Un ingeniero malagueño convierte la insignia de los coches Bentley en un dron de asistencia en carretera

El joven investigador, que es un apasionado del espacio y la aeronáutica, ha devuelto a la firma británica a sus orígenes, cuando comenzó como fabricante de motores para aeroplanos durante la Primera Guerra Mundial. De la unión de la carretera y el aire surge la idea del 'Flying B', la B voladora, que en adelante presidirá como mascarón de proa el frontal de sus modelos.

Básicamente, lo que Ortega ha hecho es echar a volar la insignia, que pasa de tener una función identificativa y decorativa, a ser un componente real del automóvil. «Estaba trabajando allí en 2019 cuando surgió la oportunidad de darle el siguiente paso al emblema de la marca, y se me ocurrió fusionarla con la tecnología de drones, con todos los desarrollos tecnológicos que hay en esta línea», relata. De este modo, el logo ha pasado de ser un símbolo a un dron que el conductor puede manejar desde el coche. La pequeña aeronave irá alojada en el morro, en el lugar de la insignia, y tendrá funcionalidades que darán soporte a los sistemas de conducción y al piloto. «En caso de accidente, la aeronave se despliega, ilumina el coche por la noche y da soporte a los servicios de emergencia. Pero también puede venir a buscarte y guiarte hasta donde esté aparcado».

Otras funcionalidades son la ayuda al usuario para encontrar rutas alternativas, «con un mapeado en avanzadilla del terreno, para ver lo que hay por delante», y para encontrar un sitio donde aparcar. En otra faceta, también sirve como elemento de ocio, para hacer fotos y vídeos «en momentos de conducción en lugares espectaculares».

Se podrá manejar desde el interior, con tecnología autónoma y colaborativa entre el vehículo y el dron, de manera que no haga falta estar pendiente de él mientras se conduce, sino que podrá volar de manera autónoma y darle órdenes. También funciona como baliza aérea y como antena amplificadora.

Desde un punto de vista simbólico, además de que la idea entronca con los mismos orígenes de la marca, en la fabricación de motores para aviones, Ortega recuerda que Bentley es el coche original en el que se inspira Ian Fleming para las novelas de su célebre personaje, James Bond, y como tal este artilugio evoca a los que usaba el detective en sus aventuras.

La próxima incorporación de este equipamiento en los automóviles ya es conocida en la red comercial en todo el mundo, donde se ha generado una fuerte expectación. Así lo explica Alejandro Terroba, director de marketing de C. de Salamanca, concesionario Bentley en Andalucía y Canarias, con sede en Marbella.

«La patente del dron es muy original y está siendo muy bien acogida en todos los continentes; nosotros estamos colaborando a su difusión. Tenemos numerosas peticiones de información, los clientes nos preguntan cuándo llegará», explica.

Con todo, Terroba reconoce que todavía tardará unos años, porque faltan pruebas y homologaciones, pero espera que esté disponible a medio plazo. «Ya hay clientes interesados en tenerlo, sobre todo en los países del Este de Europa y de Oriente Medio. Es muy técnico pero también muy exótico, y hace destacar a Bentley sobre otras marcas».

Además, este avance ha supuesto «un gran revuelo» dentro del grupo Volkswagen, donde ya hay otras marcas interesadas en incorporarlo. Como malagueño, Alejandro Terroba se muestra orgulloso de que haya sido un paisano el responsable de este avance, al que define como «ingeniero sobresaliente, con calado en proyectos pioneros, aeroespaciales y de automoción». Gracias a su conocimiento del producto y de los clientes, el concesionario malagueño mantiene una estrecha colaboración con la marca.