El día que Málaga se proclamó cantón independiente
Historia. ·
Este 22 de julio se cumplen 150 años de la declaración de la ciudad como territorio autónomo dentro de la Primera RepúblicaHistoria. ·
Este 22 de julio se cumplen 150 años de la declaración de la ciudad como territorio autónomo dentro de la Primera RepúblicaEl 22 de julio de 1873 Málaga se declaró como cantón independiente en el marco del movimiento cantonalista que afloró en la incipiente Primera República Española y durante algo menos de dos meses la ciudad fue un territorio autónomo aunque con la particularidad, si se ... compara con otros municipios de la geografía nacional donde se fue más beligerante, de la lealtad al Gobierno central.
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Este sábado se cumplen 150 años de la proclamación del cantón que hizo el entonces gobernador civil de la provincia, Francisco Solier, y que se debe enmarcar en la situación política, institucional, territorial, económica y social que vivía el país después de que el 11 de febrero de 1873 España se declarara republicana tras la abdicación de Amadeo de Saboya, el rey italiano que llegó de la mano de Prim –asesinado antes de que el monarca pisara suelo español– y que nunca fue aceptado por los españoles.
La Primera República se instaura en un contexto marcado por la oposición al nuevo régimen de parte de la aristocracia, la alta burguesía y el clero; el desarrollo de la tercera guerra carlista; los problemas económicos; la situación en Cuba; la propia división entre los republicanos (la historiografía los divide entre los benévolos y los intransigentes) o los efectos de movimientos internacionales como los derivados de la Comuna de París y la Primera Internacional.
En el caso de Málaga, al igual que en otras ciudades, con el nuevo régimen se reorganizó la milicia ciudadana, los llamados Voluntarios de la República, y «el fervor y el entusiasmo de los primeros días dio paso inmediatamente a la movilización contra la resistencia del Ejército. A principios de marzo, después de sofocar un conato de sublevación del Regimiento de África, que se había amotinado al grito de ¡Viva Carlos VII! En el Cuartel de Levante, el 2º batallón de la milicia, comandado por el intransigente Eduardo Carvajal Reboul, desarma y expulsa de la ciudad a la Guardia Civil y al Ejército», según recoge el historiador Manuel Morales en su artículo 'Reconsideración del cantón malagueño'.
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En los siguientes meses, en Málaga se van a suceder las tensiones entre los intransigentes, cuya cabeza visible es Carvajal Reboul y donde se alinean los más radicales, gran parte de ellos internacionalistas partidarios de una República Social que lograse la emancipación de las clases populares desfavorecidas, y los benévolos, donde además de Solier son figuras destacadas Antonio Luis Carrión, José Carvajal Hué y, especialmente, Eduardo Palanca, un jurista valenciano que desarrolló su carrera política en Málaga, muy bien relacionado con Nicolás Salmerón y Pi y Margall, y que iba a ser proclamado el quinto presidente de la República cuando en enero de 1874 el general Pavía dio un golpe de estado que dio paso a la dictadura de Serrano y allanó el camino para el regreso de la Monarquía.
Antes de la proclamación del cantón malagueño, en las semanas previas y según recoge Manuel Morales en su obra citada, se suceden diversos acontecimientos reseñables: el 7 de mayo de 1873 se publica el primer número del semanario 'El cantón de Málaga' dirigido por Antonio Sánchez de la Campa; los días 10 y 13 se celebran elecciones a Cortes Constituyentes ganadas en Málaga por los federales; el 25 de junio muere el alcalde Moreno Micó en un enfrentamiento con jóvenes opuestos a los sorteos de quintas –una problemática que se venía arrastrando desde al menos 1840–.
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A ello se une que el 1 de julio, una vez proclamada la República Federal unos días antes, se constituyó el nuevo Ayuntamiento de la capital formado por destacados miembros del republicanismo local de la corriente benévola. Pero, las reticencias de los intransigentes hace que cuatro días después dimita en pleno el Consistorio presidido por Nicolás Maroto, lo que es aprovechado por el 2º Batallón de Voluntarios –con Carvajal Reboul al frente–, con el respaldo de las clases populares y la anuencia del gobernador civil para hacerse cargo «provisionalmente, de la administración municipal, pronunciándose a favor de una República Democrática Federal Social», según recoge Morales.
Será este hecho la espoleta que acelere la proclamación del cantón impulsada por los benévolos. Mientras tanto siguen los enfrentamientos entre las dos facciones de la milicia, donde murió el federal Francisco Nillo –un histórico del republicanismo cuya barbería fue centro de reunión política en las postrimerías de la monarquía– y es nombrado gobernador civil interino Francisco Solier, «cuya primera medida es la disolución del segundo batallón y la destitución de la corporación municipal presidida por Carvajal Reboul».
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«Se iniciaba así la represión del movimiento social, que dará lugar a nuevos enfrentamientos armados con las consabidas carreras, cierres de establecimientos y el éxodo de la burguesía», explica el historiador en su artículo, donde añade que el 14 de julio, en un nuevo bando, Solier calificó a los intransigentes como «rebeldes contra el Gobierno de la República y contra la soberanía popular».
La normalidad parecía imponerse cuando llegaron las noticias de las revueltas cantonalistas en Cartagena y Alcoy y pese a que desde el Ministerio de la Gobernación se pidió a Solier que no proclamase un cantón en Málaga, el 22 de julio –un día después de que se hiciese público el manifiesto 'A los federales andaluces' fechado en Despeñaperros y donde se arremete contra un gobierno «centralizador» y se pide la inmediata formación de los estados confederados», según recoge Juan Antonio Lacomba en su artículo 'Cantonalismo y federalismo en Andalucía: el manifiesto de los federales de Andalucía'– se proclamó el cantón de Málaga «siempre dentro de la más estricta lealtad al Gobierno», según precisa Morales.
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En esos primeros días se produjeron algunos altercados con los intransigentes, especialmente en los barrios de El Perchel y la Victoria, donde estos y los internacionalistas contaban con más apoyos. El cantón de Málaga quedó constituido hasta el 20 de septiembre –siendo el de mayor duración después del de Cartagena, que fue el más belicoso– cuando las tropas del general Pavía entraron en la ciudad sin ninguna oposición cortando de raíz el sueño del cantón malagueño que apenas duró dos meses.
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