Guía para darle una segunda vida al material escolar: ¿a qué contenedor va cada cosa?

La segunda cuestión tiene que ver con alargar su vida útil, aunque con otros usos. Para ello, es importante saber en qué contenedor deber ir cada producto. ¿Cómo saberlo? La empresa municipal Limpieza de Málaga (Limasam) ha editado una guía práctica para disipar las dudas más habituales, más allá de las nociones básicas de que el papel va al azul y el plástico, al amarillo.

Estos artículos son totalmente reciclables, aunque no deben depositarse en los contenedores habituales. Así que, aunque por su composición plástica lleve a pensar que tienen que ir al contenedor amarrillo, no es así. Para que estos productos puedan ser recuperados deben llevarse a un punto limpio. Desde allí es donde se separan y limpian para ser convertidos como parte de envases de material reciclado, tuberías e incluso bancos.

Partiendo de la base de que si quedan páginas en blanco siempre pueden ser aprovechadas, lo primero que hay que hacer cuando las libretas están agotadas es separarlas por partes. Así, las hojas gastadas se reciclan en el contenedor azul, al igual que las portadas de cartón. Obviamente, si las carátulas son de plástico deben ir al amarillo. ¿Y las espirales que unen las páginas? También al amarillo.

A bote pronto, son materiales muy distintos, pero a la hora de desprenderse de ellos sí que tienen algo en común, ya que van todos al mismo contenedor: el gris, que es donde van a parar los productos que no tienen un sistema específico de recogida como puede ser el papel, el vidrio o el plástico. En este caso, Limasam recomienda no llevarlos al punto limpio ni depositarlos en contenedores de reciclaje para evitar que se mezclen con otros artículos y, por tanto, dificulten el procedimiento de separación y recuperación en la planta de tratamiento.

Los sacapuntas pueden generar ciertas dudas, tanto los que son de plástico como los que son de aluminio. Pero independientemente del material, su destino correcto es el punto limpio. ¿Por qué? Por la presencia de la cuchilla.

Las gomas son uno de los materiales escolares más utilizados, pero también de los que más se acumulan en los vertederos. Este artículo extraído del petróleo está clasificado como no reciclable y, como no tiene sistema específico de recogida, deben depositarse en el contenedor gris. Entonces, ¿cómo se le puede dar una segunda vida? Desde Limasam proponen apurarlas al máximo y, en caso contrario, reutilizarlas como alfiletero, para limpiar zapatos y paredes o como tope para cuadros y puertas.