Estado actual del río Grande, el principal afluente del Guadalhorce. Salvador Salas

Las grandes obras hidráulicas pendientes aportarían la mitad del agua que Málaga consume en un año

La sequía se agrava en la provincia, donde las administraciones tienen olvidadas desde hace décadas una decena de nuevas infraestructuras para generar más recursos y optimizar los existentes

Lunes, 1 de mayo 2023, 00:02

La sequía es cada vez más acuciante en Málaga, con unos pantanos a un tercio de su capacidad, los acuíferos sin parar de menguar y unas precipitaciones que no acaban de llegar. Y a las puertas del verano. Frente a esta amenaza, la Junta de ... Andalucía ha impulsado en el último año una batería de obras de emergencia valoradas en 61 millones fundamentalmente en la Axarquía –la comarca que peor lo está pasando– como la implantación del terciario en las depuradoras para refrescar los cultivos con agua reciclada o mejoras en infraestructuras de otras zonas para hacer aportes al litoral oriental. Sin embargo, no bastan y ya asoma el fantasma de las restricciones si al inicio del otoño continuara sin llover.

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Y también otro fantasma, el de las grandes obras pendientes desde hace décadas por parte de los sucesivos gobiernos central y autonómico. Son una decena los proyectos de envergadura que se pudieron hacer para generar nuevos recursos y optimizar los existentes. Pero no fueron ejecutados pese a que podrían aportar 220 Hm3 más. Destacan las desaladoras de la Axarquía y Mijas-Fuengirola, el recrecimiento del embalse de La Concepción (Marbella), el azud de río Grande o el trasvase de Iznájar (Córdoba). Si además se tienen en cuenta los más de 50 Hm3 de aguas residuales que todavía se tiran al mar, serían 270.

Para poner esta cifra en su contexto, los siete embalses malagueños disponen ahora de 214 Hm3, un tercio menos que hace justo un año (323) y muy lejos de los 611 que sumarían si estuvieran llenos. Además, suponen el 56% de los 476 Hm3 que demanda al año la provincia, según un estudio de la Asociación de Empresarios del Sur (Cesur). De ese volumen, 241 van al campo mientras el consumo urbano se bebe 206.

Por tanto, la dependencia de los pantanos sigue siendo alta. Y así será hasta que se vayan acometiendo estas grandes obras que mayoritariamente competen a la Junta como administración responsable de toda la cuenca mediterránea andaluza, pero en la que también tiene mucho que decir el Gobierno central por tratarse en algunos casos de actuaciones de interés general o por ser el encargado de autorizarlas.

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  1. Desaladora de la Axarquía

    El sector privado toma la iniciativa para generar entre 25 y 40 Hm3 anuales

Recreación de la planta desaladora proyectada por Acciona, una de las tres propuestas que compiten.

La idea de aprovechar el agua del mar para riego y para abastecer a la población en la Axarquía lleva más de dos décadas sobre la mesa. O, más bien, guardada en el cajón hasta ahora que con la sequía extrema se han iniciado los trámites para construir una planta en Vélez. Y ahí está el problema: se trata de una solución a futuro, porque la previsión es que no sea una realidad hasta 2026. Así que con el embalse de La Viñuela al 10%, la alternativa a corto y medio plazo pasa por los aportes desde la capital para uso doméstico y por el aprovechamiento para el riego del líquido reciclado en las depuradoras tras las obras ejecutadas.

Volviendo a la desalación, resulta sintomático que el paso lo haya dado el sector privado con tres iniciativas que han solicitado a la Administración autonómica la concesión de aguas para construir y explotar la futura planta: las lideradas por Acciona, Magtel y la alianza formada por Trops, Cobra y la Universidad de Málaga. La Consejería de Agricultura y Agua pretende que el concurso quede despejado antes del verano, aunque aún le quedarían otros trámites en el ámbito estatal como la autorización ambiental o el permiso de Costas para las canalizaciones de captación. En cualquiera de los tres proyectos se contempla una inversión superior a los 100 millones de euros y una capacidad de producción de entre 25 y 40 Hm3 anuales, de los que dos tercios se destinarían al riego y el resto al consumo doméstico.

