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Atraer talento a empresas tecnológicas, ampliar las plantillas de los centros educativos británicos en España o mejorar las cifras turísticas. Estas tres acciones parecen muy distintas, pero tienen un denominador común: que todas precisan de la movilidad de personas para llegar a buen puerto; una ... necesidad que el 'Brexit' ha complicado desde que los ciudadanos británicos votaran a su favor hace más de seis años. Detectar estos problemas y analizar el momento actual fueron dos de los objetivos que sí se cumplieron este viernes con la celebración del foro -organizado por SUR- 'Reino Unido y España, construyendo relaciones estratégicas'; un encuentro en el que participaron una decena de expertos de distintos ámbitos para arrojar algo de luz sobre la relación entre ambos países.
Matthew Woods, consejero Político, Sección Política y Económica de la Embajada de Reino Unido en España, y Álvaro Nadal, consejero de Economía y Comercio de la Embajada Española en Reino Unido, fueron los primeros que plantearon que el asunto de la movilidad era un sin duda el más problemático de todos, una afirmación que -aunque algunos matices- planeó en el discurso de la mayor parte de los ponentes. Según Woods, España y Reino Unido siempre han sido socios estratégicos, y que por tanto su papel es intentar ayudar a las dos sociedades a adaptarse a esta nueva situación, de la que afirmó que a pesar de todo se han protegido los derechos de los residentes. Aun así, recalcó la necesidad de solucionar un elemento que tiene mucho que ver con la movilidad entre ambos países más allá de los visados: el carnet de conducir. El reglamento actual complica la situación cuando los británicos superan los seis meses en España. «Hay que buscar una solución cuanto antes», manifestó.
Por su parte, Nadal recordó que Reino Unido es el tercer país más importante para España en términos comerciales, y que nuestro país tiene superávit de servicios con Reino Unido. «Pero no debemos olvidar que con el 'Brexit' han cambiado los marcos y las obligaciones, y eso afecta a cuestiones como la libertad de movimiento de personas, de bienes y de prestación de servicios», enumeró, para insistir en que lo más complicado sigue siendo el asunto de movimiento de personas. «Pero es cierto que todavía no se ha completado el proceso. Empezamos en primero de 'Brexit' el año pasado y ahora estamos en el doctorado», bromeó. «La cooperación entre ambas administraciones es excelente. Las cosas han salido bastante bien para el cambio tan radical que suponía la salida de Reino Unido de la Unión Europea», sostuvo.
Comercio y turismo
Si bien todos los participantes en el foro reclamaron mayores avances en materia de movilidad, sí se mostraron más optimistas en asuntos relacionados con el comercio, la tecnología o el turismo. Eduardo Barrachina, presidente de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido; y Miriem Diouri, miembro de la Junta de Gobierno de la Cámara de Comercio Británica, fueron los encargados de alumbrar cuál es la fotografía actual para los empresarios que trabajan en ambos territorios. «El interés por España sigue siendo inmejorable», confirmó Miriem Diouri, que señaló que hay muchas empresas británicas que quieren operar en España y que tienen dificultades para ello, por lo que aprovechó el foro para solicitar al Gobierno español que haya mayor pro actividad para traer empresas británicas que quieren venir a España en general y Málaga en particular.
Por su parte, Barrachina destacó que la relación de las empresas españolas con Reino Unido es muy estrecha. «Siguen invirtiendo porque ante los nuevos reajustes no todas han podido estar al mismo nivel», apuntó, aunque matizando que sería muy «beneficioso» un acuerdo en materia de servicios financieros y flexibilizar el acuerdo en materia migratoria. El presidente de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido quiso así trasladar un mensaje de optimismo. «No se ha ido un euro español del Reino Unido con el 'Brexit'».
Y de los buenos datos del comercio, a los del turismo. Manuel Butler, director de la Oficina Española de Turismo en Londres; Pedro Bendala, director del Aeropuerto de Málaga; y José Luque, presidente de Aehcos; fueron los encargados de analizar el sector más estratégico en la Costa del Sol. Butler insistió en la necesidad de seguir apostando por el Reino Unido a pesar de que la nueva normativa tras el 'Brexit' ha perjudicado al turismo y que es difícil hacer proyecciones de futuro porque la mayor parte de las reservas se están produciendo en el corto plazo.
