Más fallecidos que nuevos bebés: la mortalidad supera en un 25% a la natalidad en Málaga este año

La provincia española que presenta los peores datos de crecimiento vegetativo (diferencia entre los nacidos y los fallecidos), tal es así que lo correcto sería hablar de decrecimiento, es Zamora: en esta provincia, frente a los 1.405 decesos de los seis primeros meses del año ha habido apenas 353 alumbramientos, lo que significa que por cada nacimiento hay casi cuatro defunciones. Parecidas proporciones registran Ourense o Lugo, por ejemplo, en Galicia. Son todos ellos números que se desprenden de las estimaciones publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los únicos territorios del país que sí presentan un saldo vegetativo positivo, es decir, en los únicos en los que el número de nacimientos ha superado al de fallecimientos en lo que llevamos de año han sido Melilla, Ceuta, Almería y Madrid. En Melilla, los 406 nuevos bebés contrastan con los 223 decesos; en Ceuta la comparación es entre los 316 nuevos vecinos y los 268 desaparecidos; mientras que en Almería los muertos son un 4,4% menos que los nacidos (2.928 frente a 3.064, respectivamente); y en Madrid el contraste es algo más ajustado, pero los 25.739 alumbramientos superan a los 25.229 óbitos.

Junto estos territorios, sólo otro puñado tiene mejores cifras de Málaga –porque el número de fallecidos supere por menos margen que en la provincia al de nacidos–: así, si en la provincia costasoleña el número de decesos rebasa en cerca de un 25% al de nacidos, en Guadalajara esa proporción es del 24%; mientras que en Sevilla y en Girona es de alrededor de un 23%; y, por ultimo, en Murcia y en Baleares los muertos en este primer semestre de 2024 son un 2% más que los nacimientos.

Con todo y con eso, la Encuesta Continua de Población elaborada también por el INE y publicada a principios de este mes informaba de que durante el primer semestre Málaga había crecido en cerca de 6.300 residentes, el grueso de los cuales, 6.140, eran nacidos fuera de España, y 158, nacidos en el país. Cruzando ambas estadísticas, esta última que acabamos de reseñar y la que ha publicado el INE este jueves sobre nacimientos y defunciones, se puede concluir que el aumento demográfico de la provincia descansa fundamentalmente sobre la llegada de personas procedentes tanto de otras provincias de España como del resto del mundo. Con la sola aportación de la natalidad local no se logra compensar el número de defunciones.

Si todas estas cifras se comparan con las de una década atrás se comprueba de qué manera está cambiando el escenario demográfico en Málaga y en toda España. Así, en un periodo semejante al que acabamos de analizar, el primer semestre de 2014, en Málaga nacían más niños que las personas que fallecían. En concreto, entre enero y junio de ese año hubo 7.386 alumbramientos, cifra que superaba en casi un 18% el número de fallecidos, que fueron 6.265. En apenas diez años se ha pasado de esta proporción a que se haya dado la vuelta, porque ahora lo que ocurre es que las defunciones baten en un 25% a los nacidos.

¿Por qué ha sucedido esto?, ¿se han reducido los nacimientos y han crecido los fallecimientos? Básicamente eso es lo que ha ocurrido. En concreto, los 7.386 nuevos bebés del primer semestre de 2014 contrastan con los 5.644 registrados entre enero y junio del año actual, lo que supone un retroceso de la natalidad de más del 20%. Mientras tanto, los decesos han pasado de los 6.265 de 2014 a los 7.013 de 2024, es decir, han crecido un 12%. El número de nuevos bebés ha ido retrocediendo año tras año. Sin embargo, la dinámica en el caso de los fallecimientos no ha sido tan lineal, ha tenido altibajos y, además, ha sido muy sensible a la pandemia que le llevó a marcar máximos en 2022, cuando, en el primer semestre el número de desaparecidos se acercó a los 7.800, desde donde ha caído a los poco más de 7.000.

Mientras, en España, hace diez años, los 208.375 nacimientos contrastaban con los 204.464 fallecimientos, de lo que se desprendía un crecimiento vegetativo cercano al 2%, frente al retroceso al que se asiste en la actualidad.

Una década atrás, el crecimiento natural de la población de Málaga se veía superado por algunas otras provincias andaluzas, como Cádiz, donde los nacimientos superaban en un 18% a los fallecimientos, así como en Sevilla, con un 28,5% en esta métrica, o Almería, donde hace diez años el número de nacimientos superaba en un 55% al de personas fallecidas.

Por otro lado, en el primer semestre de 2014, según la Encuesta Continua de Población, el número de residentes en Málaga creció en 4.554 personas, de las que más de 3.000, eran nacidas en España, frente a la aportación de 1.500 habitantes llegados del extranjero. En este aspecto también se ha producido un cambio demográfico importante en Málaga, ya que diez años después el crecimiento de la población en la provincia sólo es posible gracias a la llegada de personas de otros países.