El incendio de Valencia dispara el interés por revisiones y nuevas medidas en edificios de Málaga

Goextín es una empresa del Grupo Servihogar. Mario Martín explica que se han multiplicado las consultas. «Ayer mismo una presidenta de comunidad se interesaba por un garaje, aunque por el año de construcción no es obligatorio», reseña, al tiempo que alguna de las comunidades con las que trabaja tienen fachada ventilada y están preocupados, aunque no se trata de los mismos materiales que en el caso de Valencia. «Y eso que en este caso es un edificio moderno, con puertas cortafuegos, con zonas sectorizadas… Está la gente preocupada», comenta.

«Lo más básico es que hay comunidades que, aunque parezca mentira, no tienen extintores, que las hay, porque hasta el 96 no era obligatorio. Y también hay un interés creciente por sistemas de detección», explica.

Las empresas de alarmas también incluyen suplementos para instalar avisos antiincendios y en estos días hacen ofertas a los clientes. «Estamos desbordados», comenta un técnico de Securitas.

Javier Fernández Arce es director adjunto de Incotex, empresa malagueña especializada en sistemas de protección contra incendios. «Desde que pasó lo de Valencia notamos mayor interés. Es algo que hay que comprar por normativa pero nadie quiere usar. Pasa muy desapercibido cuando se instala. Hay, además, desconocimiento», explica. «Rara es la llamada con administradores en la que no sale el tema de los incendios», apostilla.

Agrega que, aunque pueda sorprender, no hay normas que obliguen a tener alarma, salvo en los garajes, sí. «Parece que no nos va a pasar nunca y no queremos gastar, pero cuando suceden estas cosas se activa la necesidad», añade y comenta que en muchas comunidades ya van más allá del extintor y están incorporando, por ejemplo, mangueras. «La principal petición que nos están haciendo es comprobar el estado de todo, cómo está la comunidad de vecinos», relata.

Este profesional recuerda la importancia de revisar los extintores. Tienen que tener inspecciones trimestrales, que las puede hacer la propia comunidad con un manual, o bien las puede externalizar. Luego, hay otras anuales que sí son obligatorias por parte de especialistas. «Pocas comunidades se preocupan por las trimestrales. Más del 90% no reportan», especifica. Se trata de una comprobación visual sobre elementos mecánicos y anomalías evidentes.

De todos modos, quiere mandar un mensaje de tranquilidad: «Lo que ha pasado en Valencia no es normal».

Desde Incotex señalan que, en conversaciones con los bomberos de distintas zonas, les trasladan su preocupación por edificios altos y antiguos. Y abre una nueva vía a la que, a su juicio, hay que prestar atención: unos garajes en los que cada vez conviven más los vehículos eléctricos e híbridos con sus cargadores y otros de combustible fósil. «Si explotan las baterías de los patinetes y se han regulado en los transportes públicos, imagina en los casos de coches», argumenta.

Desde 1996 es obligatorio que en todos los edificios residenciales haya un extintor por planta. Una medida que vería bien es la implantación de detectores en las viviendas. En Reino Unido ya es obligatorio, por ejemplo.

Un sistema básico, central de incendios, para cinco plantas. 400 euros la central y cada detector 80 euros más cableado: unos 1.000 euros por un edificio de 5 pisos y 5 detectores. Y el mantenimiento anual se queda en unos 50 ó 60 euros.

El abc de la seguridad de un edificio sería en cuatro pasos. El primero, extintor. El segundo, garaje con alarma. El tercero, mangueras. El cuarto, chorros de agua como los que se ven en las zonas comerciales y en otros países.

Y, además, no hay que perder de vista la formación: «Intentamos hacer divulgación. ¿Sé utilizar lo que tengo? Vamos a proponer que en las comunidades se instalen tutoriales básicos». Y recuerda que usar un extintor requiere de una mínima capacidad física. Son 9 kilos y tiene un retroceso al pulsar. «Yo siempre digo, antes de coger el extintor, ponte a salvo. Lo primero tú. La norma básica en cualquier incendio. Te quitas de enmedio y llamas a los bomberos. Si ya ves que no hay peligro, entonces sí, haz uso del equipo», puntualiza.

El Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla hace un llamamiento a la tranquilidad ante la posibilidad de que en la provincia se repita un incendio como el de Valencia. Las comunidades deben cumplir con el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, vigente desde el 2017, y los inmuebles construidos después del 6 de mayo del año 2000 cuentan con el Libro del Edificio en el que se especifican todas las características técnicas y el uso de las instalaciones, entre otros documentos de interés. Además, para subvenciones a la rehabilitación como las de los Fondos Next Generation, se hace necesario contar con un Libro del Edificio por lo que muchas comunidades los están solicitando.

Además, el Ayuntamiento de Málaga obliga a los edificios que cumplen 50 años desde su construcción a realizar la ITE, una inspección en la que también es posible detectar anomalías que puedan favorecer la propagación de posibles incendios o de otros problemas técnicos de la edificación.

«Desde el Colegio se vienen repitiendo de forman constante formaciones a los profesionales sobre esta temática y se recuerda que, además de contar con elementos de prevención, es importante tener debidamente revisados por empresas autorizadas y -cuando sea necesario por el Organismo de Control Autorizado (OCA)- instrumentos como extintores, puertas contra incendios, sistemas de aspersores, alarmas, hidrantes o alumbrado de emergencia entre otros», aseguran desde el organismo.