 9% menos de altas hospitalarias relacionadas con trastornos mentales. Las mayores caídas se observan en los trastornos vinculados al abuso de alcohol (-23%) y drogas (-14%).

En un año tan anormal como 2020, también los ingresos debidos a lesiones, envenenamientos y accidentes se redujeron de forma notable (un 14%), con especial intensidad en el caso de las quemaduras (-32%) y los envenenamientos y sobredosis (-28%).

También se redujeron en diferentes porcentajes las estancias hospitalarias relacionadas con otros grupos de afecciones como las digestivas, las endocrinas, las de la sangre, las de la piel, las del sistema nervioso o las del aparato musculoesquelético. En general, los motivos de ingreso que más bajaron fueron los relacionados con patologías no urgentes. Por ejemplo, hubo sólo 105 pacientes con cataratas, menos de la mitad que el año anterior.

Por sexos, el descenso de pacientes atendidos fue más intenso entre las mujeres, con un 13,43%, que es incluso mayor si se eliminan de la ecuación los ingresos relacionados con embarazo y parto. Entre los hombres el descenso fue del 12,4%. Esta diferencia se debe en parte a que la mayoría de pacientes ingresados por Covid fueron hombres: 1.392 frente a 1.054 mujeres.

La estancia media de los pacientes ingresados en 2020 en los hospitales malagueños fue de 8,4 días, frente a los 8,2 del año anterior. Hay grandes diferencias según los motivos de ingreso: las estancias más largas se deben a motivos psiquiátricos, con una media de 100 días, y llegando al extremo de las demencias, con 415 días. Los pacientes Covid tuvieron una estancia media de 11,6 días.

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