Guerra del taxi, VTC y rentacar contra el aeropuerto por una nueva tasa

¿El motivo? La imposición de una tasa que el aeródromo pretende implantar para cobrarle a todos estos servicios de transporte (en el caso de los taxis de la capital, sólo los que acudan precontratados puesto que el resto tiene parada propia) cada vez que accedan a la terminal de llegadas para recoger a algún viajero. ¿Cuándo se aplicará? Cuando se complete la reordenación de los aparcamientos y los viales de entrada que se está llevando a cabo con la intención de darle una mayor fluidez y evitar que se repitan las situaciones de colapso del tráfico en los principales accesos al recinto con coches estacionados durante demasiado tiempo.

Estos cambios afectarán fundamentalmente a la zona de precontratación, donde deben estacionar tanto los 1.300 taxis de fuera de la capital ya que sólo pueden recoger viajeros en el aeródromo bajo reserva previa, como los de la ciudad que trabajen de forma contratada, además de todos los VTC (hay 2.378 autorizadas en la provincia), ya sean tradicionales que prestan servicios de 'transfer' o los que operan mediante 'apps'. La única excepción es Uber, que se hizo con un espacio propio de 35 plazas justo enfrente de la salida de la T-3 a cambio de un canon variable de al menos 25.000 euros anuales.

Pero ese nuevo itinerario que se está configurando también conlleva que para llegar a la terminal de llegadas igualmente tengan que pasar por la barrera, y por tanto por caja, los vehículos de enlace ('shuttle') que recogen a los clientes de los 'rent a car' para llevarles a la nave donde está el coche alquilado o los microbuses que fletan los 'parkings' del entorno para quienes dejan su vehículo en uno de estos garajes. Y también se baraja, más a medio plazo, la opción de extenderla a los autocares que trabajan con touroperadores.

De momento, el importe de la cuota no es oficial, pero tras diversas reuniones mantenidas en los últimos meses con responsables del aeropuerto, desde el sector indican que sólo la subida de la barrera costará 1,55 euros. A partir de ahí, se tarificaría en función del tiempo de estancia, de forma que la de 15 minutos saldría por 2 euros y la de una hora, por 3,55. Para hacerse una idea, una hora en el 'parking' de la Marina, que es el más caro de la red municipal de la capital, cuesta 2,38 euros. ¿Qué ocurre en otros aeropuertos? Hay un poco de todo, aunque en Madrid y Barcelona ya está implantada esta fórmula, según confirman desde Aena. Aunque se establece un periodo de cortesía que, de momento, no se ha planteado en Málaga según indican desde el sector.

«La ampliación de esta zona de aparcamientos, que pasa de 100 a 450 plazas a pocos metros de la terminal, responde a la necesidad de ordenar y regular esta área de intermodalidad, en la que conviven los diferentes modos de transportes que consolidan la conectividad del aeropuerto una vez que el pasajero llega a la ciudad», aseguran en Aena, donde justifican esta medida por la necesidad de «desincentivar el mal uso de viales y acabar con la imagen de vehículos obstaculizando zonas e impidiendo la fluidez del tráfico, con el riesgo de atascos o de vulnerar las normas de autoprotección de la infraestructura». Se trata, según remarcan, de que «nadie, ni pasajeros ni trabajadores, tengan que perder tiempo por encontrarse con una infraestructura inaccesible o sin capacidad para satisfacer la demanda».

Aunque la nueva tarifa fue puesta sobre la mesa por primera vez el pasado verano, es ahora cuando se acerca su activación, precisamente a las puertas de la temporada alta. Ante este temor, las principales asociaciones del sector del transporte de viajeros en la provincia se han unido para pedir por escrito a Aena, como entidad gestora de los aeropuertos españoles, y al director del recinto malagueño, Pedro Bendala, para solicitar que se frene esta medida por el perjuicio que puede suponer para unos negocios que mayoritariamente conforman pymes y autónomos.

«No se puede generar de manera unilateral una tasa de recogida cuando se impone un acceso único para las empresas de transporte de viajeros. No podemos elegir, y además hay que tener en cuenta que el flujo de viajeros está sometido diariamente a retrasos en la llegada de pasajeros por circunstancias ajenas a nosotros y que obliga a los conductores a esperar horas hasta la salida del viajero», expone el presidente de la patronal VTC-Andalucía, Pablo García, quien asegura que el sector estaría dispuesto a pagar si con ello se ayuda a dar una mayor fluidez y fomentar una mayor rotación en el aparcamiento, pero siempre que se instaure un tiempo de cortesía de una hora para taxis y VTC y de 30 minutos para rentacar y 'parkings'.

Un rechazo que también secundan en la Confederación del Taxi de la Costa del Sol, que aglutina a los 2.300 coches que conforman la flota de todo el litoral desde Manilva hasta Nerja. «Esta nueva tarifa va a agravar aún más el impacto de la subida de costes que venimos sufriendo los profesionales del transporte. Confiamos en que Aena tenga en cuenta nuestra situación y se replantee esta medida», señala el presidente de la entidad, Miguel Ángel Martín.

La misma postura comparten los 'rent a car'. «Por lo que sabemos, el de Málaga sería el primer aeropuerto en poner esta tasa también a nosotros. Entendemos que si deciden ponerla, debe fijarse un periodo de cortesía. Damos un servicio que favorece la movilidad, porque recogemos a los clientes y les llevamos a nuestras instalaciones para entregarles el vehículo. Estamos hablando de que cada empresa puede realizar 60 ó 70 servicios diarios, así que serían miles de euros al año», expone Yolanda Collado, gerente de la Asociación Empresarial de Vehículos de Alquiler de Andalucía (Aesva).

En la misma línea se expresan desde los 'parkings' de larga estancia que bordean el aeropuerto. «Nosotros apenas molestamos porque lo único que hacemos es dejar a los clientes y recogerles rápidamente, en apenas diez minutos, así que la idea de cobrarnos nos parece abusiva puesto que nuestros precios ya son 'low cost' y nos obligarían a repercutírselo al cliente», apunta el responsable de SP Parking, Javier Arrebola, quien indica que sólo su empresa da cobijo a un millar de coches cada semana. Desde la Asociación Provincial de Empresarios del Transporte de Málaga (Apetam), que representa a las compañías de autocares, también piden «sensibilidad» al aeropuerto porque esta cuota supondría añadir más gastos a unos negocios que se encuentran en una situación ya de por sí complicada por la crisis y la subida de precios.