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  1. Recrecimiento de la presa de La Concepción

    La ampliación, planteada desde 1999, triplicará la capacidad del embalse

El embalse de La Concepción se encuentra actualmente al 70% de capacidad con 44 Hm3. Josele

El recrecimiento del embalse de La Concepción (Marbella) empezó a plantearse en 1999. Más de dos décadas después, sigue siendo una de los eternas actuaciones que no acaban de ver la luz a pesar de tratarse de un recurso fundamental para la Costa occidental. Su capacidad máxima es de tan solo 60 Hm3, lo que resulta claramente insuficiente. Prueba de ello es que son necesarios otros aportes procedentes de unos acuíferos (fundamentalmente de la Sierra de Mijas) cada vez más explotados, una desaladora (Marbella) al límite e incluso la compra de agua al Campo de Gibraltar.

Al ser tan pequeña, en épocas de abundancia se llena con facilidad, pero también obliga a abrir compuertas para tirar al mar este valioso recurso. Ahora está al 70% con 44,4 Hm3. La Junta, que asumió la tramitación (no la financiación), redactó un anteproyecto para triplicar su capacidad hasta los 180 Hm3. En 2018, el Gobierno central reservó un millón de euros en los Presupuestos Generales del Estado para dar los primeros pasos. Pero las complejidades técnicas y ambientales tienen aparcada esta gran obra que no sólo solventaría los problemas de abastecimiento de toda la franja comprendida entre Manilva y Torremolinos (570.000 habitantes censados pero con picos de hasta 1,5 millones), sino que además serviría de apoyo para otras zonas.

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  1. Embalse de Gibralmedina

    Una alternativa gaditana que daría oxígeno a la Costa del Sol

Con la ampliación de La Concepción en punto muerto, en la Costa del Sol se agarran al futuro embalse de Gibralmedina, previsto en Jimena de la Frontera (Cádiz) para aprovechar los recursos del Guadiaro, que es el único gran río de Andalucía sin sistemas de regulación a pesar de ser una de las zonas de la región con más lluvias. Aunque esta infraestructura promovida por la Junta como competente de la Cuenca Mediterránea Andaluza está concebida para dar respuesta al Campo de Gibraltar, también se vislumbra el trasvase hacia el litoral malagueño.

El Gobierno regional tiene el proyecto en fase de redacción, aunque reclama al Ejecutivo central que asuma su ejecución, valorada en 239 millones, porque la mejora de los sistemas hidráulicos del Guadiaro fue declarada de interés general del Estado. La construcción se contempla en el periodo 2027-2033 podría almacenar entre 45 y 60 Hm3. Su gestión correspondería al Campo de Gibraltar, pero en la Costa del Sol confían en tener una toma directa para poder usar 30 Hm3 sin depender de terceros. A su favor, las buenas relaciones entre ambas comarcas, refrendada con los habituales acuerdos de compra por parte malagueña. En contra, que el agua es un bien cada vez más preciado.

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  1. Desaladora de Mijas-Fuengirola

    Una obra adjudicada en 2008 y luego anulada que aportaría 20 Hm3 al año

Terrenos donde iba la desaladora, entre la depuradora de Mijas y el río Fuengirola. SUR

Al igual que ocurre con el recrecimiento de La Concepción, otra gran obra hidráulica anclada en el olvido es la desaladora entre Mijas y Fuengirola, que serviría de complemento a la de Marbella. En 2008, el Ejecutivo central adjudicó por 62 millones (la Junta aportaría el 70%) la construcción de esta planta llamada a generar 20 Hm3 anuales. Sin embargo, las obras jamás comenzaron y acabó rescindiéndose el contrato. Entre los argumentos esgrimidos por Medio Ambiente aparecía la falta de potencia eléctrica y los problemas para obtener el suelo (Mijas) en una zona de expansión urbana.

