La flota de arrastre malagueña sale de nuevo a faenar aunque tendrá que cambiar las redes

El acuerdo alcanzado 'in extremis' gracias a la presión ejercida por España, Italia y Francia no sirve, entonces, para tranquilizar al sector. Carmen Navas, presidenta de la Cofradía de la Caleta de Vélez, explica a este periódico que se «mantienen las sensaciones de preocupación».

A efectos prácticos, resalta, la guillotina de los 27 días al año sigue amenazando. «Para recuperar los 130 días, tenemos que cumplir con las exigencias que marca la Unión Europea. En el caso de Málaga, el problema es el cambio de mallas. Con las vedas marcadas ya cumplimos y la gran mayoría de la flota ya cuenta con las puertas voladoras, con las que se quiere reducir el impacto en la pesca de arrastre», añade.

Aunque el cambio de mallas viene acompañado de nuevas incógnitas, ya que llevaría a los profesionales a un terreno desconocido, en el que no sabrán cuánto pueden pescar en cada arrastre, el escollo principal está en la inversión que requiere el cambio. «Estamos pendiente de si se subvenciona o no. Aún no conocemos la letra pequeña del acuerdo, pero el Gobierno nos ha asegurado que ha planteado el tema de la subvención a la Unión Europea», comenta Navas.

El funcionamiento en Bruselas en estos asuntos de índole medioambiental, normalmente, no establece ayudas económicas directas. Las exigencias se plantean y las compensaciones se consiguen si las flotas cumplen.

Esto significa que las inversiones para cumplir con las exigencias corren del bolsillo de cada profesional. En Málaga, donde la pesca de arrastre está compuesta por micropymes familiares, esto puede llevar a la ruina de las empresas. Es, al menos, la advertencia que se lanza por parte del sector.

Más allá de subvenciones o no, Navas también lamenta el esfuerzo adicional que se le pide a los profesionales. Aunque finalmente se logren las ayudas demandadas para sufragar el cambio de mallas, insiste en que son los profesionales los que tendrán que adelantar el dinero sí o sí. «Aunque nos subvencionen el cambio de redes, sabemos que hasta que se recupere el dinero pasa mucho tiempo. El proceso burocrático es tedioso y largo», mantiene la presidenta de la Cofradía de la Caleta de Vélez.

La nueva propuesta de reducción de días de pesca en el Mediterráneo, que ahora se intentan suavizar por parte de España, Italia y Francia, forma parte del plan plurianual de pesca en el Mediterráneo Occidental, adoptado en 2019 y en vigor desde enero de 2020 para regular la pesca y hacer que sea más «sostenible». Llevada a la práctica, denuncia el sector, amenaza supervivencia de la flota de arrastre que faena en estas aguas como consecuencia de las cada vez mayores restricciones de horarios, días de trabajo y zonas de pesca que impone.