Quien se sumerge en el estudio de un nuevo idioma descubre muchas veces la sensación de encontrarse con un 'yo' distinto. El estudio de una ... lengua tiene tantos matices que ofrece cuasi puntos infinitos para una investigación en profundidad. En este terreno, la Universidad de Málaga cuenta con una de las mejores lingüistas a nivel nacional: Gloria Corpas. Es una afirmación que no está llevada por una simpatía o un agrado personal. Lo dice el Ministerio de Universidades, que le ha otorgado este otoño el premio Ramón Menéndez Pidal «por su relevante trayectoria científica en el campo de la Filología».
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Al margen del brillo de los galardones, Corpas vive con pasión la docencia y trata de trasladar sus conocimientos a sus alumnos. Es una cirujana de las lenguas y se enfrenta a ellas sin dogmas establecidos. Una lengua, queda claro después de una conversación con esta malagueña, es un proceso. Consonantes, vocales, palabras, sintaxis y gramática están sometidos a un cambio constante.
Por ello, Corpas, catedrática de Traducción e Interpretación, reniega de puritanismos y deja claro que una lengua no se puede analizar con demasiada sobriedad, como si fuera una fotosíntesis.
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