  1. Ampliación de la desaladora de Marbella

    La planta, muy anticuada, podría triplicar su producción hasta los 30 Hm3

La desaladora de Marbella da servicio a toda la Costa del Sol occidental. Josele

Con la desaladora de Mijas-Fuengirola enterrada, la empresa pública de aguas de la Costa del Sol (Acosol) ha propuesto al Estado y a la Junta que anulen el convenio de financiación que ambas administraciones suscribieron para impulsar aquella planta y destinen ese dinero a modernizar y ampliar la estación marbellí. Aunque fue construida en 1997 en la época de Jesús Gil, no empezó a funcionar hasta 2005. En cuanto a su rendimiento, fue diseñada para producir 20 Hm3 anuales aunque su límite real se quedó a la mitad y actualmente apenas aporta unos 6 porque se ha quedado antigua.

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La Junta activó como obra de emergencia la mejora de las líneas más obsoletas para aumentar su capacidad. Pero la apuesta a futuro que plantea Acosol sería más ambiciosa: lograr hasta 30 Hm3 al año, con una inversión que rondaría los 40 millones de euros. Menos de lo que costaría una nueva.

  1. Mejora de la potabilizadora de Río Verde

    La modernización de la planta de la Costa lleva 15 años en blanco

La estación potabilizadora de Río Verde fue construida en 1972. Josele

La potabilizadora de Río Verde, ubicada en Marbella y desde donde se trata todo el agua de La Concepción que suministra al litoral occidental, lleva más de 15 años esperando una ampliación que le permita duplicar la capacidad máxima que tiene (2.300 litros por segundo) desde su construcción en 1972. «Es una obra clave», remarcan desde Acosol. La Junta adjudicó esta actuación en 2008, con un presupuesto de 29 millones y un plazo de 35 meses. Pero como en tantos otros proyectos, la crisis económica la dejó en el dique seco. Ahora, se han retomado los contactos para tratar de encauzarla.

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  1. Autovía del Agua

    La gran tubería que conecte la Costa, la capital y la Axarquía

Parte de la tubería principal de la Costa del Sol. Josele

La búsqueda de nuevos recursos hídricos se antoja fundamental, pero también sacarle el máximo rendimiento a las infraestructuras existentes para evitar averías y fugas. Y ahí es donde destaca la renovación de la gran tubería de la Costa del Sol, que a lo largo de sus cien kilómetros suministra a todo el litoral. El problema es que tras cinco décadas de servicio no da más de sí y sufre medio centenar de roturas anuales. De hecho, el abastecimiento depende casi exclusivamente de una conducción secundaria que se construyó en los 80 para ampliar la cobertura.

La sustitución completa, valorada en 150 millones, pondría fin a esas incidencias, y además serviría para potenciar la transferencia con Málaga capital, la Axarquía e incluso el Campo de Gibraltar a través de la autovía del agua prometida por la Junta. El Ejecutivo andaluz ha tomado la iniciativa contratando la redacción del proyecto, aunque quedaría por resolver el factor económico.

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Como soluciones de emergencia hasta que se complete esta mejora de la interconexión entre las distintas cuencas el año pasado se pusieron en marcha la sustitución del 'bypass' de Churriana y la ampliación del bombeo de La Rosaleda para duplicar la capacidad de transporte entre la Costa occidental, Málaga y la Axarquía. Y en el tercer decreto de sequía se acaba de aprobar la mejora del bombeo de Rojas (Churriana) para aumentar el envío entre la capital, el Guadalhorce y el litoral occidental.

