Francisco Salado advierte del riesgo de una masificación turística en Málaga

Salado pasó anoche por 'La Alameda', el programa televisivo que producen 101 TV y SUR, y que conduce el director de este periódico, Manuel Castillo. El análisis que hizo Salado desde el plató se encuadra en un contexto en el que la actividad turística está recuperando el pulso poco a poco, y en el que la pandemia también brinda una oportunidad para dibujar nuevos marcos. Uno de ellos, subrayó, es también el de evitar que entre la población local se alimente la «turismofobia». Para Salado, esta se genera cuando se produce un deterioro en el disfrute de la ciudad para el propio malagueño y cuando la llegada de turistas acaba teniendo más costes que beneficios.

Entre las medidas a tomar para mantener un equilibrio adecuado, Salado apuntó de forma directa al puerto de Málaga y a la gestión que se hace de la llegada de los cruceros, que es un segmento importante por el alto poder adquisitivo del que disponen sus adeptos. «Hay que coordinar bien las llegadas de cruceros. No que en un día lleguen cinco o seis. Eso es una molestia para el crucerista y para el propio ciudadano de Málaga».

En esa apuesta por atraer a un turismo de mayor calidad, Salado sí dejó claro que el sol y playa deberá seguir siendo el principal reclamo para atraer a viajeros a la provincia: «El sol y playa tiene que ser el imán. Si no fuera por él, no hubiéramos tenido a trece millones de viajeros en 2019». Preguntado por cuándo estima una recuperación que permita acercarse a estos niveles, Salado apuntó a 2022 si la pandemia se mantiene controlada. «Espero que para la Semana Santa se haya recuperado el turismo internacional de manera muy amplia».

El deseo de Salado es que pase por repetir una segunda legislatura al frente de la Diputación, cargo al que accedió en 2019, sucediendo a Elías Bendodo. «Me gustaría seguir siendo el presidente de la Diputación», afirmó al ser preguntado por su futuro político (ver vídeo).

El también alcalde de Rincón de la Victoria aprovechó su paso por el plató para dejar claro su rechazo a las plusvalías, un impuesto al que le ha cerrado la puerta el Tribunal Constitucional. «Soy partidario de que no haya plusvalías y que el Gobierno nos transfiera los fondos», dijo.

También abordó la actual negociación de los presupuestos por parte del Gobierno andaluz. Salado señaló que no cree que el PSOE-A acabe dando el apoyo a las cuentas presentadas esta semana por Juanma Moreno. «Hay que negociar hasta el último minuto, pero no creo que el PSOE-A vaya a aprobar los presupuestos».

Una prorrogación de los actuales presupuestos, no obstante, no significan para Salado que haya que anticipar las elecciones. El presidente de la Diputación, así lo aseguró, ve margen para acabar la legislatura. «Unos presupuestos prorrogados dan juego», aseguró. En el caso de que finalmente se acaben adelantando las elecciones, Salado estimó que la llamada a las urnas se situaría, probablemente, en la primavera de 2022.