Francisco Plantón Amador, durante la entrevista. SALVADOR SALAS

Francisco Plantón, maestro gitano: «El asistencialismo crea comodidad»

Militante de la cultura gitana, dirige la asociación de jóvenes Nuevo Aire Caló y el Injuve le ha premiado por su compromiso por mejorar el diálogo intercultural

Sábado, 31 de agosto 2019, 18:57

En su casa no se hablada de fútbol, sino de cultura gitana. Su padre es uno de los primeros maestros gitanos, y en la familia está interiorizado que la educación es el camino para un futuro mejor. Es maestro en el colegio Nuestra Señora del ... Pilar, de su barrio de Ciudad Jardín, donde estudió. Considera que, frente al asistencialismo, la comunidad gitana debe hacerse fuerte y tomar el control, empoderarse, como camino para sentirse orgullosos de su historia y cultura.

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–El Instituto de la Juventud le ha premiado por su compromiso por mejorar el diálogo intercultural y por promover la Asociación Aire Nuevo Caló. ¿Cómo surge?

–A partir de un grupo de universitarios, emprendedores, profesionales gitanos que tomamos conciencia de la necesidad de superar barreras y estereotipos. Se funda en 2015 y tratamos de reflejar la diversidad de la comunidad gitana española. En estos años se ha creado una red muy potente e Injuve se fijó en nuestra actividad a través de las redes sociales o nuestra web y ven que hay una forma diferente de mostrar la realidad gitana.

–Comenta que utilizan las redes sociales para difundir la diversidad de la comunidad gitana, pero también es un medio en el que se vierte odio y racismo...

–Efectivamente, las redes sociales son un arma de doble filo, y su valor está en cómo las utilicemos. Una de las razones por la que nosotros tomamos esta iniciativa es por la cantidad de odio que hay hacia la comunidad gitana en las redes sociales. Nos tapa la pantalla del ordenador y parece que no hay límites. Por esto nuestra labor, para denunciar delitos de odio, pero también para crear contenidos propios, donde nosotros contemos lo que somos y nuestra realidad.

–Colectivos tradicionalmente discriminados como el LGTB han sido capaces de salir de esa situación, ¿por qué muchos gitanos se mantienen en esa marginalidad?

–La fuerza reside en la visibilización que se dé, tanto en los medios de comunicación como a nivel político. La comunidad LGTB es para nosotros un ejemplo de cómo se han hecho fuertes. A la comunidad gitana le falta ese paso de hacerse visibles. Todos somos muy progres hasta que se habla de la comunidad gitana. Por eso estamos de enhorabuena al ver a gitanos y gitanas, además de diferentes ideologías, en el Congreso.

–Los medios les convertimos en noticia cuando algún gitano o gitana llega o termina los estudios universitarios... ¿Se consideran protagonistas?

–Somos una minoría, y entiendo que se haga noticia de estos casos. Cuando algún gitano o gitana llegamos a la universidad la verdad es que te sientes un poco solo. Pero gracias a la labor de estos últimos años, desde la asociación me estoy dando cuenta de que somos muchos más de los que nosotros mismos creemos. Es cierto que el porcentaje no es equiparable, pero en los últimos años se han dado pasos agigantados.

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«La escuela debe volverse un poco 'gitana', en el sentido de entender y explicar nuestra cultura»

«Hay tanto potencial entre la juventud gitana, que esto tiene que estallar por algún lado, tarde o temprano»

–Jóvenes universitarios, como usted, se convierten en referentes para la comunidad gitana...

–Sí, es nuestro objetivo, crear referentes, porque es más efectivo por ese factor de cercanía. Está bien que los haya en la educación, pero también me gustaría verlos en la televisión, en la prensa, en el consumo de ocio de los jóvenes o en la cultura.

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–El apellido nos marca y en su caso su padre, José Antonio Plantón, es un pionero, uno de los primeros maestros gitanos. ¿Cómo ha sido esta influencia familiar?

–Una influencia absoluta. En casa, cuando otras familias comentaban el fútbol, se hablaba de cultura gitana, en la que hemos militado. He crecido en el mundo asociativo gitano y me he criado entre tizas, libros y pizarras. Cuando he llegado a un colegio era como mi hábitat natural. Han sido los dos, mi padre y mi madre, influencias muy importantes para toda la familia, de hecho mi hermana ahora termina Magisterio.

–Una campaña del Secretariado Gitano, 'La pregunta de Samuel', reclamaba que en los libros de texto se incluya la cultura gitana. ¿Lo que no está en los manuales no se aprende o valora?

–Este tema de la cultura gitana en los libros de texto fue mi trabajo fin de grado, antes de la campaña de la que hablamos, y es también tema en mi trabajo fin de máster. Me parece muy importante poner la cultura gitana en su sitio, estudiarla y conocerla, igual que se estudia la influencia de la cultura judía o de Al Andalus. Desde pequeños, los niños deben saber que la comunidad gitana también forma parte de ellos, de su día a día y de sus eventos culturales.

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–¿Conocer la cultura gitana puede ayudar a superar los prejuicios?

–El conocimiento supone una sensibilización ante los prejuicios que se pueden tener. Se puede comprender mejor a la comunidad gitana entendiendo su historia, siempre que se haga desde el respeto. Crear contenidos sobre la cultura gitana para los libros de texto o material didáctico es muy positivo para la sociedad en general. Es bueno saber que igual que tenemos arabismos, el romaní también ha aportado palabras a nuestra lengua, como chaval, que viene de chavó, niño en caló.

–El Consejo de Europa ha llamado la atención a España por el elevado índice de fracaso escolar entre la población gitana, ¿por qué estos datos tan negativos?

–Estos estudios demuestran que hay un grave problema. Hay un número importante de gitanas y gitanos que no terminan los estudios. Por esto creo que la escuela se debe volver un poco gitana, no en el sentido asistencialista de poner las cosas fáciles, sino en el de que se comprenda y entienda la cultura gitana. Si abordamos el problema desde un punto de vista de la marginalidad, siempre que se asocie la comunidad gitana a la marginalidad, vamos a crear prejuicios en los propios maestros. Por esto la formación del profesorado debe tener en cuenta ese acercamiento a la cultura gitana.

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–La falta de estudios también tiene como consecuencia el riesgo de exclusión social...

–Gran parte de la comunidad son personas en riesgo de exclusión social. Cuando están en esta situación, estas personas no se sienten parte del sistema, entienden que todo lo tienen en contra, desde las autoridades, y obviamente la escuela. Por esto me preocupa que mis alumnos se sientan en el colegio como en su casa.

–Frente al asistencialismo social, ustedes propugnan que la comunidad gitana se empodere, tome la iniciativa...

–El asistencialismo crea comodidad. Y lo fácil es asistir. El trabajo real es empoderar a estas personas, a los jóvenes, que no sientan el estigma de ser gitanos, que no pidan ayuda por sentirse desfavorecidos, sino que se hagan fuertes y poderosos, que donde vayan visibilicen como hecho positivo el ser gitanos.

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–Trabajando con niños y jóvenes gitanos, ¿cómo ve su futuro?

–Muy ilusionante. Hemos recorrido muchas capitales y comunidades y veo que hay tanto potencial entre la comunidad gitana, que esto tiene que explotar por algún lado, tarde o temprano. La materia prima está ahí, y es de primera calidad.

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