  1. Azud de río Grande

    Una presa para aprovechar el agua procedente de la Sierra de las Nieves

El río Grande se encuentra ahora bajo de caudal. Salvador Salas

La situación en el área metropolitana de Málaga y el Valle del Guadalhorce no es tan alarmante a día de hoy. Actualmente, los tres embalses de la comarca (Guadalhorce, Guadalteba y Conde del Guadalhorce) tienen 137,8 Hm3 (un 37%). De ahí que desde Málaga se tenga margen de maniobra para trasvasar agua a la Axarquía y en caso de agravarse la sequía, también a la Costa occidental.

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Pero podrían ser más lo recursos. De ahí que ya esté volviendo a plantearse la construcción del azud (una pequeña presa) en el río Grande para aprovechar el caudal procedente de la Sierra de las Nieves que, sin capacidad de almacenamiento, acaba primero en el río Guadalhorce y luego en el mar. El Ministerio de Medio Ambiente (con la colaboración de la Junta) adjudicó en 2006 la creación de este embalse entre Coín y Guaro con la estimación de que aportaría 20 Hm3 anuales. Pero las obras no pasaron del papel por el rechazo de alcaldes de la comarca y de los movimientos vecinales y ecologistas. En 2016, la Junta planteó retomar esta polémica obra para captar agua y evitar inundaciones, pero no pasó de ahí.

Ahora, el Ayuntamiento de Málaga ha pedido al Gobierno que retome esta infraestructura que puede ser clave para el abastecimiento tanto del Bajo Guadalhorce como de otras grandes localidades de la Costa o la Axarquía.

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  1. Ampliación de la potabilizadora de Pilones

    Más capacidad de tratamiento para la capital y otros puntos de la provincia

La estación de Pilones se encuentra a la espalda del Parque Tecnológico. SUR

La misma suerte que el azud de río Grande corrió la ampliación de la potabilizadora de Pilones, operativa desde 1993 a espaldas del PTA. Impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente, la obra permitiría duplicar la capacidad de tratamiento (ahora es de mil litros por segundo) para abastecer a los hogares malagueños como para atender a otras zonas.

Había fondos europeos (26,7 de los 49,6 millones de inversión), mientras el resto sería adelantado por el Estado aunque la empresa municipal de aguas de la capital (Emasa) se encargaría de devolverlo. El convenio entre ambas partes fue suscrito en mayo de 2014 con el tiempo apremiando, ya que la UE exigía que la obra estuviera a finales de 2015. No dio tiempo y se quedó en nada.

  1. Trasvase de Iznájar

    La gran solución a las carencias en la zona norte de la provincia

Imagen del archivo del embalse de Iznájar (Córdoba), que actualmente almacena 175 Hm3.

Más de 25 años llevan esperando en la zona norte de la provincia el trasvase desde el embalse cordobés de Iznájar. Una actuación que, pese al tiempo transcurrido, sigue siendo la única alternativa para paliar las carencias hídricas de las comarcas de Antequera y Nororma (80.000 habitantes). Los problemas de suministro son tan habituales (se ha agravado por la sobreexplotación e incluso mala calidad de sus aguas subterráneas) como las restricciones y el abastecimiento con camiones cisterna. De ahí que las miras apunten a la presa de Iznájar, que es la más grande de Andalucía con una capacidad de 981,12 Hm3 aunque actualmente guarda 175,2 (17,8%). Para hacerse una idea, todos los de Málaga suman ahora 214.

Esta interconexión aparece en los planes hidrológicos de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (Estado) a la que pertenece el pantano, y de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (Comunidad Autónoma). Una coincidencia en saco roto.

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A mediados de 2020, el Gobierno andaluz volvió a tomar la iniciativa comprometiéndose a poner los 50 millones que costarían los 142 kilómetros de tuberías y redactando el proyecto. Pero falta que el Ejecutivo central autorice la transferencia de 4,89 Hm3 para uso doméstico, no riego. ¿Por qué ese cantidad? Porque por debajo de los 5 Hm3 puede aprobarlo el Consejo de Ministros, mientras que por encima debe aprobarse una ley. Es decir, más burocracia y más tiempo. A día de hoy, nada ha cambiado.

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