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La ola de frío ha generado preocupación de los padres con hijos en edad escolar. Las ventanas de las aulas suelen estar abiertas durante toda la jornada escolar para facilitar la ventilación. Y con el frío exterior se hace muy difícil para alumnos y profesores desarrollar las clases en las condiciones más adecuadas. Las quejas han llegado a los centros, con recogidas de firmas en las que se pide a los equipos directivos que se tomen medidas para evitar el frío en las aulas.
En esta polémica, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha querido aclarar que «no es obligatorio» mantener las ventanas de las aulas abiertas en todo momento. Así, recuerda que la circular de la Consejería de Salud de 22 de diciembre indica la necesidad de ventilar las aulas durante diez minutos en cada cambio de clase. «Donde hace mucho frío, no se puede estar con las ventanas abiertas de par en par, pueden estar cerradas y ventilar en los cambios de clase», ha insistido.
En cuanto a la demanda de aparatos de purificación de aire, el consejero ha recordado que la opinión de los expertos indica que «no son sustitutivos de la ventilación natural», por lo que «aunque instaláramos estos aparatos, sería también necesaria esa ventilación natural, los purificadores no garantizan que no haya contagios».
El consejero también ha informado de los resultados de los test Covid realizados antes de la incorporación a clase el jueves pasado. En Andalucía se han realizado 104.000 test, a docentes y personal de administración, con solo un 0,4% de casos positivos. «Creo que Andalucía ha sido la única comunidad en la que se han realizado estos test, para procurar una vuelta a clase segura. Es una forma responsable de volver a la docencia presencial, que es la que garantiza una educación en igualdad de condiciones», asegura Javier Imbroda.
Sobre la ventilación de las aulas, el secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Andalucía, Diego Molina, señaló que “se deben tomar medidas complementarias a la ventilación natural de las aulas, dado que el frío existente dificulta que se pueda realizar actividad lectiva”. Para Molina, “no disponer de las medidas de distanciamiento físico sin compensar las bajas temperaturas por una ventilación natural permanente, genera unos efectos negativos que la Consejería de Educación debe resolver urgentemente, teniendo en cuanta todos los escenarios posibles, incluida la atención telemática transitoria, de ser necesaria, ante la simultaneidad de la ola de frío y de la Covid-19 que estamos viviendo”.
Desde CSIF se ha pedido reforzar los sistemas de calefacción en las aulas para llegar a unas condiciones climatológicas adecuadas dentro de los parámetros de temperatura entre 17 y 27 grados, mediante la colocación de estufas portátiles y sistemas de climatización con bomba de calor, así como dotar de purificadores de aire con filtro HEPA en todas las aulas y de medidores de CO2.
FSIE, sindicato de la privada y concertada, ha reclamado a la Consejería de Educación que se articule la dotación de sistemas de filtración y purificación del aire mediante filtros HEPA a todos los centros educativos andaluces, independientemente de su titularidad, que eviten someter al alumnado y personal docente y no docente a las condiciones térmicas extremas que está provocando la constante ventilación de las aulas y espacios comunes de los centros.
Respecto a la ventilación de las aulas, la Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera (FEUSO) puso en marcha el pasado mes de noviembre el ‘Plan Ventilados’ para dar respuesta a la inquietud generada en la comunidad educativa con respecto a la ventilación de las aulas ante la llegada del frío, una herramienta digital cuyo objetivo es ayudar a guardar el equilibrio entre garantizar la suficiente ventilación y calidad del aire del aula.
El Plan Ventilados es específico para medir y valorar la calidad del aire ambiental. Contribuye a ventilar correctamente las aulas y evitar contagios por coronavirus. Consiste en tomar muestras de tiempos de ventilación y niveles de CO2 a lo largo de una jornada lectiva, que se recogen en una plantilla. Estos valores se trasladan a una herramienta informática que resume en un informe los valores de concentración de estado estable de CO2 (valor máximo); el valor promedio y máximo del aula, y el caudal objetivo de aire exterior.
Si el valor de concentración de CO2 del aula está próximo y es inferior al valor de concentración de estado estable (valor máximo) se habrá optimizado el tiempo de ventilación. Si no es así, se realizarán nuevos ensayos con otros tiempos de ventilación. De esta forma, se conseguirán niveles aceptables de calidad del aire con un menor consumo de los recursos energéticos.
FEUSO considera que sería muy recomendable tener un monitor de CO2 visible por el profesorado de manera permanente, en su mesa junto con el informe. De esta forma, si la concentración de CO2 del aula es próxima a la máxima, se puede actuar inmediatamente, ventilar y garantizar la calidad del aire.
Pese a que hace dos meses se lanzó este proyecto y se compartió entonces con la administración pública y las patronales de centros educativos, se ha hecho caso omiso al ofrecimiento. Ahora que todo el país se está viendo afectado por una ola de frío histórica, desde FEUSO se lamenta el “tiempo perdido” en implementar esta herramienta, completamente gratuita y de fácil manejo, la cual vuelve ofrecer de nuevo a toda la comunidad educativa.
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