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A Hacienda vuelven a salirle las cuentas en Málaga después del agujero provocado por la pandemia. La recaudación en impuestos como el IVA, Sociedades, la Renta o los que gravan la gasolina, el tabaco, la electricidad o el alcohol se sitúa ya en los niveles ... que se registraban antes de que el coronavirus lo hiciera todo añicos. Ahora, el panorama es diferente. La creación de empleo no para de crecer en los últimos meses en la provincia, hasta el punto de situarse a finales de julio a apenas 7.000 puestos de trabajo de recuperar el nivel prepandemia. Y esa reactivación económica que avanza a medida que las autoridades levantan restricciones tiene su consecuente repercusión en el consumo pese a que aún sigue contenido. Si hay más trabajo, los hogares gastan más. Una realidad que también tiene reflejo en la radiografía fiscal de la provincia. En la primera mitad del año, la maquinaria de la Agencia Tributaria recaudó en la provincia 1.148,8 millones de euros, lo que supone un 5,2% más respecto a los 1.091,3 del mismo periodo en 2019.
Si se compara con 2020, el incremento es del 10%. De partida, este porcentaje puede parecer bajo teniendo en cuenta el batacazo que supuso el Covid, pero tiene su explicación, ya que el año pasado arrancó como un tiro en materia recaudatoria, con un incremento del 15% durante los tres primeros meses. El roto quedó reflejado en las cuentas de abril, con una caída del 60%. Así que tomando como referencia el segundo trimestre de ambos ejercicios, ya con la pandemia, en 2021 Hacienda se embolsó un 47% más. Si entre abril, mayo y junio del año pasado recaudó 301,3 millones, en los de este 2021 han sido 445, situándose prácticamente a la par de 2019 (446,7).
La recuperación económica explica buena parte de este repunte, que previsiblemente tendrá continuidad en los próximos balances mensuales gracias al empuje del turismo, fundamentalmente nacional. Pero hay otros factores, como los ERTE, que a costa de las arcas públicas han permitido mantener las rentas de los hogares. De hecho el Impuesto de la Renta, que va ligado al empleo y a los salarios, es el que mejor comportamiento muestra en los últimos datos actualizados de la Agencia Tributaria. En el primer semestre los trabajadores malagueños han aportado por este concepto 442,9 millones de euros, un 9,24% más que en 2019. Una cuantía a la que hay que sumarle otros 45,9 (+12,53%) del Impuesto sobre la Renta de No Residentes, que grava las ganancias obtenidas en suelo malagueño por personas y entidades no afincadas en España.
«No todo es recuperación económica», destaca el secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, quien también apunta a que en estos meses «están haciéndose efectivos los cobros de las obligaciones tributarias de empresas y autónomos que se acogieron a aplazamientos de pago, lo que también hace que se impulse la recaudación».
En términos absolutos, los ingresos a través del IVA son los más cuantiosos, aunque los 531,4 millones recaudados suponen un 1,71% menos que en 2019. Sobre este tributo, Mollinedo explica que en el tercer trimestre del año se notará especialmente el aumento del consumo interior porque la mayor parte de los españoles están disfrutando sus vacaciones en territorio nacional en vez de viajar a otros países, compensando así la menor llegada de turistas extranjeros.
Y si el IVA recupera el terreno perdido, el resto de gravámenes al consumo parecen lanzados. Los impuestos especiales a la electricidad, el alcohol, el tabaco o la gasolina casi duplican el saldo de 2019, con un saldo positivo de 20,7 millones frente a los 10,4 de 2019 (+98%) y los 9,7 de 2020 (+112%).
Tras el IVA y el IRPF, la tercera pata que sustenta los ingresos de Hacienda es el Impuesto de Sociedades. Las empresas radicadas en la provincia aportaron en el primer semestre del año 67,5 millones de euros, un 48% más que en 2020 y un 6,7% más respecto a los 63,3 computados en 2019. El impuesto en el que más se acusan los efectos de la pandemia es el del Tráfico Exterior, aunque en el caso de Málaga su peso es prácticamente residual. Si en 2019 se recaudaron 6,8 millones, en este 2021 han sido 5,8 (-15,5%).
El destrozo que la pandemia ha causado en las empresas y hogares ha sido enorme, pero hubiera sido aún mayor sin el colchón que ha supuesto el estado del bienestar en los meses más duros de esta crisis. Sólo en el caso de Málaga, el número de beneficiarios de prestaciones y subsidios de desempleo llegó a alcanzar los 228.282 al cierre de mayo del pasado año, una cifra récord en la provincia que supuso al Estado un desembolso de 238,4 millones de euros entre prestaciones contributivas, subsidios, rentas activas de inserción y subsidios agrarios. Para hacerse una idea, este importe era un 222% superior a lo que se venía destinando a desempleo antes del terremoto del Covid.
Actualmente, el panorama se asemeja algo más a los niveles de prepandemia. El último dato publicado por el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), correspondiente a junio, sitúa en 87.068 el número de beneficiarios de alguna prestación en la provincia. En su conjunto, ese mes salieron de las arcas públicas 84,1 millones de euros para poder pagar 30.783 prestaciones contributivas, 41.450 subsidios (ayuda destinada a quienes han agotado el desempleo), 8.285 rentas de inserción y 6.549 subsidios eventuales agrarios.
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