Secciones
Servicios
Destacamos
Los seres vivos más poderosos somos los humanos. Eso, al menos, es lo que pensamos. Reinamos sobre el planeta y hemos sometido la naturaleza. Pero siendo honestos, sin seres humanos, el mundo no se hundiría. Es más, las ciudades, las carreteras, la agricultura o las ... guerras no están, precisamente, en sintonía con la naturaleza.
Pero hay otros seres que también viven en grandes comunidades. Las hormigas son animales notables. Y son muchas. Todas juntas pesarían tanto como toda la humanidad. Ecosistemas enteros se derrumbarían si no existieran. Otros insectos, que ahora les sirven como alimento, aumentarían de manera explosiva. También las hormigas construyen ciudades y carreteras, practican la agricultura y luchan las unas con las otras. Han conquistado casi todos los rincones del mundo, ya gateaban junto a las garras de los dinosaurios y han sobrevivido a las grandes extinciones. Y hay otra diferencia con el ser humano. Al contrario de lo que pasaría con nuestra desaparición, la de las hormigas haría colapsar a ecosistemas enteros. Sin ellas, el mundo se saldría de las junturas.
Con el verano también se incrementan las actividades en el exterior y la hormiga se convierte en un fiel acompañante. En muchas conversaciones alrededor de una mesa se produce la misma pregunta: ¿hay este verano más hormigas que otros? La respuesta a esta duda sería que no hay más hormigas este verano que otras sino que siempre hay más en la época estival. ¿Razón? «Es muy simple y tiene que ver con el acopio de alimentos. Las hormigas son muy activas en verano. Organizadas como sociedades perfectamente estructuradas, se trata de acumular el mayor alimento posible para la hormiga reina», explica el profesor de Ciencias Ambientales en la UMA, Enrique Salvo.
Más de 13.000 especies diferentes de hormigas se han descubierto por el momento. Las más pequeñas apenas se detectan con el ojo humano. Las más grandes pueden alcanzar el tamaño del pulgar de la mano de un niño chico. Las hay que viven en lugares con frío polar y las hay con capacidad para aguantar temperaturas extremas. Construyen nidos subterráneos o se mantienen en la copa de los árboles.
«Son sociedades perfectamente organizadas», insiste Calvo que luego pasa a detallar una organización interna fascinante: las hormigas viven en estados que tienen al frente una reina. En algunas especies hay varias. El resto son trabajadoras. También hay machos, pero solo para el fin de garantizar la reproducción. La existencia de los machos, realmente, persigue un único objetivo, que es copular con una la reina de otro estado. Después, caen muertos y son devorados. Por ejemplo, por otras hormigas.
También la hormiga reina copula, aunque solo vez en la vida. Pero, al contrario de lo que pasa con las hormigas macho, no muere en el acto. Funda una nueva colonia. En el acto de reproducción acumula el semen suficiente para toda la vida. Puede llegar a cumplir 30 años, una cifra muy considerable para un animal tan pequeño.
La percepción de que hay muchas hormigas aumentaría si hicieran ruido. Para el ser humano son animales mudos porque estamos acostumbrados a comunicar a través de sonidos. Pero las hormigas son de todo menos mudos. El idioma de las hormigas se compone de olores. Cuentan con glándulas que pueden producir diferentes sustancias aromáticas. Es su vocabulario químico. A través de estos olores comunican lo siguiente: «Pertenezco a esta colonia», «Sé donde hay alimento», «Estamos siendo atacados». Además, a través del olor, saben cuál es su rol dentro de la colonia y si están frente a una reina, una trabajadora o una larva.
«Son una especie realmente fascinante», prosigue el experto y explica el funcionamiento de la visión. Sus ojos no tienen lentes y, por lo tanto, no perciben imágenes. Pero eso no es problema. Bajo tierra no hay luz, en todo caso. Disponer de facultades visuales no sirve de nada. Las hormigas utilizan otros poderes para orientarse. Con sus sentidos son capaces de percibir diferentes temperaturas, el nivel de humedad en el aire y el de dióxido de carbono. Así saben dónde se encuentran cuando están bajo tierra. Unas capacidades con las que los seres humanos solo pueden soñar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.