La familia de Lucía Vivar, la niña de tres años que desapareció en Pizarra y fue encontrada al día siguiente muerta en las vías del tren hace casi dos años, mantiene su lucha porque se siga investigando el suceso desde el punto de vista penal. «Cuando estás trabajando la cabeza te da un respiro, pero el resto del tiempo necesitamos hacer algo» explica a SUR el padre de la niña, Antonio, en una de sus jornadas de recogida de firmas para pedir que se reabra el caso. Ya han recabado más de 90.000 apoyos, y van subiendo. Los familiares confían en que la presión ciudadana haga que la Audiencia Provincial de Málaga, a quien interpelan de forma directa en todos los mensajes que envuelven la campaña, arranque de nuevo la instrucción y acepten las pruebas solicitadas por los padres, que en su mayoría fueron desestimadas.
Publicidad
La causa penal por la muerte de Lucía Vivar se archivó en junio de 2018, poco antes de que se cumpliera un año del suceso. La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga emitió un auto de sobreseimiento después de que, unos meses antes, la propia Fiscalía solicitase el archivo provisional del caso al no considerar suficientemente probada la existencia de delito alguno.
Desde ese momento, la familia recurrió el auto judicial, recurso que fue desestimado de forma definitiva a finales de febrero de este año, momento en el que la campaña para conseguir firmas cobró fuerza.
Uno de los principales lugares en los que la familia está buscando el apoyo de la ciudadanía es a las puertas de la Ciudad de la Justicia. Allí, casi todos los días de la semana hay algún miembro cercano con un puesto de información. En él se muestra un mensaje, acompañado de la característica mano negra, que se convirtió en el símbolo del caso tanto en Pizarra como en toda la provincia de Málaga. «¿Por qué todas las pruebas de la familia fueron desestimadas? Sabemos que ella no caminó 4.280 metros durante una noche cerrada sorteando peligrosos obstáculos por las vías, donde fue encontrada horas más tarde acurrucada, sin heridas de tropiezos o rozaduras en los pies, rodillas y manitas. Un impacto de un tren jamás dejaría su cuerpo intacto».
Este primer texto se cierra con uno de los interrogantes que mantiene abierta la necesidad de investigar desde la perspectiva de la familia: «¿Dónde está su sangre?». El mensaje concluye con la misma contundencia: «Solo la verdad nos detendrá, alguien se la llevó, no fue un accidente».
Publicidad
Antonio asegura que el apoyo de la ciudadanía está siendo «mayoritario». «Todo el mundo al que le pedimos su colaboración se acuerda del caso y decide firmar». A veces tardan «un poco» en recordar de qué se trata, pero «rápidamente se acuerdan de 'la niña de Pizarra' y se paran a hablan con nosotros».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.