Hacienda recauda más que nunca en Málaga

Esta carrera de máximos también se da en el conjunto del país, aunque la curva es más pronunciada en la gráfica de Málaga. Así, el Estado se embolsó el pasado año 255.463 millones, lo que se traduce en un 14,4% más. En el ámbito autonómico, los andaluces abonaron al fisco 17.666 millones (+12,3%).

Y lejos de parar esta tendencia, el arranque del año también apunta alto en tierras malagueñas. El último balance, relativo al mes de febrero, arrojó la recaudación más alta registrada en ese mes hasta la fecha: 503 millones de euros, un 10% más que en 2022 (457 millones).

¿Cómo se explica este engorde cada vez mayor de la caja estatal? Son múltiples los factores que entran en la ecuación. Empezando por el despegue económico de la provincia y continuando por la creación de empleo, la subida que vienen experimentando los salarios y las pensiones, un incremento poblacional que genera más contribuyentes y, sobre todo, la escalada desbocada de la inflación por el efecto contagio que el encarecimiento del gas, la electricidad y el combustible ha provocado en los precios. La propia AEAT así lo reconoce al afirmar en su informe que parte del elevado crecimiento de los ingresos de 2022 (un 14,4% más a nivel estatal) está muy relacionada con la subida de los precios que paradójicamente está ahogando a familias y empresas, unida a una «intensa recuperación del consumo».

Así lo acreditan los ingresos procedentes del IVA. El impuesto que grava el consumo completó 2022 con un saldo positivo en Málaga de 1.530,8 millones de euros, un 24,6% más que en 2021 (1.228) y, nuevamente, la cifra más alta desde que se publican los registros por provincias. Y aunque no consuele en el bolsillo de los malagueños, la recaudación habría sido aún mayor sin las medidas adoptadas por el Gobierno para intentar moderar el precio de la electricidad (rebaja del IVA del 10 al 5% en la factura y reducción del tipo del impuesto especial a la electricidad). A nivel estatal, estas dos acciones para mitigar la subida de la luz restaron 7.200 millones de euros.

Esta cuestión, unida a la bajada de la gasolina, tiene mucho que ver con que el conjunto de impuestos especiales (electricidad, hidrocarburos, tabaco o alcohol) sea el capítulo de los tributos estatales que menos ha crecido en el último año. Tan solo un 1,2%, al alcanzar los 31,9 millones de euros.

Mucho más alto ha sido el crecimiento experimentado en el impuesto de la Renta (IRPF), que junto al IVA es el que mayor peso tiene para el fisco. El último ejercicio, de nuevo histórico, se saldó con una recaudación de 1.890 millones, un 27,4% por encima de los 1.483 de 2021. Esos 407 millones 'extra' suponen prácticamente dos tercios de los 654 millones embolsados de más en la provincia.

Según los técnicos de la AEAT, las principales razones que explican este potente crecimiento está en el aumento de las rentas del trabajo, tanto por el crecimiento del empleo como por la subida de los salarios y, más significativamente, de las pensiones medias que, consecuentemente, también conllevaron un incremento del tipo impositivo a la hora de aplicar las retenciones. La otra pata tiene que ver con «los buenos resultados de la declaración anual de 2021», presentada a mediados de 2022, porque el crecimiento de rentas no sujetas por completo a retención o pago a cuenta por actividades empresariales y ganancias patrimoniales provocó un aumento de la cuota positiva del 25%.

A este concepto hay que añadirle el del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), que es el que se aplica a las ganancias obtenidas en suelo malagueño por personas y entidades no afincadas en España. A través de este gravamen, las rentas extranjeras sumaron 185,4 millones, un 50% más respecto a los 122,8 de 2021. Otro máximo histórico.

El que sí que se ha ralentizado ha sido el impuesto de Sociedades, pese a seguir siendo la tercera gran fuente tributaria de Hacienda. Las empresas instaladas en la provincia generaron el año pasado a las arcas públicas unos ingresos netos de 689,6 millones, un 16,3% menos que los 824,7 del ejercicio anterior que guarda relación, más que con los beneficios empresariales, con otros factores como los pagos fraccionados a efectos contables.

En el lote de impuestos que nutren a las cuentas estatales también aparece el del Tráfico Exterior, que también se ha subido a esta ola de incrementos históricos. Aunque en números absolutos su papel no es protagonista, sí en términos porcentuales, ya que ha sido el que ha tenido mejor comportamiento con un balance anual de 27 millones, algo más del doble que los 12,7 obtenidos en 2021.

Al margen de los impuestos, la recaudación de la Agencia Tributaria se completa con el capítulo que abarca distintas tasas (radioeléctrica, canon de aguas,...,) y otros ingresos, incluyendo el pago de intereses y de sanciones tributarias. En este apartado figuran otros 58,1 millones, una cuantía más acorde a las de ejercicios anteriores, aunque supera en un 9,4% los ingresos percibidos al cierre de 2021.