Bendala recordó que la conectividad con Reino Unido es clave, ya que suponen unos tres millones de pasajeros, el 30 por ciento del mercado de Málaga. Lamentó que ahora estos pasajeros tengan una limitación de tiempo máximo y que tengan que pasar por el sellado de pasaportes. «Este verano lo hemos hecho de forma manual, no hemos tenido problemas gracias al trabajo de la Policía», añadió el director del aeropuerto, que avanzó que el año que viene habrá un sistema nuevo para que el cruce de fronteras sea electrónico. En este debate sobre turismo, José Luque insistió en varias ocasiones en que la Junta de Andalucía había tomado la buena dirección con la eliminación del impuesto de sucesiones, y criticó que el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a imponer una tasa impositiva a los grandes patrimonios. «Los atractivos fiscales eran el camino correcto, pero veo bien las perspectivas para el futuro», señaló.
Si el turismo es un sector estratégico clave consolidado en la provincia de Málaga, el tecnológico es otro que empieza a ser incipiente. Jordi Laguarda, consejero de Comercio e Inversiones de la Embajada de Reino Unido en España; Vicente Padilla, CEO y cofundador de Aertec; y Jesús Manuel Amores, director del Centro de Innovación de Vodafone en Málaga, fueron los encargados de acercar la realidad entre ambos países dentro del sector. Laguarda fue tajante desde el primer minuto, señalando que el marco no es el mismo que teníamos antes, y que no hay vuelta atrás. «El 'Brexit' es un punto y aparte, pero hay que desarrollar la normativa. Aun así, quiero enfatizar el mensaje de optimismo», recalcó.
Educación
Padilla, que recordó que la tecnología aeronaútica es la segunda exportadora de Andalucía, puso sobre la mesa necesidad –y al mismo tiempo la dificultad– de la atracción de talento, venga de donde venga. «Para nosotros el 'Brexit' ha sido y es un problema. Tenemos muchas dificultades para traer a gente», afirmó. Con un discurso similar habló Jesús Manuel Amores, que afirmó que cuantas menos fronteras, mejor para el talento. «Siempre que hay un cambio de normas hay ganadores y perdedores. Mi abogado en Reino Unido es uno de los ganadores», ironizó el responsable del Centro de Innovación de Vidafone, que de nuevo hizo referencia a la necesidad de solucionar la movilidad de las personas.
Adrian Massam, presidente de NABSS - Asociación de Colegios Británicos en España; y Alan McDyre, presidente de ACEIA - Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas Andalucía; fueron los encargados de cerrar la jornada de debate con una charla sobre las problemáticas en materia de educación. Ambos portavoces destacaron la buena salud de la educación británica en España, pero reconocieron estar evitando contratar a profesores británicos dada la complicación –una vez más– de la movilidad entre ambos países.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francis Salado, fue el encargado de inaugurar este viernes el foro 'Reino Unido y España, construyendo relaciones estratégicas'; un discurso en el que aprovechó para resaltar los vínculos que unen al país británico con la Costa del Sol.
Aunque esta relación se da en muchos aspectos, Salado recalcó el más importante de todos, el del turismo, en concreto de la importancia que tiene para el destino el mercado británico, así como los retos que quedan por delante para afrontar la consolidación turística. El presidente de la Diputación dijo confiar en los «fuertes lazos» que unen a los británicos y el destino para recuperar la llegada de visitantes de Reino Unido a la Costa del Sol. «Está claro que los turistas británicos siguen apostando por el destino Costa del Sol, aunque todavía no se han recuperado las cifras de 2019», señaló.
Ante esta situación, el máximo responsable del ente provincial anunció que se van a emprender diversas acciones en el mercado británico, algunas de ellas para captar a los llamados 'nómadas energéticos' de Reino Unido con el objeto de recuperar a un mercado que es «enormemente fiel a nuestro destino», recordó.
El presidente destacó, además, las posibilidades que ofrece el destino para atraer inversiones y negocios, y señaló a la provincia de Málaga como una de las «estratégicas» para fortalecer las relaciones entre España y Reino Unido. Salado, que definió a Málaga como «la provincia más británica de España», insistió en que los ciudadanos británicos contribuyen a construir «una provincia mejor».
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