Francisco Salado anima a los malagueños a liderar el desarrollo de Andalucía sin perder su identidad

El presidente de la Diputación ha sostenido que Málaga se ha consolidado como un destino seguro «no sólo para descansar y para vivir, sino también para emprender, para invertir y para trabajar» y ha añadido que la provincia debe aprovechar las oportunidades creando empleo y estimulando el desarrollo económico porque su vocación es «liderar Andalucía hasta la prosperidad» y hasta que la comunidad llegue a la convergencia con Europa y las cifras de paro «sean un mal recuerdo en los libros de historia».

«En los últimos años Málaga se ha convertido en una provincia líder. Más allá de las cifras, de nuestro despegue cultural, tecnológico, y de nuestra potencia turística y empresarial. Málaga se ha convertido en la referencia del sur de Europa gracias a una sociedad civil dinámica y emprendedora que no le tiene miedo a los retos ni a la competencia», ha aseverado.

Para Salado, este aprovechar las oportunidades debe ir acompañado de «no perder nunca de vista quiénes somos y qué queremos». «La calidad de vida es un patrimonio que todos los malagueños, las administraciones y la sociedad civil debemos proteger a toda costa», ha subrayado, al tiempo que ha defendido que en ese desarrollo se debe «apostar por la calidad más que por la cantidad».

En este sentido, ha apelado a aprender de «las equivocaciones» con el desarrollo inmobiliario para ahora no caer en otra «burbuja» que se presenta como una amenaza, en alusión a los parques solares y el «grave» impacto ambiental, paisajístico y social que pueden representar su implantación sin control. «Defendemos que se imponga el sentido común y que los ayuntamientos tengan la última palabra a la hora de aprobar o rechazar esos proyectos. Todos estamos a favor de las energías renovables, pero no a cualquier precio y no si suponen que tengamos que cambiar nuestros bosques por un mar de cristal», ha asegurado.

Unas palabras pronunciadas en el discurso de clausura del acto oficial del Día de la Provincia, que se ha celebrado en Gaucín, en el Antiguo Convento de los Carmelitas de Gaucín, ahora reconvertido en un centro cultural. En el corazón del Valle del Genal, con el recuerdo presente del grave incendio que arrasó el pasado verano 10.000 hectáreas de monte en Sierra Bermeja y provocó la muerte del bombero Carlos Martínez, la Diputación ha entregado sus Medallas de Oro al expresidente de la institución Elías Bendodo, la cantante María Peláe, el chef Miguel Ángel Herrera, el aeropuerto de la capital -galardón recogido por su director, Pedro Bendala- y la Liga Provincial de Jábegas (premio recogido por su presidente, José Luis Ramos) y ha habido una Mención Especial para el pueblo ucraniano que ha recibido la cónsul de Ucrania en Málaga, Svitlana Kramarenko.

Unos galardones que, según ha destacado Francisco Salado reconocen a quienes han contribuido de manera «decisiva» al desarrollo, bienestar y progreso de la provincia. Un acto que ha servido, además, para «reflexionar sobre el camino recorrido y los desafíos y oportunidades que tenemos por delante el presente y el futuro».

«Asumo esta medalla como un mandato para seguir trabajando por Málaga. No hay mayor honor que ser reconocido en tu tierra, por sus amigos, por tus vecinos. Para mí Málaga es todo porque me lo ha dado todo y siempre tendré un pie en Málaga», ha afirmado Elías Bendodo al recoger, emocionado, el galardón en un día «especial».

Con su desparpajo natural y esa personalidad arrolladora que la define, María Peláe ha hecho gala de su malagueñismo al recoger la Medalla de Oro de su provincia. «Si hay algo que me caracteriza, hasta en los andares, es que soy malagueña. Soy más malagueña que un boquerón o que un ajoblanco», ha dicho la cantante.

Miguel Ángel Herrera, oriundo de la localidad gaditana de Algodonales y afincado en Ronda, se ha presentado como un malagueño «de acogida» y ha mostrado su «orgullo por vivir en un entorno tan privilegiado como es la Serranía; vivir aquí es un lujo». En su intervención, ha puesto en valor la labor desempeñada por los agricultores y hosteleros durante la pandemia y ha hecho un alegato a luchar por un mundo «más justo y mejor para vivir en paz».

Y es que el recuerdo al drama que vive el pueblo ucraniano ha estado presente a lo largo de toda la ceremonia. Especialmente cuando Kramarenko ha recogido la Mención Especial y tras agradecer el reconocimiento y la solidaridad de la provincia de Málaga ha afirmado: «El mayor orgullo de mi vida es ser compatriota de los defensores de la libertad de Europa».

Pedro Bendala ha recogido la distinción en nombre de los 8.500 trabajadores que prestan sus servicios en el aeropuerto desde donde prestan «un servicio a Málaga para colaborar en la generación de riqueza y empleo» y ha mostrado el compromiso del aeródromo en formar parte de la Málaga que se está forjando «líder en creatividad, conocimiento y solidaridad. Una Málaga abierta al mundo donde todos los que suman encuentran su lugar».

José Luis Ramos, por su parte, ha agradecido un galardón que «nos espolea para seguir potenciando e impulsando el conocimiento de las jábegas en la provincia y fuera de ella».

Testigos de sus palabras fueron el alcalde de Gaucín, Pedro Godino, que en su intervención de bienvenida recordó el papel en la historia del municipio; la consejera de Empleo, Rocío Blanco; la corporación provincial; la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro; los expresidentes del ente supramunicipal Antonio Maldonado, José María Ruiz Povedano y Juan Fraile; y alcaldes y concejales de la provincia de diferentes colores políticos.